Película que me daba curiosidad por el simple hecho de estar dirigida por un director que me gusta y tener un elenco de actores reconocidos (casi todos buenos actores como es el caso de Joaquín Phoenix o Benicio del Toro) pero, lamentablemente, fue una decepción.
Para empezar la historia se nota que es pretenciosa. Y digo que se nota porque la trama no la entendí en lo absoluto pero me di cuenta de que tiene ciertos debates filosóficos que terminan llevando a ningún lado.
Sacando eso, no aburre del todo debido a que está excelentemente filmada, tiene linda fotografía y magníficas actuaciones.
Pero lo más importante, que es la trama, no funciona.
No la recomiendo!
Un misterioso promotor inmobiliario, una ex-novia desaparecida, un policía torpe y corrupto, un gangster sádico, un dentista excéntrico y pederasta, un informante de la policía que no puede volver con su familia, un grupo de nazis peligrosos...y un montón de tías, dinero y marihuana de por medio.
Sin duda este es el caso más grande y enrevesado al que se ha tenido que enfrentar el pintoresco detective privado Larry ¨Doc¨ Sportello.
Es bien sabido que uno de los escritores americanos más brillantes e interesantes de los últimos cincuenta años es Thomas Pynchon. De inclasificable estilo (muchos lo llaman post-modernista), densos argumentos, amante de la literatura ¨pulp¨, gran defensor de su vida privada y con una visión muy particular sobre temas sociales, políticos, religiosos, psicológicos, sexuales, históricos y culturales, su admiración por él y su trabajo ha ido en aumento, así como la influencia que ha ejercido sobre artistas de las más diversas índoles, desde que publicase su primera novela a comienzos de los 60 y ganase gran reconocimiento por ¨Gravitys Rainbow¨.
Y entre estos artistas se halla Paul Thomas Anderson, uno de los cineastas contemporáneos más controvertidos, que tras su tratamiento sobre la secta de la cienciología y su creación en ¨The Master¨, decidió trasladar a la gran pantalla la penúltima obra de Pynchon (la primera llevada al cine), ¨Inherent Vice¨, una mezcla sin parangón entre la clásica novela policíaca y la contracultura de los 70. La pasión de Anderson por la novela, que es enorme como se puede apreciar, provocó que las más de 300 páginas de ésta fuesen adaptadas a guión casi palabra por palabra, aunque eliminando algunos capítulos y personajes.
¨Puro Vicio¨ nos sumerge en la ardua investigación de un sagaz detective anclado en Gordita Beach y ¨hippie¨ consagrado llamado ¨Doc¨ Sportello, que comienza cuando su ex-novia Shasta le revela que ahora mantiene una relación con Mickey Wolfmann, un adinerado promotor inmobiliario que mantiene buenas relaciones con la Hermandad Aria cuya maliciosa esposa está planeando meter en un manicomio y quedarse con su dinero, cosa que Shasta desea evitar a toda costa.
A Sportello se le acumula el trabajo cuando un miembro de la Black Guerilla Family le pide que encuentre a un tipo, casualmente el guardaespaldas de Wolfmann, que le debe dinero, y sobre todo cuando una ex-yonqui le contrata para que localice a su marido Coy Harlingen, supuestamente fallecido; al detective no le queda más remedio que acudir a ¨Bigfoot¨, un duro y algo patético oficial de policía con el que mantiene una relación de amistad/odio muy interesante. Sportello no deja de averiguar nombres y pistas que no llevan a ningún sitio pero que al parecer están relacionadas con Wolfmann, aunque lo más importante es descubrir dos cosas: ¿qué el Colmillo Dorado y dónde está la recién desaparecida Shasta?
Con un amor sin igual por la literatura de Pynchon, Anderson nos sitúa en una tierra dominada por un gran malestar en la que miles de jóvenes hartos de la masacre vietnamita se convierten en revolucionarios contra su país, en la que Charles Manson es el centro de atención, en la que el periodismo ¨gonzo¨ empieza a cobrar protagonismo y en la que importantes cambios sociales van a acabar con una generación: la ¨hippie¨. El escenario es, efectivamente, la Norteamérica de los 70, y en ella el director desarrolla una enrevesadísima trama en la que no cesa la aparición continua de personajes (casi final de película y aún siguen apareciendo...) y que sigue los cánones del cine negro y policíaco, combinándose el estilo de Raymond Chandler y Agatha Christie con las alocadas peripecias de Cheech & Chong y teniendo ¨El Sueño Eterno¨ de Hawks como referencia más cercana, aunque muchas veces la película recuerde al cine de Tarantino, Scorsese o los Coen (más que evidente).
Con un humor irreverente y negro a más no poder, un poder visual arrollador y un gran dominio de la estructura narrativa, a la que Anderson se mantiene muy fiel, ¨Puro Vicio¨ presenta un análisis en profundidad, colorista, excesivo, oscuro y en cierto modo caricaturesco aunque muy realista, de la sociedad americana (más bien californiana) recién entrada en los 70 y su (contra)cultura al tiempo que imbuye al espectador, entre sexo, violencia y el olor de las drogas, en una inmensa trama de suspense que parece no tener fin, que se retuerce y se enmaraña dejándonos al final con la duda de si hemos descubierto algo o no, y lo más importante: si nos ha servido de algo. De paso el director toca otra vez el tema de las sectas y los cultos, como hizo en ¨The Master¨, aunque desde una perspectiva del todo diferente.
Un enorme Joaquin Phoenix, en su segunda colaboración con Anderson, lleva la batuta durante todo el film e imposible resulta fijarse en otro personaje cuando entra en escena su simpático y colgado detective Sportello, una desgreñada fusión entre J.J. Gittes, Philip Marlowe y Jeff Lebowski. A éste le acompañan una retahíla de geniales actores entre los que destacan Katherine Waterson, Owen Wilson, Martin Short, Eric Roberts, Jena Malone, Benicio del Toro y un Josh Brolin del todo impagable.
Hay que verla más de una vez (o más...) para que acabe gustando, su duración puede agobiar, la historia es de todo menos comprensible y el final feliz de Coy y su esposa no convence demasiado, es cierto, pero es que es tan disparatada, tan llena de interesantes subtramas, tan triste en cierto sentido, tan profunda y romántica y con una banda sonora tan buena que resulta difícil resistirse a su encanto.
La última escena que se da entre ¨Bigfoot¨ y ¨Doc¨, quizá la más graciosa de la película, es antológica.
Del director de ¨Petróleo Sangriento¨ y ¨Embriagado de Amor¨, entre otros llega este título policial, esta película detectivesca, llena de psicodelia y decadencia.
¨Vicio Propio¨, título basado en una novela del pocas veces visto Tomas Pynchon.
La trama no es tan compleja como parece, pasa que la narración es intrincada, Pynchon nunca fue un narrador tradicional y tratar de adaptarlo es meterse en camisa de once balas, incluso para alguien del talento de Thomas Anderson.
Así y todo, y cargando con muchos defectos Anderson nos deja un policial regular, realzado por unos momentos muy entretenidos. Respaldado por una gran dirección de actores y un reparto soberbio. Como si el protagónico de Phoenix no fuera suficiente uno no se cansa de ir viendo desfilar por estas dos horas y media del metraje, a grandes estrellas del celuloide, o bueno, de la película digital. Aparecen Josh Brolin, Jena Malone, Reese Witherspoon, Owen Wilson, Benicio del Toro, Eric Roberts, en un momento uno dice: ¨Pará, ¿en qué momento aparece Daniel Day Louis?¨.
Pero a despecho de esto, la historia tiene sus baches y lagunas, momentos que dispersan al espectador y le hacen plantearse respecto a que es lo que verdaderamente quiso decir Paul, con tales planos y acciones. Aunque el metraje oculta unos cuadros estupendos, realzados por la siempre correctas fotografía y arte, por ahí el director se pasa en críptico y quedan un par de cosas en el aire.
Fenomenal el uso de las drogas en esta película así como de la música enlatada. Aunque a años luz quede de títulos como ¨Magnolia¨ o ¨The Master¨, ¨Vicio Propio¨ aprueba, con su buena dirección y elenco de lujo. Además de guardar un par de momentos memorables.
Puntuación personal: 6/10 (Bueno).
La vi con muchas ganas cuando salio y la verdad que no tenia un día muy inspirado porque me dejo bastante frío aunque no me disgusto,imagino que tener el listón tan alto con ¨Pozos de Ambición¨ y ¨The Master¨ también tuvo algo que ver,la he vuelto a ver unos añitos después y aunque he conseguido apreciarla mas hay cosas que se me siguen haciendo un poco cuesta arriba. He leído por ahí que la obra del escritor por lo general es muy dificil de adaptar al cine y que esta es la mas accesible,aquí la historia es muy laberintica,hay algunos momentos que no sabes bien que es lo que esta pasando,muchos secundarios de lujo que van saliendo y situaciones hilirantes y extrañas en las que te puedes a llegar a perder en algún momento,eso si la película tiene algo que engancha durante mas de las dos largas horas que dura,imagino que debido al trabajo del director con una puesta en escena brillante y a las actuaciones destacando Josh Brolin y especialmente la de Joaquin Phoenix que esta otra vez descomunal.
Hay que verla mas de una vez para desenredar todo lo que hay ahí metido.
Críticas: 5
Vortex
10
Que peliculon el que se mando Paul Thomas Anderson una auténtica obra sicodelica, sicotropica solo un director de este calibre tiene huevos de hacer una monumental y esperpentica historia deconstruida en noir con un colosal phoenix, acusada de que es vacía cuando se cuenta como los estados unidos y el sueño americano fue una mentira y como la destruye un tipo que puso de cabeza a un movimiento grandísimas las referencias a Manson por parte de anderson. Obra maestra y de culto lo que a perpetrado el genio de tennesse
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