Ficha La Hora de las Pistolas

7.13 - Total: 6

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de La Hora de las Pistolas (2)




Mad Warrior

  • 2 Jan 2022

8



El 26 de Octubre de 1.881, en el poblado de Tombstone, tuvo lugar uno de los más famosos y controvertidos enfrentamientos registrados en el salvaje Oeste. 30 segundos, más de treinta disparos.
Los hermanos Earp y John Holliday contra los McLaury, los Clanton, Bill Clayborne y Wes Fuller. Tres muertos y tres heridos. Aquel duelo acabó bautizándose ¨El Tiroteo del O.K. Corral¨.

Sin duda una fecha memorable que ha poblado innumerables obras de ficción (teniendo en cuenta el orgullo de los americanos a la hora de plasmar hechos históricos de su gran nación a través de la vía hollywoodiense), siendo la primera ¨Un Hombre de Paz¨, que Edward Cahn dirigió en 1.932, aunque también encontramos las celebérrimas ¨Pasión de los Fuertes¨, de John Ford, o ¨Duelo de Titanes¨, de John Sturges, ambos siendo relegados a ¨westerns¨ esenciales del género. Sin embargo, por esenciales que sean, la realidad del suceso poco o nada tenía que ver con aquellas representaciones cinematográficas más dadas a la ficción...
En 1.967, diez años después de haber dado su versión sobre el duelo en el O.K., Sturges volvería para ofrecer una mucho más realista e históricamente correcta de la mano de Edward Anhalt tomando de base la novela biográfica ¨Tombstones Epitaph¨, escrita por Douglas Martin. Sin estar sujeto a las decisiones del productor Hal B. Wallis, el cineasta podría exhibir los hechos y sus amargas consecuencias olvidándose del efectismo hollywoodiense, tanto más cuanto que en aquellos tiempos el cine del Oeste entraba en una fase crepuscular donde sus cimientos estaban siendo demolidos por completo.

Degeneración (al tiempo que regeneración) donde se desnudaba al ¨western¨ de su parafernalia más irreal que tuvo su preludio en ¨El Hombre que Mató a Liberty Valance¨, seguida de las obras de Sam Peckinpah, Monte Hellman y de la Trilogía del Dólar de Sergio Leone, rematando así el viaje a los infiernos del género. Este panorama de cambios permitía a Sturges imprimir también una esencia crepuscular y mucho más compleja y melancólica a su fábula, la única (por lo menos hasta esa fecha) que mostraba el tiroteo en Tombstone acercándose a la realidad como ninguna película había hecho antes.
Por supuesto, las influencias de Peckinpah y Leone estarán presentes en el metraje, siendo un claro de ejemplo esa secuencia inicial donde los hermanos Earp y Holliday avanzan hacia el O.K. (principio que parece sacado del de ¨El Bueno, el Feo y el Malo¨ aunque ya estuviese presente en ¨Duelo de Titanes¨) o en la que éste y Wyatt entran en México, que se escoran inevitablemente del lado del ¨western¨ mediterráneo más que del clásico, lo cual termina reforzando la ¨morriconiana¨ música compuesta para la ocasión por Jerry Goldsmith. Tras el duelo, muy distinto de cómo ha sido contado en anteriores ocasiones (pues Isaac Clanton no moría en él, por ejemplo), veremos al agente Wyatt y su compañero de fatigas enzarzándose en una lucha a muerte contra los hombres de Clanton, y no dentro del margen de la ley.

Será ese el dilema que deberá afrontar Wyatt, defensor del orden dominado por un deseo de venganza personal que sobrepasa todos los límites dispuestos por la ley, una ley corrupta al servicio de aquellos que mejor pagan; de este modo se logra un gran contraste entre ese entorno civilizado que propone la película (juicios formales, elecciones, omnipresencia de la política) contra la cruda realidad, donde todo bicho viviente tiene su precio (¨la vida de un hombre...50 dólares¨), un salvaje Oeste en el que un recto agente de la ley puede asesinar a sangre fría (bien reflejado en ese brutal acribillamiento de Warshaw).
El ¨western¨ ha perdido, efectivamente, su belleza. De este desencantamiento es culpable, aparte del acusado tono crepuscular, el personaje de Holliday, jugador empedernido y pistolero sanguinario que sólo vive por dinero y al que no le importa formar un pelotón compuesto de asesinos y cuatreros en defensa de la ley (más o menos como hacía el mayor Dundee en el film de Peckinpah), cuyos días de aventura están a punto de acabar por la tuberculosis. Sus palabras siempre resultan amargas advertencias a los oídos de Wyatt; ¨Todo es pura hipocresía¨, concluirá.

Aun así, Sturges no abandona su particular estilo y nos ofrece unas espectaculares secuencias de acción en la clásica tradición del género, destacando los intensos duelos cara a cara entre los hombres de la ley y los bandidos de Clanton. A la cabeza del reparto, el genial James Garner como Earp acompañado de un inmenso Jason Robards que le despoja constantemente del protagonismo dando vida al mejor John Holliday de la Historia del cine (lo siento por Kirk Douglas); Robert Ryan, por su parte, dará una visión más ¨sofisticada¨ de Isaac que la encarnada por Lyle Bettger en ¨Duelo de Titanes¨.
Resulta curioso que la algarabía cómica de ¨La Batalla de las Colinas del Whisky¨ fuera seguida por un ¨western¨ de tonos crepusculares como el que nos ocupa, donde Sturges se pone más melancólico y violento de lo normal. Infravalorada y denostada por muchos, ¨La Hora de las Pistolas¨ quizá no esté entre las obras maestras del cine ni de su director...

pero su calidad y su visión histórica (aunque es cierto que Isaac nunca fue asesinado por Wyatt en México) la convierten, en mi opinión, en un título de visionado obligatorio para los amantes del género.



Me gusta (0) Reportar

Ryo

  • 15 Sep 2020

8


Estupendo western dirigido por la mano maestra del gran Jhon Sturges.
Un James Garner soberbio dando vida al mitico Wyatt Earp secundado por un altisimo Jason Robards como el entrañable Doc Holliday en una de las tantas adaptaciones sobre el historico personaje.
Robert Ryan interpreta a un sobrio pero correcto villano para una pelicula que esta bastante bien,pero para mi gusto,le hubiesen faltado un par de escenas de tiroteos mas.



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 2


Escribir crítica