Siguiendo la tradición del clásico ¨krimi¨ alemán, que tanto gusta en la televisión pública de ese país (no en vano, la veterana serie ¨Tatort¨ sigue siendo líder de audiencia en la tarde-noche del domingo...), Stephan Rick realizó este sobrio thriller que si bien no es una película sobresaliente, sí que mantiene efectivamente la tensión a lo largo de su metraje.
Destaca, sobre todo, lo teutón de todo el conjunto. Es una cinta puramente alemana y no se molesta en disimularlo (algo que otros ¨autores¨ como Til Schweiger intentan desgraciadamente hacer en cada una de las películas que realizan en Alemania). Aquí predominan los tonos oscuros, el típico ritmo alemán a la hora de afrontar el trabajo, y el estilo serio pero afable a la hora de encarar las relaciones interpersonales.
Flojean algunas de las interpretaciones, como la del protagonista Maxim Mehment (no así la del espléndido Charly Hübner, en su inquietante papel) y en algunos tramos la cinta se hace algo lenta, pese a que no llega a aburrir en ningún momento. Pero la sensación final que queda cuando aparecen los títulos de crédito es sin duda satisfactoria.
Así que los que estén interesados en ver un thriller alemán de calidad, realista y hasta cierto punto creíble, les recomiendo esta cinta vehementemente.
TheCrow
7
Siguiendo la tradición del clásico ¨krimi¨ alemán, que tanto gusta en la televisión pública de ese país (no en vano, la veterana serie ¨Tatort¨ sigue siendo líder de audiencia en la tarde-noche del domingo...), Stephan Rick realizó este sobrio thriller que si bien no es una película sobresaliente, sí que mantiene efectivamente la tensión a lo largo de su metraje.
Destaca, sobre todo, lo teutón de todo el conjunto. Es una cinta puramente alemana y no se molesta en disimularlo (algo que otros ¨autores¨ como Til Schweiger intentan desgraciadamente hacer en cada una de las películas que realizan en Alemania). Aquí predominan los tonos oscuros, el típico ritmo alemán a la hora de afrontar el trabajo, y el estilo serio pero afable a la hora de encarar las relaciones interpersonales.
Flojean algunas de las interpretaciones, como la del protagonista Maxim Mehment (no así la del espléndido Charly Hübner, en su inquietante papel) y en algunos tramos la cinta se hace algo lenta, pese a que no llega a aburrir en ningún momento. Pero la sensación final que queda cuando aparecen los títulos de crédito es sin duda satisfactoria.
Así que los que estén interesados en ver un thriller alemán de calidad, realista y hasta cierto punto creíble, les recomiendo esta cinta vehementemente.
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