De vergüenza ajena. Dibuja a los dirigentes de la FIFA como poco menos que santos, cuando la realidad está plagada de múltiples casos de corrupción. No en vano, el 85% del presupuesto viene de la propia FIFA. En lo estrictamente cinematográfico, no se salva ni el a priori excelente reparto.
TOPOGIGGIO71
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De vergüenza ajena. Dibuja a los dirigentes de la FIFA como poco menos que santos, cuando la realidad está plagada de múltiples casos de corrupción. No en vano, el 85% del presupuesto viene de la propia FIFA. En lo estrictamente cinematográfico, no se salva ni el a priori excelente reparto.
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