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Una historia bastante ¨extraña¨, con situaciones no menos extrañas.
Aunque por primera vez podré decir que Burt Reynolds hace un papel bordado, sin comentarios ni acciones cargadas de testosterona.
Un argumento basado en la infidelidad, y en como afecta a una persona y a la pareja.
El sufrido protagonista deberá rehacer su vida a partir de ese punto. En su camino de renovación volverá a enamorarse, pero con un tremendo miedo a la decepción y al dolor.
Pero está totalmente confuso, pues todo ha sido forzado, sin que él pudiese tomar parte de la decisión, sino por el acto de salir huyendo porque no podía soportar lo que le han hecho.
Jill Claybourgh es la mujer que entra en su vida, con la que vive felices encuentros y tiene citas divertidas, pero su ex-mujer aparece y los problemas comienzan.
Decente hasta el punto de decir que me desperté en mitad de la noche solo para verla porque me gustó el diálogo entre Reynolds y Claybourgh en el restaurante.
Aunque su parte final es muy liosa, y tiene ese espíritu americano de ¨felicidad incondicional pese a las adversidades¨ (?).

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