Ficha Vacaciones en Roma

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Críticas de Vacaciones en Roma (5)




Mad Warrior

  • 14 Oct 2022

9



El romanticismo más inocente, la posibilidad de identificarse con unos personajes de verdadero ensueño, la magia del cine en todo su esplendor, todos esos elementos están presentes en ¨Vacaciones en Roma¨, una de las grandes obras maestras del Hollywood de los años 50.

Una película dirigida por un William Wyler que venía de hacer el gran melodrama ¨Carrie¨ y que a pesar del tiempo transcurrido desde su estreno mantiene intacta su capacidad de convocatoria ante un público que vuelve, una y otra vez, sobre los pasos de esa inocente pareja para compartir con ellos un día irrepetible cuyo desenfado contribuye, tanto o más que sus legendarios protagonistas, a ensanchar el mito. Para empezar en esta historia, escrita por John Dighton y el todoterreno Dalton Trumbo bajo uno de los muchos alias que utilizara durante la Caza de Brujas, nada mejor que un buen escenario.
Un escenario dotado de una imperecedera aureola de misterio como es la ciudad de Roma en aquel tiempo en que Europa empezaba a sacudirse los grises recuerdos de una guerra cercana para entrar poco a poco en una era de prosperidad y esperanza en la cual no había nada mejor que ser joven, como son el atractivo corresponsal y la angelical princesa. La confluencia de estos elementos son la base sobre la que se sustenta este film a medio camino entre la comedia sentimental y el recorrido turístico por la vieja y fascinante Europa.

Como corresponde a una historia que aspira a ser un cuento de hadas en clave contemporánea, ¨Vacaciones en Roma¨ parte de la sencillez de su premisa, que no es otra que el capricho del destino que hace que Ann, la princesa de un indeterminado país europeo de visita oficial en Roma, escape del control de su séquito impulsada por su deseo pueril de conocer la ciudad, lo que la hará cruzarse en el camino de Joe Bradley, quien se pone en contacto con un amigo que se encargará de fotografiar a ambos en sus idas y venidas; Ann, nada preparada para enfrentarse al natural cinismo de la profesión periodística, accede a pasar un día con su anfitrión.
Lo que sigue es el relato de unas horas en las que la improvisada pareja parece olvidarse de todo cuanto les rodea para divertirse con las pequeñas y grandes aventuras que les depara una ciudad repleta de personas y parajes memorables; a corta distancia, como parte de ese encuentro afortunado, el amigo capta y documenta con su cámara los momentos más felices y la despreocupada alegría que a cada instante se dibuja en el adolescente rostro de la princesa, pero el paso del tiempo y la cercanía hace que entre ésta y Bradley surja un sentimiento inesperado que ninguno quiere reconocer: un amor inocente y fresco para el cual no estaban preparados.

No obstante, el suyo es un idilio condenado a finalizar casi en el momento de haberse iniciado, pues Ann debe regresar a palacio para cumplir sus obligaciones oficiales; forzado entonces a elegir entre su plan inicial de extraer un beneficio de su encuentro con ella y la ternura que le inspira, más aún después del beso que ha marcado su despedida, el antes cínico periodista, a quien como un cómplice fiel acompaña su amigo el fotógrafo, deja que sea el amor el que se imponga, renunciando así al dinero pero ganando el recuerdo imperecedero de unas horas y unos momentos que permanecerán para siempre en su memoria (y en la nuestra).
Para abundar en el realismo, la película fue una de las primeras producidas desde las entrañas del ¨star system¨ donde casi la totalidad del rodaje tuvo lugar en escenarios reales y no en decorados, algo que no sucedía fuera del entorno del cine americano más independiente o de los duros dramas de contenido social que caracterizaron al neorrealismo surgido a partir de ¨Ladrón de Bicicletas¨; dejando atrás todo ese cúmulo de desgracias y angustias cotidianas, la cámara parece haberse despojado de cualquier asomo de tristeza para seguir a los personajes a lo largo de una ciudad que destila vigor y alegría, y con la vitalidad propia del mejor Hollywood hasta lograr Wyler el hacer de la ciudad un tercer protagonista.

Concebida como una variante de ¨La Bella y la Bestia¨ (bestia un tanto metafórica al estar interpretada por un actor de la presencia y el encanto de Gregory Peck, a quien cuesta recordar un papel de villano), esta obra elabora todo un imaginario al que contribuyen en igual medida los trajes de Dior, las vistas de la Piazza della Rotonda, los paseos en la entrañable y mítica vespa y los helados de cucurucho, siendo esta mezcolanza de lo cotidiano con lo sofisticado y lo inocente lo que hace aún más cercanos y ensoñadores a los personajes y sus vivencias, sin olvidarse uno de la música de Georges Auric y Victor Young y el trabajo de fotografía de Franz Planer y Henri Alekan.
Protagonizada por el gran Gregory Peck, después de que Cary Grant hubiera rechazado la oferta para el papel, y unos buenos Hartley Power, Harcourt Williams y Margaret Rawlings, ¨Vacaciones en Roma¨ marcó sobre todo el lanzamiento internacional de la preciosa actriz Audrey Hepburn cuyo físico menudo y delicado nada tenía que ver con el estándar de belleza femenino de la época (según Wyler, él encontró en la joven a la perfecta anti-Lollobrigida), y que apenas cumplidos los 20 años supo encarnar como nadie las virtudes casi adolescentes que adornaban al personaje de la princesa.

Aun siendo una producción modesta el film entró con buen pie en taquilla, donde se convertiría en éxito inmediato allí donde tenía lugar su estreno, como en las nominaciones de los Oscar de 1.953, en cuya ceremonia se alzaría con tres premios de los siete a los que era candidato.
Lógicamente, Hepburn fue la gran triunfadora de la noche por ese papel que ya prefiguraba a la protagonista de ¨Desayuno con Diamantes¨. No es difícil de reconocer; la princesa Ann no sólo enamoró a aquel corresponsal que tuvo la suerte de besarla...nos enamoró a todos.



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TANO

  • 23 May 2021

8


Una preciosa película romántica que sirvió para presentar a un grande como fue Gregory Peck, pero en donde, como no puede ser de otra forma, quien más resalta es una guapísima Audrey Hepburn en el papel de princesa harta de su vida llena de perfecciones y protocolos y que quiere saber como vive la gente común, hasta el punto que huye a la ciudad en plena noche.
Una película muy light y bonita, que sirve además para hacer un tremendo tour turístico al espectador por la ciudad de Roma.



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[email protected]

  • 28 Oct 2020

7


Si bien no es ninguna obra maestra y está lejos de serlo me ha hecho pasar un rato agradable.
Audrey Hepburn y Gregory Peck hacen una muy buena dupla y tienen mucha química en pantalla.
Por momentos tiene muy buena fotografía.
El final agridulce me encantó.
La historia es original para la época y no aburre en ningún momento.
Recomendable!



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Bachman

  • 29 Oct 2011

6


Pues reconozco que a mí, personalmente, esta película me decepcionó. Se me hizo demasiado larga y creo que había partes que sobraban. Eso sí, lo mejor está en la parte final de la película y en la actuación de Audrey Hepburn.



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Cody

  • 3 Sep 2010

10


Entrañable obra maestra. Audrey Hepburn y Gregory Peck ofrecen unas actuaciones inolvidables, dentro de una historia irrepetible. Lo mejor, a mi opinión, es el final. La mejor comedia romántica de todos los tiempos.



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Críticas: 5


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