Película rara de narices, donde surge una historia de amor que es ver para creer. Voy a contar toda la sinopsis así que todo es un SPOILER Un industrial rico se va a casar con una mujer que conoce ¡solo por correspondencia y tras ver su rostro en una foto!, cuando además se entera de que no es la de la foto ¡le da igual! - cosa que no veo tan rara tratándose de Catherine Deneuve -, además ¡pone sus cuentas bancarias a nombre de ambos! Resulta que la novia es una ladrona que está compinchada con su socio, por supuesto le roba el dinero y desaparece. Cuando el buen hombre descubre el pastel, contrata a un detective privado para que la encuentre, cosa que también hace por su cuenta. Por fín da con ella, es incapaz de matarla y le dice ¡que está enamorado!, en vez de matarla, para protegerla ¡mata al detective que le sigue los pasos! De aquí al final, el iluso vende su empresa por mucho menos de lo que vale para sacar algún dinero, son perseguidos por la policía y se tienen que esconder, la mujer le intenta, de nuevo, robar, envenenar ¡y al él le da igual! Al final parece que gana el amor y los dos se quedan juntos FIN DE SPOILER. La película demuestra como un hombre puede superarse una y otra vez en estupidez y hasta donde es capaz de llegar y arrastrarse por una mujer. Es buena con una pareja protagonista y unos secundarios acertados pero con un guión del propio Truffaut delirante.

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