Excelente película del genio de Charles Chaplin, realmente buena, me encantó! Una comedia muy pero muy divertida, comedias inteligentes eran las de antes, ahora ya no existen este tipo de películas lamentablemente. Eso si, el humor un tanto liviano debido a la época de estreno aunque así y todo te matás de risa en mas de una ocasión. Muy bien actuada, sobre todo Chaplin con muy buenas situaciones y una historia sencilla pero bien contada. El final emocionante, muy tierno. En fin, peliculón, me encantó, muy recomendable.
LUCES EN LA CIUDAD
Pues esta que es una de las cintas más celebradas de Chaplin me ha parecido que deja buen mensaje pero que su cómputo no me dice gran cosa,es lineal y no considero que tenga buenos golpes de humor.Chaplin hace un correcto trabajo donde deja su alma para conseguir dinero para una chica que lo necesita y hacerle pensar que es rico.El final me ha dejado un poco plof y en general como ya digo no me ha parecido tan deslumbrante como otras.
Un 6 le va bien.
Charles Chaplin no ha necesitado ninguna luz para brillar aquí.
Dejando de lado la comedia por un momento, debo decir que es una película con uno de los finales más bonitos que he visto en mi vida. Un desenlace brillante, emotivo y sensacional.
Ahora, teniendo en cuenta la comedia, debo decir que no me ha parecido la mejor de Chaplin en cuanto a la hora de hacer reír. Me he reído, pero me me han divertido más otros films de Charlot. Sin embargo, eso se ve compensado con la maravilla de comedia romántica que se forma al juntar las risas que produce con la ternura y el encanto que transmite.
No me parece la mejor, pero sí un peliculón de principio a fin.
Una joya.
Fantástica, sublime, todo un poema visual, una peli que te ríes a carcajadas (genial la escena de boxeo), que te enamora (¡qué dulce es la violetera!) y que, sobre todo, lloras.
Chaplin, está enorme, Virginia Cherrill enamora y cada uno de los personajes secundarios tienen su encanto propio. El guión es simple, real, Chaplin lo exprime al máximo para que dé lo mejor de sí. Además nunca se hace pesada ni monótona. La bso es genial también, le da ese toque urbano de aquella época.
Escenas a destacar: La del tipo que se intenta suicidar, Chaplin transforma un momento aparentemente tenso y dramático en uno desternillante. Y el final, tan simple y tan bello. Un 10.
¡¡Qué grande eres Charlot!!
Una de las mejores película que he visto en mi vida, todo un poema de buen cine. A la vez que ríes te dan ganas de llorar. Si no la han visto no han vivido, se los dice un amargado.
Críticas: 6
bigladiesman
8
Charles Chaplin coge uno de los argumentos románticos más manidos del mundo y lo rodea de gags clásicos, de puro oficio técnico y de recochineo sobre el clasismo de la sociedad.
Chaplin protagoniza, produce, dirige, escribe y se encarga de la banda sonora. Su actuación como Charlot (o Pequeño Vagabundo), para no variar, es un prodigio de expresiones corporales y faciales dirigidas casi en exclusiva a la risa. Otro cómico veterano, Harry Myers, le da la réplica perfecta como millonario que se emborracha tan terriblemente que se puede decir que tiene una doble vida. Virginia Cherrill, actriz bellísima que se haría inmortal con esta película, es la hermosa violetera ciega, el sueño inalcanzable del siempre quijotesco Charlot. No se puede dudar que la cámara aquí la ama (Chaplin, pues no tanto: se llevaron a matar).
Tozudo como él solo, Chaplin, considerando que el sonido era solo una moda pasajera que jamás podría sustituir a la pantomima, hace una película de enredos planteada para ser 100 % muda y de su estilo: mucho cachondeo y bombardeo de slapstick pero con los sentimientos a flor de piel en los – pocos: esperaba algo ligeramente más serio y sentimental en plan “La quimera del oro”. Por supuesto, el mítico final come aparte - momentos no cómicos y una notable carga satírica.
El perfeccionista cineasta inglés – esta obsesión alargó muchísimo el rodaje - utiliza el sonido tan solo para su música – bastante potable - y los efectos sonoros. También cabe destacar que la escenografía urbana esta casi íntegramente construída en estudio, río incluído.
Grandérrima comedia con los toques sentimentales de Chaplin que se ha ganado montones de aclamaciones y vitoreos. ¿La cumbre de su arte? Personalmente creo que aún no: esto era solo el principio del Chaplin de los años 30. La mordacidad y maestría del cineasta británico solo iría en aumento en sus otras dos obras de la década.
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