La autora Samira Makhmalbaf (que tenía tan solo 18 años cuando filmo esta ópera prima) nos sumerge en una cultura conocida para ella pero alejada para el común de los espectadores. Perteneciente al movimiento de “La nueva Ola de cine Iraní” logra conciliar dos aspectos que suelen presentarse en el cine Persa de culto: La problemática social (que fue integrada luego de la Revolución Islámica) y el aspecto de Mockumentary (Tiene aspecto de documental y puede tener sustentos y personajes reales, pero está acompañado de un guion o situaciones creadas).
Una de las características más sorprendentes es la forma en que el relato va distorsionando la postura del espectador a medida que se desarrolla, haciéndolo cambiar constantemente de parecer gracias a la dirección de esta magnífica cineasta, que encuentra los modos correctos para guiar el circuito de la exposición tal como una visita guiada a la misma vida real y cotidiana, con sus falencias, carencias, creencias y riquezas, que como podrá apreciar en la cinta, son menores.
En una entrevista que Samira dio en el estreno de la película, conto q luego de largas horas de conversación, terminó convenciendo a esa familia para realizar una película en la que cada uno hiciera de sí mismo lo cual dejo como resultado un film que vaya entre el documental y la ficción.
Se pueden apreciar excelentes escenas fotográficas, con una estética implacable, que pueden llegar a hacer emocionar al espectador, ya que son imágenes con una poesía inmensa que reflejan todo lo que conlleva cada tema abordado en la cinta.
Para concluir con la critica me interesa hacer hincapié en como nos hace reflexionar acerca de la sociedad en que vivimos y como no solo la realidad social generalizada varia a través de diferencias étnicas, religiosas, geográficas y económicas, sino que también difieren las clases de familias, como están compuestas, los roles que se ponen en juego a la hora de establecer vínculos, como afectan estos vínculos a la individualización y que consecuencias trae.
melizugasti
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La autora Samira Makhmalbaf (que tenía tan solo 18 años cuando filmo esta ópera prima) nos sumerge en una cultura conocida para ella pero alejada para el común de los espectadores. Perteneciente al movimiento de “La nueva Ola de cine Iraní” logra conciliar dos aspectos que suelen presentarse en el cine Persa de culto: La problemática social (que fue integrada luego de la Revolución Islámica) y el aspecto de Mockumentary (Tiene aspecto de documental y puede tener sustentos y personajes reales, pero está acompañado de un guion o situaciones creadas).
Una de las características más sorprendentes es la forma en que el relato va distorsionando la postura del espectador a medida que se desarrolla, haciéndolo cambiar constantemente de parecer gracias a la dirección de esta magnífica cineasta, que encuentra los modos correctos para guiar el circuito de la exposición tal como una visita guiada a la misma vida real y cotidiana, con sus falencias, carencias, creencias y riquezas, que como podrá apreciar en la cinta, son menores.
En una entrevista que Samira dio en el estreno de la película, conto q luego de largas horas de conversación, terminó convenciendo a esa familia para realizar una película en la que cada uno hiciera de sí mismo lo cual dejo como resultado un film que vaya entre el documental y la ficción.
Se pueden apreciar excelentes escenas fotográficas, con una estética implacable, que pueden llegar a hacer emocionar al espectador, ya que son imágenes con una poesía inmensa que reflejan todo lo que conlleva cada tema abordado en la cinta.
Para concluir con la critica me interesa hacer hincapié en como nos hace reflexionar acerca de la sociedad en que vivimos y como no solo la realidad social generalizada varia a través de diferencias étnicas, religiosas, geográficas y económicas, sino que también difieren las clases de familias, como están compuestas, los roles que se ponen en juego a la hora de establecer vínculos, como afectan estos vínculos a la individualización y que consecuencias trae.
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