Valeria es una joven y bella sueca, casada con un famoso coreógrafo. Ella tiene todo lo material que desee, ropa, una casa de lujo, joyería, excepto una cosa, su marido se niega a tener sexo con ella; lo que poco a poco conduce a Valeria a la promiscuidad y la locura, teniendo relaciones sexuales con cualquier hombre que entra en contacto con ella.
Si bien estamos ante un film que podríamos denominar drama psicológico, (con dosis de erotismo, mujeres neuróticas, simbolismo freudiano y surrealismo), el director Brunello Rondi por momentos nos remite al Giallo; quizás por el rol protagónico de la hermosa Barbara Bouchet, una actriz habitual del género “amarillo”.
Bouchet, se entrega completamente para lucir convincente como una mujer atrapada, desesperada y que baja los escalones hacia la locura, demostrando su calidad como actriz en escenas difíciles e impensables en el cine comercial actual. Atención, por ejemplo, a la demencial y sexual escena del ataque de neurosis junto a la actriz alemana Erna Schurer.
Un film recomendable a todo fan del cine exploit italiano setentero o de Barbara Bouchet, que en mi opinión es una de esas talentosas y bellas actrices que merecen un mayor reconocimiento, al igual que Edwige Fenech o Rosalba Neri.
Miguel Arkangel
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Valeria es una joven y bella sueca, casada con un famoso coreógrafo. Ella tiene todo lo material que desee, ropa, una casa de lujo, joyería, excepto una cosa, su marido se niega a tener sexo con ella; lo que poco a poco conduce a Valeria a la promiscuidad y la locura, teniendo relaciones sexuales con cualquier hombre que entra en contacto con ella.
Si bien estamos ante un film que podríamos denominar drama psicológico, (con dosis de erotismo, mujeres neuróticas, simbolismo freudiano y surrealismo), el director Brunello Rondi por momentos nos remite al Giallo; quizás por el rol protagónico de la hermosa Barbara Bouchet, una actriz habitual del género “amarillo”.
Bouchet, se entrega completamente para lucir convincente como una mujer atrapada, desesperada y que baja los escalones hacia la locura, demostrando su calidad como actriz en escenas difíciles e impensables en el cine comercial actual. Atención, por ejemplo, a la demencial y sexual escena del ataque de neurosis junto a la actriz alemana Erna Schurer.
Un film recomendable a todo fan del cine exploit italiano setentero o de Barbara Bouchet, que en mi opinión es una de esas talentosas y bellas actrices que merecen un mayor reconocimiento, al igual que Edwige Fenech o Rosalba Neri.
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