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Y por fin llegó el momento de volver a juntar en la misma película a las dos estrellas de la década de los setenta; Hoffman vs. De Niro.
Claramente, Dustin Hoffman hace un papelón que deja a Robert de Niro por debajo de su sombra, cuando era en la primera parte, eso mismo lo que le ocurrió a Ben Stiller con De Niro.
Ya habían actuado anteriormente por dos veces; la primera apenas tuvierón secuencias juntos y allí De Niro hizo un papel mucho mejor (¨Sleepers¨), la segunda vez De Niro actúo correctamente y Hoffman demasiado extravagante, yo diría que quedarón empatados (¨La Cortina de Humo¨).
Pero aquí, está vez Dustin Hoffman es lo mejor de la película. No quiero decir que las intervenciones de Robert De Niro no tengan gracia, que si la tienen, pero ya de otra forma distinta, más forzadas.
Sigue el camino de la original, muy tópica en demasiados aspectos, previsible en otros tantos, pero los diálogos son está vez mucho más fluídos y humorísticos.
Unos puntazos muy barbaros como el de Robert De Niro con el pecho de látex o el bebé al que hay que tratarle como a un adulto.
Superior en todo a la primera parte. Si quieres reirte de verdad, está es la más adecuada.

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