(Sin jactarme de nada, puede quedarse tranquilo que la siguiente crítica es la más objetiva y sustancial que se haya hecho sobre el film. Parece ser que muchos ¨críticos¨ no pueden escribir con imparcialidad: o tiran pestes porque lo odian, o tiran flores porque lo aman. Y ¿Cual es mi caso??? Leanlo ustedes mismos)



Bueno, ¿Por qué no hacer una película sobre él? Si tuvo el logro monumental de promover una masa gigantesca de fans (la suficiente cantidad para no tener números exactos) con tan poco material (2 álbumes que no superan las 10 canciones), además de ser un fenómeno desde antes de registrar una canción oficial; un documento fílmico sobre este movimiento es viable, ya que permite estirar el tiempo en que el cantante lanzaba otro CD, económicamente saldría bien (Muuuuuy bien); pero por sobre todo es necesario tener un somero pantallazo de la realidad caótica de la nueva era popular; un chico nacido de las redes sociales que tranquilamente sería objeto de discusión en universidades, tesis de sociología, explicaciones acerca de la cultura pop y la incidencia del internet sobre las personas ¿Quién es él? ¿Como es posible tanto amor hacia él? ¿Por qué muchos lo odian? Desde la Beatlemanía, hasta el impacto de Britney Spears como un estándar de lo que debe ser la moderna ¨Madonna Next Door¨ para dejar su huella en la contemporaneidad. Y bueno, podría citar otro ejemplo más, como Bob Dylan con su genio y protestas sociales fue altamente canonizado hasta el punto de él mismo renegar de su propia obra (e intentar sabotear su legado, con ¨Self Portrait¨ y ¨Dylan¨). Lo de Justin Bieber no es sorprendente y desde luego nada alarmante; solo un retroceso alegre a la fiesta y el fanatismo de un siglo vertiginoso y no siempre inocente o divertido. Incluso irónico: Si Lady Gaga llegó para salvar la música de ser excesivamente indulgente y ligera, él es diametralmente opuesto y consigue con suceso una porción para nada despreciable de seguidores mientras es un mecanismo impulsor del Mainstream Pop, de lo que debe sonar ahora; se diría que ya superó a Gaga en su propio juego. Con su guitarra y corta edad, no es difícil concluir en decir que Justin Bieber es una versión actual de los niños del Teen Pop despertado de los años 50 o tal vez 60 (¿alguien nombró el programa ¨The Andy William Show¨?) pero ayudado por una globalización y difusión que lo convierte en una estrella internacional, y siendo verdaderamente un fenómeno pop

Cualquier debate acerca de Bieber debe tocar, en forma implícita o no, el enfoque sociológico. No puede quedar excluido ¿De Quién estamos hablando? ¡De la quimera más grande del planeta ahora!. Tal vez no tenga la trascendencia de Michael Jackson con su Moonwalker o Madonna con el ombligo a la vista en ¨Lucky Star¨ o la declaración anti aborto de ¨Papa Don¨t Preach¨; pero ¡Vamos! ¡Es un super fenómeno! Lamentablemente el film no cumple los pasos que uno calcula. O quizás sí, porque es al fin y al cabo un artículo a la venta, y debe ser tratado como tal. Con una duración de 1 hora 40 min. resulta aburrido; un documental construido con el único propósito de realzar a Bieber como una persona adorable, sensible, travieso, juguetón e inspirador, que llenaría el Madison Square Garden. Todos estos conceptos están destinados a enardecer a los seguidores; y mientras algunas cosas funcionan (variados chistes efectivos, su habilidad innata para la batería y el canto, la temprana energía de un artista) es un poquito demasiado; bastante indulgente. En cuanto a la Beliebermanía, es descrita solo como una urbe de insaciables que lo aman y aman y aman, cuando una visión más inteligente podría formar vertientes a partir de los Beliebers: estudiar la fanbase como un engranaje de la cultura, algo que aquí no explora. Por supuesto ¿Para que hacer un documental profundo? Esto va a atraer a los fans de él, pero no cualquier fan; no el que se dedica a comprar sus discos y escuchar su música; sino a uno más perverso: aquel que viva a través de Bieber, que sienta cuando él sienta, el que introyecte todas sus emociones triviales como si fuese un voyeur sentimental. Sin embargo, para aquellos que hayan visto algo de su luz en las irresistibles ¨Baby¨ y ¨Runaway Love¨ y guste de investigar a Justin Bieber por ser un personaje actual ciertamente se sentirá afuera de esto más de una vez. Las intenciones de poseer en su haber un propio documental es loable por lo que él representa; pero carece del razonamiento de abrirse a un público más heterogéneo, relegándose a un producto del mercado que vió oportunidad de adaptar los logros de un chico corriente, ahora convertido en la mayor superestrella del mundo en estos momentos

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Critico sin ser fan de este cantante no le tengo mala a este cantante porque tampoco no canta mal que digamos pero ya pero hablando de la peli es mala me aburrio mucho y es ovbio ya que ni me gusta su musica, parese como un mokumentary mal hecho (algunas veces), es ovbio que este producto esta directamente para sus fans pero yo me arriesgue a verlo xd y nose como que en algunas partes me parecio muy fingido, un 1.

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Aquien se le ocurre gastar un paston en esta basura? Da asco ver esta pelicula. Mas aburriida que zombie nation. Un 0 de los grandes.

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Aburre y mucho. Cuando no son imágenes de conciertos rodadas con el culo, son montajes muy cutres en los que salen fotos suyas, de fans o comentarios de Twitter (horrendo este último), estampas rebosantes de naturalidad familiar fingida y entrevistas que lo único que revelan de Justin es que: 1) es genial y 2) aún es joven. ¡Guau!

Por otro lado, omite muchísimas cosas. No hay ni una palabra negativa sobre él, y si hay algún leve comentario en contra, es de lo más light y condescendiente. Esto le resta credibilidad como documental (aún más), hasta el punto de parecer un ejercicio de ombliguismo que se carga la imagen humilde que quieren vender.

En fin. ¨Justin Bieber: Never Say Never¨ no es ni más ni menos que un subproducto para fans en el que se repite, sin gracia, lo mismo de siempre. Tal vez no sea yo quien deba juzgarlo, sino las niñas que vean esto y se lo crean (ya les dará tiempo a avergonzarse, ya), pero al margen de sentimientos sobre el personaje, creo que su calidad cinematográfica es terrible y eso no tiene excusa.

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