Paul Bettany cuenta que para preparar la escena en la que se opera a sí mismo, practicaba en su casa colocándose frente a un espejo y hurgándose la barriga con un cuchillo de postre.
En realidad, la fragata Surprise que aparece en la película son en realidad tres barcos: la Rose (una auténtica fragata del siglo XVIII que estaba en venta y que fue adquirida por la productora para rodar escenas reales en alta mar), una réplica a tamaño natural construida en un enorme tanque de agua (donde se rodaron escenas del interior) y una maqueta de escala 1:8 construida en un estudio (donde se simularon las escenas de tormenta en las que aparece la fragata batida por el viento). Además, se recrearon muchas escenas por infografía.
La mayoría de los actores que forman parte de la tripulación de la Surprise son grandes intérpretes de la escena teatral londinense, aunque poco conocidos en la gran pantalla. Fueron escogidos tanto por su fisonomía como por su forma de pensar y de sentir.
Para crear el ambiente de camaradería entre los miembros de la tripulación que era preciso transmitir en la película, Peter Weir ordenó construir en una nave industrial de los estudios en México una réplica de los antiguos clubes de oficiales de la Marina Británica. No tenía televisión, aunque sí numerosos juegos de mesa, libros sobre la marina, una mesa de billar, etc. para fomentar las conversaciones y estrechar los lazos de amistad entre los actores. El resto de los miembros del equipo (cámaras, maquilladores, etc.) no podían entrar en el club si no eran invitados por alguno de los miembros del reparto. Éstos bautizaron el club como The Monkey¨s Bar (El bar del Mono).
Varias escenas de la película (las batalla del comienzo y el final, las escenas de la tormenta, etc) fueron rodadas con multicámara desde distintos ángulos y con diferentes lentes. En el montaje final, por ejemplo, la escena de la batalla del comienzo de la película en la que la Surprise es alcanzada por los disparos del Acheron consta de sólo 16 fotogramas obtenidos de seis cámaras colocadas en seis ángulos diferentes.
Peter Weir confiesa que se dejó una buena parte de su sueldo en un anticuario londinense adquiriendo una gran cantidad de objetos marineros antiguos (pistolas, sables, correajes, banderas, maquetas de barcos...) de comienzos del siglo XIX antes de empezar a escribir el guión. Lo hizo para introducirse bien en el ambiente de la película. Además, mientras escribía el guión escuchaba música de Boccherini, Corelli y otros autores clásicos para determinar el tipo de composición que tocarían Jack Aubrey y Stephen Maturin en la película. También visitó detenidamente, con un asesor histórico, el Victory (el barco en que murió el almirante Nelson en la batalla de Trafalgar, fondeado hoy en el puerto de Portsmouth y convertido en museo naval) y el Museo de la Marina de Greenwich entre otros muchos lugares.
Curiosidades: 27
Páginas de resultados:
sacerdote judas
Russell Crowe tuvo que aprender esgrima y a tocar el violín para algunas escenas de la película.
Reportar