Una mojiganga tal que adormece al más despierto. Escrita por el bien encarado de los hermanos Calatrava que a su vez hace las veces de deuteragonista encarnando a un juez incompetente, está protagonizada por el mal encarado, que al tiempo muequea como cocainómano, balbucea absurdeces a tontas y a locas como perro relamiente y extravía la mirada como sufriente de ataques de bestia.
Lo mostrado acá por Canalejas está desarrollado a matacaballo, compuesta según la marcha, sin bien hilar narrada y a conclusiones por arte de biribirloque llegada, de suerte que sus hechuras son pura chapuza soporífera en la cual la encantadora María José Cantudo aparece como mera acompañante con crepe gogólico encajado.
¡Ah, los buñuelos que soy capaz de ver por amor a ¨La Cantudo¨!
P.D. ¡Tened a bien alejaros de tal cosa infecta si no sois de condición coprófoga! Ja, ja, ja.
Parnaso
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Una mojiganga tal que adormece al más despierto. Escrita por el bien encarado de los hermanos Calatrava que a su vez hace las veces de deuteragonista encarnando a un juez incompetente, está protagonizada por el mal encarado, que al tiempo muequea como cocainómano, balbucea absurdeces a tontas y a locas como perro relamiente y extravía la mirada como sufriente de ataques de bestia.
Lo mostrado acá por Canalejas está desarrollado a matacaballo, compuesta según la marcha, sin bien hilar narrada y a conclusiones por arte de biribirloque llegada, de suerte que sus hechuras son pura chapuza soporífera en la cual la encantadora María José Cantudo aparece como mera acompañante con crepe gogólico encajado.
¡Ah, los buñuelos que soy capaz de ver por amor a ¨La Cantudo¨!
P.D. ¡Tened a bien alejaros de tal cosa infecta si no sois de condición coprófoga! Ja, ja, ja.
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