Revisión moderna de las películas setenteras de “búsqueda y venganza” a cargo del Director Andrew Thomas Hunt. Una chica en búsqueda de vengar la muerte de su hermana se infiltra en medio de los tratantes de blancas rusos que han convertido a Toronto en su base de operaciones.

El film tiene una ambientación dirty y de serie B que le quedan bien, por momentos incluso parece una película dura de Europa del Este, cuando en realidad es un film canadiense. A pesar de explorar el submundo de las strippers y la compraventa de sexo, no se abusa de las escenas sexuales y las que se nos presentan no son explicitas y son moderadas en cantidad, aunque por supuesto la belleza de la actriz principal, Shera Bechard es aprovechada en toda ocasión que se presente, sobre todo en la escena en que realiza un strip-tease, que ya de por si hace que valga la pena darle un vistazo a este film. Por cierto, la chica no dice una palabra en toda la película pues supuestamente es muda.

Acción y violencia en dosis justas, una protagonista sexy y silenciosa, el submundo del comercio sexual en Canada y una trama de la vieja escuela de búsqueda y venganza, con un giro inesperado al final, hacen que valga la pena darle una oportunidad a este modesto film canadiense.

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