Ficha La Cruz de Hierro

6.85 - Total: 35

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de La Cruz de Hierro (6)




[email protected]

  • 14 Apr 2020

7


Muy buena película de Sam Peckinpah (director de las recomendables ¨Los Perros de Paja¨ o ¨La Pandilla Salvaje¨, entre otras). Sin duda sorprende lo moderna que es para la época en montones de cosas.
Es extremadamente violenta y sangrienta. No para de morir gente. Este film es la guerra en su estado más puro.
Tiene una producción inmensa con montones de explosiones, montones de extras, tanques de guerra y demás.
La historia es muy entretenida aunque, lamentablemente, el final me pareció sumamente fácil, poco efectivo y, diciéndolo literalmente, malo.
La música también me gustó.
Recomendable!



Me gusta (0) Reportar

Mad Warrior

  • 2 Feb 2018

8



¨Todo es accidental, accidental por las manos. Las mías, las otras, todas sin mente...de un extremo a otro, y ninguna funciona. Ni funcionará jamás. Aquí estamos, en la tierra de nadie, tú y yo...¨.
En uno de esos momentos que encoge el alma oímos las descorazonadoras palabras del sargento Rolf Steiner, un soldado implacable que sabe lo que es ver caer a un compañero en el barro, un soldado dispuesto a destruir al enemigo, pero no por la patria, las condecoraciones, o los acomodados oficiales a los que ha de obedecer...sino por sus hombres. Únicamente por sus hombres.

Año 1.943, 2.ª Guerra Mundial. Los soldados alemanes resisten atrincherados en el frente Oeste de Taman donde se ven hostigados por las fuerzas soviéticas, las cuales avanzan sin descanso. El curtido pelotón de Steiner resiste la ofensiva, soportando los bombardeos y el progreso del enemigo, anclado en una tierra donde lo único que persevera es la hostilidad, la violencia, el plomo y la sangre, y las esperanzas por ganar la contienda son cada vez menores. No así, para los soldados no hay nada más y con el tiempo ese se ha acabado transformando en su hogar, y más para Steiner, un hombre que vive de, por y para la guerra.
Por el contrario, el recién llegado al frente capitán Stransky, un oficial prusiano, causará tensión entre los soldados, sobre todo por su animadversión hacia Steiner. Este militar aristócrata, hipócrita y oportunista no desea mancharse las manos combatiendo, lo que desea es tener sobre ellas la Cruz de Hierro, condecoración (primero prusiana, luego alemana) otorgada por méritos y actos de gran valor en el campo de batalla.

Con una sobresaliente carrera a sus espaldas donde facturó joyas del ¨western¨ (¨Grupo Salvaje¨, ¨Pat Garrett y Billy, ¨el Niño¨ ¨) y del ¨thriller¨ de acción (¨La Huida¨, ¨Quiero la Cabeza de Alfredo García¨), a Sam Peckinpah le fueron ofrecidos varios proyectos cinematográficos de aires mucho más comerciales, hecho que no le agradaba demasiado, pues si algo odiaba era venderse a los grandes estudios, tales como ¨Superman¨ o el ¨remake¨ de ¨King Kong¨. En un primer momento colaboró en el guión de esta última y estuvo cerca de dirigirla, si no hubiera sido por las peleas que se trajo con los productores, que para él era una constante, con lo que finalmente el rodaje pasó a manos de John Guillermin.
Así fue como trabajó junto a James Hamilton y Walter Kelley en el guión de lo que sería su próximo film, basándose en la novela ¨The Willing Flesh¨ de Willi Heinrich, decidido a involucrarse por primera y única vez en el bélico, rodando con producción británico-germana en tierras yugoslavas. El libro, como era lógico, estaba basado en sucesos reales acaecidos durante la guerra, al igual que el personaje de Steiner.

A finales de los 70, cuando las películas sobre el Vietnam iban a ganar popularidad, gracias a ¨Los Chicos de la Compañía ¨C¨ ¨ o ¨Apocalypse Now¨, Peckinpah se centró en la 2.ª Guerra Mundial y, además, dándole protagonismo no a los americanos, como tantas veces se había hecho, sino al bando enemigo, el alemán. Tras un prólogo de imágenes de archivo donde un sonriente Hitler manda a sus jóvenes aguerridos a una muerte casi segura, el director, destinado a hundirnos de cabeza en un escenario creíble y atroz de contienda bélica, no desarrolla una trama como tal, más bien parece coger su cámara y mostrarnos los horrores de la guerra, de manera directa y sin concesiones, haciéndonos acompañantes de esos hombres atrincherados lejos de sus hogares y más que habituados al barro, a la sangre y a la muerte. El punto clave del film es el cinismo de los personajes, su ambigüedad y sus reflexiones con respecto a la situación que están afrontando.
Para Steiner, paradigma del duro e impasible soldado teutón, no hay nada de honor en la guerra, no siente aprecio por su patria, ni por sus oficiales, ni por las ropas que viste, ni siquiera por la maldita cruz que con tanta avidez anhela Pransky; para él sólo es un pedazo de hierro cuya valía no puede compensar el horror de la batalla. Peckinpah se parte el espinazo por mostrarnos los combates de la manera más realista posible, sirviéndose de su querido ¨slow motion¨ y una cruda ultraviolencia, haciendo gala de un brutal lirismo y un tono antibelicista que se ve aderezado en muchas ocasiones por un aguzado humor negro y un halo de cierta extrañeza, el cual alcanza su máxima en momentos cuasisurrealistas como el paréntesis argumental donde tenemos a Steiner recuperándose en el hospital o cuando éste y su pelotón asaltan la casa ocupada por aquel destacamento femenino enemigo.

El mítico James Coburn vuelve a unirse al director logrando en la piel de Steiner una de las mejores interpretaciones de su carrera y contando a su diestra con el también legendario Maximilian Schell, quien encarna a su antagonista. Otros como James Mason, David Warner, Igor Galo y Klaus Löwitsch, redondean un esforzado reparto que acabó extenuado a las órdenes de ese Peckinpah al que siempre acompañaba su alcohol y su irascible temperamento.
Pese a su irregularidad, su extenso metraje y su pobre acogida en la taquilla americana (bueno, es que la que le hacía la competencia era ¨La Guerra de las Galaxias¨, nada menos), ¨La Cruz de Hierro¨ se ha ganado a pulso el ser una de las obras bélicas más importantes jamás realizadas, de gran influencia para cineastas como Quentin Tarantino, John Woo o Stanley Kubrick, algo que sin duda se nota, y laureada por el mismísimo Orson Welles, quien la consideró la mejor película de guerra desde ¨Sin Novedad en el Frente¨ (¡!), ahí es nada.

Dos años después, el director Andrew McLaglen realizó una bastante mediocre secuela llamada ¨Cerco Roto¨, con diferentes actores interpretando, sin embargo, a los mismos personajes.
Aun sabiendo de sobra que Richard Burton es un gran actor, su Rolf Steiner jamás se podrá equiparar al de James Coburn.



Me gusta (1) Reportar

zamenhof

  • 17 Jan 2017

8


Obra bélica de Peckinpah que no quiso solo centrarse en el aspecto miliar sino que quiso profundizar en el interior de los personajes, sus motivaciones, sus miedos y sus odios a la guerra incluso aunque fuera contra el mismo país.
Coburn volvió a dejar claro que las obras bélicas y de aventuras eran lo suyo llevando el peso de la mayor parte de la película junto con otros personajes que le ayudan en su cruzada.
Más que perfectas las escenas de guerra que Peckinpah montó, con una crudeza extrema y llevándonos el interior de la guerra en su máximo esplendor, el director dio una visión del conflicto sin tapujos.
No decae en ningún momento gracias al buen hacer de los actores y a los cambios de recorrido del pelotón en busca de su salida de Rusia.
Obra imprescindible de Peckinpah.



Me gusta (0) Reportar

Black Metal

  • 9 Apr 2016

6


Sam Peckinpah aparcó sus polémicos westerm para dedicarse al cine bélico.
No absente de polémica, Peckinpah nos ofrece una historia (adaptación sino me equivoco) que pone a los personajes principales en la piel de soldados nazis.
Además podremos deleitarnos con un enfrentamiento artístico e interpretativo entre el gran James Mason, Maximilian Schell y el protagonista, James Coburn.
Tal es el odio hacía el comunismo en norteamérica que, ni corto ni perezoso, Peckinpah adapta una historia que humaniza a los nazis y convierte a los soviéticos en los auténticos enemigos.
A pesar de que la obra fue rodada en Europa, las ideas norteamericanas han sido plasmadas. Y quizá eso es lo que menos me convence.
Como dice el LT. Aldo Raine en Malditos Bastardos: - ¨Los nazis no tienen humanidad. Son soldados odia judíos asesinos de masas y tienen que ser destruidos.¨
Y evidentemente en ese aspecto, aunque el personaje de Coburn sea más agradecido con el enemigo (al menos no violó ni asesino a las mujeres rusas de la base que tomaron) tampoco puedo dejarme encandilar por una obra que representa a los nazis durante la batalla en la península de Tamán.
Lejos de su ideología, la película tiene un reparto estelar que realiza actuaciones solventes y, en el aspecto técnico, las batallas son impresionantes para tratarse de una película de la década de los setenta. Nada que envidiarle a obras bélicas posteriores, con mejor apartado técnico (y económico).
Aceptable.
Su secuencia final es mejor dejarla en el olvido pues, le restaría más puntos (sí, Coburn riendo irónicamente y Maximilian Schell como un idiota, sencillamente, sobraba).



Me gusta (0) Reportar

Dark Crown

  • 10 Feb 2015

10


Un simbolo de la segunda guerra , aqui nos presentan a una de las mejores cintas belicas de la historia luego posteriormente despojada del puesto por ¨Salvar al soldado ryan¨ .

La cruz de hierro es considerada aun una cinta de culto y la mejor del frente ruso , ademas de inovar y ponernos de protagonistas a un peloton de soldados alemanes .

El argumento nos centra en el aguerrido Sgt Steiner un soldado aleman que fue a la guerra solo por su pais y no por Hitler , en la cinta veremos escenas sangrientas y feroces y bien recreados combates contra los rusos , tambien nos muestran conflictos internos entre el recien llegado capitan Stransky un aristocrata cobarde .

Hay escenas macabras haciendola no solamente una simple pelicula belica , escenas oscuras como el asesinato de el joven soldado ruso , la muerte de un nazi a manos de mujeres rusas y Steiner tiroteando a Triebig mientras en su mente ve las caras de sus compañeros muertos . Una muy buena cinta recomendada y con unos creditos escalofriantes.



Me gusta (0) Reportar

bigladiesman

  • 10 Aug 2012

9


Con la descacharrante película (y posterior serie) M*A*S*H, la comedia dramática protagonizada por John Lennon “Cómo gané la guerra”, el desgarrador drama “Johnny cogió su fusil” empezaron a aparecer películas bélicas que en lugar de glorificar la contienda la convertían en el drama que era realmente (el mismo 1977 tuvimos la superproducción –británica, como la presente - “Un puente lejano”, una producción épica que narraba cómo los aliados la cagaron bien cagada en una operación que tenía que ser gloriosa. Los americanos la odiaron durante mucho tiempo).

Este filme de Sam Peckinpah condena el concepto de la guerra como algo glorioso (lo vemos desde los cínicos créditos). Y además lo hace desde el punto de vista del ejército alemán durante la II G.M. No era la primera vez que se intentaba ver la guerra desde el lado perdedor (“El baile de los malditos” o la fallida “Tora! Tora! Tora!” son dos ejemplos), pero nunca desde un punto de vista tan tenaz, realista y crítico: el enfrentamiento interno entre las viejas familias prusianas en busca de gloria, vendidas al nazismo (sin ser necesariamente nazis. Chaqueterismo puro) y a sus acciones criminales por obtener más oropeles y medallitas, y los militares profesionales a quien Hitler se la traía floja y estaban allí porque era su trabajo o porque los habían reclutado a la fuerza (de hecho el único nazi auténtico del pelotón es tratado con asco y desprecio por el resto, que lo consideran un asqueroso asesino).
Maximilian Schell representa aquí al primer grupo y James Coburn y al segundo, en un notable duelo interpretativo: Coburn en su habitual papel de tipo duro con un poco de corazón y el malogrado Schell como pomposo, caricaturescamente cobarde aristócrata. Magníficos intérpretes, a los que se suma el mítico James Mason (un lujazo para cualquier película) y el notable actor de carácter David Warner. La bella pelirroja Senta Berger tiene un pequeño papel y alegra la vista al mismo tiempo que nos muestra el talento que la ha llevado a ser una de las más prestigiosas actrices europeas.

Con un guion del oscarizado creador de “Casablanca”, Julius J. Epstein, basado asimismo en el best-seller de Willi Heinrich (escritor que sirvió en el mismo batallón que sale en su novela, que obtuvo un rotundo éxito en el Reino Unido y en EE.UU.), la película no tiene desperdicio. Su factura técnica es impecable: fotografía magnífica, montaje trepidante, escenas en cámara lenta que realzan la violencia (y es que boches y rusos son presentados como valientes suicidas que van hasta el final: desde el mortero al puñetazo limpio, lo que remarca la cobardía del personaje de Schell y de cierto ruso del que no hablaré porque es spoiler), buen maquillaje (algunas heridas son… Espectaculares, digamos), vestuario y atrezzo absolutamente fieles a la realidad, música de Ernest Gold… Peckinpah en su salsa (rojo sangre, claro).

Una fascinante pesadilla llena de horror, acre ironía sin humor, muerte, desolación… El material del que está hecha la guerra. Una gran película, sin duda.



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 6


Escribir crítica

Tendencia de puntuaciones

0
11%
1
0%
2
2%
3
2%
4
0%
5
2%
6
14%
7
11%
8
17%
9
17%
10
20%