Ficha Si te Dicen que Caí


  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Si te Dicen que Caí (2)




Mad Warrior

  • 20 Feb 2023

3



Nueva visita de Vicente Aranda a la adaptación literaria descolgándose por los universos complejos, ásperos, ricos y demoledores de Juan Marsé Carbó, habiendo transcurrido una década desde que llevó su ¨Muchacha de las Bragas de Oro¨ a la gran pantalla.

No iba a ser este, para no variar, un proyecto que recibiera su aprobación precisamente; el autor puso su propia vida en los cientos de páginas que componen ¨Si te Dicen que Caí¨, su viaje a los rincones del desaparecido barrio Guinardó, en una Barcelona hecha pedazos, física y emocionalmente, tras la derrota de las fuerzas comunistas y que sobrevive en los aún tempranos días del Régimen. El asesinato de la prostituta Carmen Broto aviva ese recuerdo en el catalán, dividido entre su realidad, de unos 10 años, y la imaginación propiciada por las ¨aventis¨, elemento que sirve de catalizador e hilo conductor de la propia estructura argumental.
Al director, sin embargo, no le gustan las instrucciones de Marsé y sus reuniones terminan en fricción; y al final utiliza la misma técnica del protagonista, Antoñito, para desdibujar, entremezclar, esconder, quitar y cambiar la infinidad de historias que dan cuerpo a la complicada y plural novela, a priori, desde el punto vista de un servidor, imposible de llevarse al cine. Pero se empieza en la moderna sociedad de los 70, con Antoñito, el forense, ante la llegada de nuevos cadáveres para analizar, que resultan ser los de un antiguo compañero de fatigas, Daniel, y su familia.

Se abre la narración y saltamos en el tiempo a tres décadas pretéritas, pero al principio Aranda nos avisa de la intención de la ¨aventi¨, el rumor, el cuento de la calle, que lía, falsea, inventa y reinventa la realidad. En esa realidad de la inmediata posguerra éste nos sumerge sin piedad haciendo un curioso uso de los elementos de Marsé. Las rupturas temporales, el protagonismo colectivo y la rabiosa atmósfera sociopolítica, en perpetua revancha de bandos, es fruto de la habilidad de Antoñito, o ¨Sarnita¨ en su época de niñez (un nada disimulado álter-ego del escritor), para hacer cohabitar el mundo tangible con la evasión de la fantasía narrada.
En las páginas uno se deja llevar por este fluir engañoso, proyecta en su mente las calles y locales tan exhaustivamente descritas, y el enfermizo ambiente donde las sordideces de los malos barrios se confunden con la cínica burbuja aristócrata-falangista. Es sumergirse en una época muy concreta y respirar el hedor de una fauna muy diversa. Se intenta llevar a cabo el método rico en detalles del texto, pero al plasmarse en imágenes, y como no puede abarcar tal cantidad de tramas y subtramas, de personajes, ideologías y puntos de vista, el resultado es la confusión... aunque haya una premisa.

Daniel (un joven y descarado Jorge Sanz) es requerido por una señora de alta cuna para encontrar a una muchacha que tal vez ejerce la prostitución, la misma que cuidaba de su hijo paralítico, la misma que antes de la guerra era amante del hermano del primero (Marcos; Antonio Banderas, de lo mejor del elenco), la misma que, en la piel de una muy audaz Victoria Abril (realmente embarazada durante el rodaje, sufriendo un aborto poco después), se desdobla en identidades que convergen en un único rostro. Esto, tal cual sucedía en ¨Tiempo de Silencio¨, es tan solo uno de esos baches que crea el embrollo narrativo, porque ir atrás en las páginas es viable, pero la imagen no cambia.
Y el batiburrillo de ideas de Aranda, al estar alimentado por la nula diferencia entre realidad objetiva y subjetividad inventada, sufre su desfile en pantalla provocando la náusea. Más incluso que las duras sesiones de sexo bajo por las que pasan Daniel y Ramona/Carmenchu para ganarse un dinero, más que la afición sádica-voyeur de transferencia recíproca que recorre toda la historia, implicando en ella a adultos y a niños, y más que la sangrante crítica sociopolítica, que tanto espesa el ambiente...pero al menos se respeta la visión objetiva de Marsé y, pese a que el odio interior contra ¨aquellos que ganaron¨ se siente con la fuerza de una patada en los riñones, nunca se mitifica a nadie.

En el universo de Daniel, Ramona y Antoñito sólo hay miseria y nihilismo circulando a sus anchas; todos matan, sufren, luchan y todos se ven contagiados por la locura y el odio, desde los andrajosos chavales de la calle y los burgueses vestidos de azul a los rebeldes ¨maquis¨. El mosaico es amplio, pero quizás lo más interesante sea la historia del cuarteto de terroristas anarquistas dispuestos a derrocar el Régimen (¿fantasía adulta del cuarteto infantil que lidera Daniel?).
Por desgracia su conexión con las demás es frágil y se pierde en la distancia narrativa, un error absoluto ya que es un relato poderoso y oscuro, con el espíritu romántico del cine de Pontecorvo, y que viene a mostrarnos la crueldad tanto de unos como de otros para ejercer la violencia en base al fanatismo político; las presencias de Lluís Homar, Carlos Tristancho, Ferrán Rañé y Guillermo Montesinos son imponentes y eclipsan fácilmente a sus compañeros de reparto, incluso a un repulsivo Javier Gurruchaga en su personificación de la figura del aristócrata depravado que los comunistas tenían forjada en todos aquellos del bando derecho.

Dijo el escritor que, aun contrariado con la visión de Aranda, la adaptación de ¨Si te Dicen que Caí¨ no fue de las peores de sus libros. Y fomentando la importancia del cine elevado y de origen literario a finales de los 80, los Goya respondieron, no por el valor en sí de la película, porque casi no lo tiene, siendo nominada a muchos premios que no mereció (la ambientación de Josep Rosell sí, sí lo merece...).
Por tanto, y como debemos contribuir a nuestro patrimonio cultural desde que lo dictaminó la excelentísima Pilar Miró, la producción fue financiada por el Ministerio de Cultura, con los impuestos de los ciudadanos españoles...y eso sí duele, más que los golpes que se lleva constantemente la pobre Ramona...



Me gusta (0) Reportar

Parnaso

  • 14 Apr 2016

1


Infame película que transcurre durante la postguerra y que al ponerte a visionarla no sabes lo que estás viendo ya que todo lo que se muestra es un galimatiías sin sentido que no tiene por donde cogerse.Flashbacks,niños y el infame de Jorge Sanz que se ganó un Goya por este esperpento,manda carayo!con Victoria Abril haciendo el coito como perracos...el argumento...ni existe,está mal expuesto y el desarrollo es innexistente.La peor de Vicente Arandano.

Cutreeee!



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 2


Escribir crítica