CINE.
Cuatro letras que significan mucho, una puerta abierta hacia un universo de infinitas posibilidades, sueños que nunca acaban. En el cine no hay ataduras, la imaginación vuela, toma caminos que la vida no puede. Es libre.
Sin embargo, el cine es un reflejo de la misma. Como en la sala del Paradiso, hay risas, lágrimas, miedo, nostalgia, violencia, odio, amor. Aquel que dijo que la vida imita al arte no mentía.
Para la gran mayoría la película que devolvió el esplendor y la belleza al cine italiano, una belleza que provenía de otra época, perdida y recuperada, con pasión, y de la que bien se servirían títulos posteriores como ¨Mediterráneo¨ o ¨La Vida es Bella¨ (también grandes obras, por supuesto). Hoy día permanece como un auténtico clásico, imperecedero, imbatible frente al paso del tiempo, y si se conserva tan bien es por la nostalgia que desprenden sus imágenes, sentimiento que nunca muere. Al final, el cine es derribado para dar paso a unos nuevos aparcamientos, pero, ¿acaso no permanecerá en el recuerdo de la gente del pueblo, que tanto sintió dentro de él? Por siempre.
Tras participar en un documental y lograr reconocimiento con su debut, ¨El Profesor¨, Giuseppe Tornatore, en colaboración con Vanna Paoli, se embarcó en un guión que acabaría siendo su obra maestra. Del éxito del film se encargaría el legendario Franco Cristaldi, productor de ¨Seducida y Abandonada¨, ¨Amarcord¨ o ¨El Nombre de la Rosa¨; del éxito literalmente hablando, pues ¨Cinema Paradiso¨ se había estrenado en Italia con una duración de casi tres horas que acabó en un fracaso de taquilla (quien lo diría). Como el padre Adelfio con las escenas de besos y desnudos, Cristaldi realizó severos cortes en el montaje aprovechando las mejores partes de la historia.
Esta versión, proyectada en Cannes, fue la que hizo del film un bombazo en todo el Mundo, logrando el Gran Premio Especial del Jurado de Cannes y el Oscar a Mejor Película Extranjera. La versión del productor dejaba a un lado la adolescencia y la madurez del protagonista, eliminando mucha trama, y se centraba en su niñez, lo que concedía un significado especial a la palabra nostalgia, seguramente la fórmula ganadora visto desde la perspectiva de Cristaldi. Infancia que Salvatore recuerda por una noticia que le consterna: la muerte de su amigo y mentor Alfredo, el hombre con el que aprendió el significado del cine, desde muy niño, en la cabina del cine Paradiso.
Aquella era la fuente de diversión del pequeño pueblo donde vivía, que atraía a gentes de todas las condiciones, desde arrogantes burgueses hasta campesinos analfabetos, todos juntos en la misma sala compartiendo emociones. En una Italia en plena 2.ª Guerra Mundial, conflictiva y precaria, donde prima la censura, la diferencia de clases y con un padre desaparecido en el frente, a Salvatore lo único que le llena es el cine, paraíso de ensueño en el que perderse olvidando la triste realidad del mundo exterior; su gran amistad con Alfredo, el operador del proyector del lugar, le ayudará a comprender de mejor manera tanto el cine como la misma vida, y lo más importante, a saber diferenciarlos.
Por un lado amistad, confianza, dedicación, amor, libertad, afán de superación; por el otro, guerra, pobreza, tragedia familiar, dolor, severa educación. Todo esto visto con la mayor naturalidad y sencillez a través de los ojos del protagonista, testigo en las distintas fases de la historia de la pérdida de la inocencia, del paso de la infancia a la edad adulta, del paso inexorable del tiempo, del progreso, destructor e inmisericorde (¨la crisis, la televisión, los vídeos...ahora el cine es sólo un sueño¨, dice Spaccafico). Tornatore narra con una sensibilidad, intimidad y profundidad conmovedoras, acercándose a los personajes y logrando que nos identifiquemos fácilmente con ellos.
Recordando los tiempos del neorrealismo, el director combina sabiamente, de un modo veraz y natural, la crítica y el análisis social, el romance, el desparpajo que caracteriza a la comedia italiana y, cómo no, el drama (no creo que sea el único que arranque a llorar en los memorables cinco minutos finales). Pero lo más importante de ¨Cinema Paradiso¨ es que es una película cuya referencia son todas las películas, un homenaje en el sentido más amplio de la palabra al mundo del cine, no sólo a títulos en concreto, sino a todo, a los directores, las estrellas, la cámara, el proyector, el fotograma, la bobina, la pantalla, a lo que había delante y detrás, y al abanico de sensaciones que causaba, desde lágrimas de tristeza a sonoras carcajadas.
Todo ello queda adornado con brillantes aspectos técnicos como la fotografía de Blasco Giurato, la bellísima música de Morricone, quien consigue aquí una de sus obras maestras, y la puesta en escena, fascinante por su sencillez. A esto se suman las inolvidables interpretaciones de Philipe Noiret, Jacques Perrin, Marco Leonardi, el pequeño Salvatore Cascio, Antonella Attili o Leopoldo Trieste, quienes más que actuar viven sus personajes.
¨La vida no es como la has visto en el cine¨, dice Alfredo a Salvatore. Y es que en la vida real no podemos cruzar la barrera del tiempo con un fundido a negro, ni emplear un corte rápido para evitar un momento doloroso, ni usar la cámara lenta para que ese beso con la mujer amada nunca termine, ni hacer que un ¨flashback¨ nos devuelva a aquel ser querido que murió hace tiempo. Es cierto, la vida no es como el cine...ojalá lo fuera.
Pero hagamos lo que hagamos, tanto en lo uno como en lo otro, hemos de amarlo.
De esas que te hacen reír y llorar…pero llorar, sobre todo al final. Desde ¨Titanic¨, y eso que no la veo desde hace bastante tiempo, no lloré tanto al ver una película.
Philippe Noiret, Jacques Perrin, Salvatore Cascio, Agnese Nano, que gran reparto; que gracias a la escenografía, la música y el montaje, todo se une para convertir ¨Cinema Paradiso¨ en una cinta de culto donde se nos hace tener una encantadora melancolía por aquello que se llamaba CINE, pero, eso, así, con mayúsculas.
El momento en el que se ve el primer beso en el cine hace que te den ganas de aplaudir, en el que se inaugura el nuevo edificio trae nostalgia, en el que lo derriban tristeza, y el final, con ese ya adulto Totó en su sala, viendo los cortes suprimidos por la censura que le dejó Alfredo es una de esas secuencias para recordar toda la vida.
Así que yo...le doy el 10.
Una película maravillosa.
¨Cinema paradiso¨ es encantadora. Tal vez no se pueda decir que sea una obra maestra, pero enamora a más de uno.
Tiene un encanto único y personal, que pocas se ha visto; y ese encanto envuelve todo el largometraje para hacernos disfrutar de esta pequeña maravilla.
Con una banda sonora de 10, además de ser apropiada y que pone los pelos de punta; con unas actuaciones magníficas; con una dirección más que buena; con un guión algo sencillo pero llena de mensajes y de frases dignas de ser recordadas toda la vida; con una buena fotografía; y con un final impresionante y emotivo.
Pero no todo es camino de rosas. La primera parte del film es realmente brillante; mientras que la segunda sigue siéndolo pero se hace algo más monótona y sencilla, con menos gracia que la primera.
Sin embargo, el tramo final es maravilloso, y la primera parte también, así que compensa con creces la parte intermedia.
No le daría un notable alto entero, sino un 7.8 aproximadamente, ya que considero que se acerca mucho al 8, pero no lo llega a tocar. Pero redondeando, se lo tengo que otorgar.
Fantástica.
Una joyita de joyitas. Un soundtrack mas que espectacular y un final que es hermoso. Quizás alguien, como yo, puede que se sienta identificado con el protagonista... A veces uno abandona a los seres que ama para poder luchar por su sueño... Película que si no la vieron, veanla porque lo merece.
Excellente película italiana. Estuve al borde del llanto. Muy entretenida, emototiva y excellente. Muy recomendable. De lo mejor que vi en estos tiempos. Muy recomendable. Mi nota es un 10/10
¡¡ Que película más emotiva!! la relación afectiva que une al niño con Alfredo es una de las más logradas y lacrimales del cine en toda su historia. Y todo ayudado por el magnífico labor de Tornatore, la fotografía, montaje y en especial las mejores composiciones de Morricone plasmadas y perfectas como este genio entiende toda esta hermosa historia. Imprescindible cinta que cada día gana más adeptos y cada día es mas clásica.
Cinema paradiso es una joya cinematográfica inigualable y es una de las más concretas películas de la historia que mejor tratan el paso del tiempo y el tema melancólico, llevados de la mano con los secretos del cine y los tabúes de éste a mediados del siglo pasado. “Toto” comienza una andanada de recuerdos de su infancia y adolescencia ante una trágica noticia relacionada con Alfredo, el otro personaje que junto a Toto, les une un lazo afectivo de por vida y serán los protagonistas totalmente centrales de la historia. Todo lo circulante a las proyecciones en el cine y las cintas que el viejo obsequia al niño, es tan importante (y una de las claves del gran descenlace) como los mismos protagonistas. Es común que el espectador seguramente espere un final muy distinto, una vuelta de tuerca en la historia, y eso tal vez nunca ocurra. El final no es grandilocuente, pero es sencillamente conmovedor, certero y melancólico hasta las lágrimas.
Gran pelicula, queda para siempre en tu memoria, muestra humanos que sobresalen valoricamente de lo normal, eso sin dejar de ser simples personas o transfromalas en heroes.
Quizas muy dulzona a veces, pero logra a cabalidad el proposito de emocionar hasta las patas
Film entrañable, esplendido, con una carga de comedia y drama emocionalmente insuperable en la relacion entre el niño y el encargado del cine y de dar rienda suelta a las cintas que se visionan. Una de esas peliculas que te hacen reir pero a su vez llorar durante su desarrollo, con ese tipico cine de barrio o de pueblo pequeño que siempre uno recuerda en su vida de adulto. Las historias que alla dentro pasaron en la infancia forman parte de la vida de uno mismo. Una gran joya del cine que descubri hace años por casualidad y que siempre quedo en mi recuerdo.
Fantastico film, entre los mas valorados de siempre.
Entrañable película de finales de los ochenta, y es que este film mezcla muchos géneros, tales como drama, comedi y amor. Actuaciones memorables para un film de culto que no deja indiferete a nadie.
Una película realmente entrañable, de esas que recuerdas por siempre. Mezcla drama, comedia y amor de manera exquisita, en un guión repleto de pasión al cine. Magnífica.
LO MEJOR: Todo; las actuaciones, el tema de la banda sonora, el ritmo, la trama.
LO PEOR: Quizá la primera parte de la película (la infancia de Totó) resulta más amena que la segunda.
Críticas: 12
TANO
10
Una obra de arte cinematográfica. Una oda al cine clásico, y al mismo tiempo una gran ambientación de la Italia de pueblo pequeño de la post-guerra, todo esto usando la historia de un hombre, desde su infancia hasta su juventud, y un poco en su madurez.
Totó, un chico de un pueblo pequeño, su relación con los distintos personajes del pueblo, centrada en el pequeño cine del pueblo. La historia de una gran amistad entre el niño y Alfredo, el encargado de poner las películas.
Una película dramática, atractiva, con partes realmente emotivas que es imposible que no acaben saltándote las lágrimas.
Una película sobre amistad, sobre amor, sobre la madurez, sobre el paso del tiempo y los cambios que ello atañe.
Una película que todo el mundo debería ver. Es demasiado buena.
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