Atrapado fue una noche de diciembre de 1577, tapados los ojos porque si despertara no supiera donde se encontraba. Presenciado fue al tribunal de la Orden de Monte Carmelo en que llevaba por nombre Juan de Santo Matía, que instóle confesar de su reforma teresiana no haciéndolo, conque fue conducido a la dicha celda donde pasó grandíssimas penurias; comiendo cuscurros de pan, utilizando siempre el mesmo hábito que en verano pegábasale a la piel e a ello adheríanse los pioxos por las heces allá quedadas cuya peste hacíanle devolver, e aprovechando la una poca luz que entraba al mediodía por la aspillera a leer. Comenzó a cambiar su suerte un día que un alcaide fue compasivo con él e pluma, papel e tixeras e hilo diole para el hábito enmendarse. En eso, un día, una clara luz aparéciole por el aspillera en forma de inspiración que sirvióle a sus poemas; con la que una dellas cuenta, distorsionando un mucho la real historia, su enamoramiento por supuesto arte del demonio de la hermana Santa Teresa de Jesús, la cual está encarnada por la desabrida Julie Delpy, que apenas habla, ¡y mejor está!, e hizo aparejos para poder escapar del zulo, que ansí se le ve descendiendo de una cara del impresionante castillo Loarre; que allá fueron grabadas algunas escenas.
La historia magnética e intimista es, Juan Diego encarna perfeto al abulense Juan de la Cruz estando al servicio de la película, siendo el absoluto protagonista, aparesciendo en todo momento en pantalla no cansando, si bien en ocasiones, excedese haciendo figuras e recreándose en su afligimiento. En lo tocante a la escenografía decir que la cosa está bien medida, que la luz tenue fascina y en ello mete, causando paz. Demás que es bien desarrollada la histori e vives en propias carnes sus aflicciones.
Parnaso
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Atrapado fue una noche de diciembre de 1577, tapados los ojos porque si despertara no supiera donde se encontraba. Presenciado fue al tribunal de la Orden de Monte Carmelo en que llevaba por nombre Juan de Santo Matía, que instóle confesar de su reforma teresiana no haciéndolo, conque fue conducido a la dicha celda donde pasó grandíssimas penurias; comiendo cuscurros de pan, utilizando siempre el mesmo hábito que en verano pegábasale a la piel e a ello adheríanse los pioxos por las heces allá quedadas cuya peste hacíanle devolver, e aprovechando la una poca luz que entraba al mediodía por la aspillera a leer. Comenzó a cambiar su suerte un día que un alcaide fue compasivo con él e pluma, papel e tixeras e hilo diole para el hábito enmendarse. En eso, un día, una clara luz aparéciole por el aspillera en forma de inspiración que sirvióle a sus poemas; con la que una dellas cuenta, distorsionando un mucho la real historia, su enamoramiento por supuesto arte del demonio de la hermana Santa Teresa de Jesús, la cual está encarnada por la desabrida Julie Delpy, que apenas habla, ¡y mejor está!, e hizo aparejos para poder escapar del zulo, que ansí se le ve descendiendo de una cara del impresionante castillo Loarre; que allá fueron grabadas algunas escenas.
La historia magnética e intimista es, Juan Diego encarna perfeto al abulense Juan de la Cruz estando al servicio de la película, siendo el absoluto protagonista, aparesciendo en todo momento en pantalla no cansando, si bien en ocasiones, excedese haciendo figuras e recreándose en su afligimiento. En lo tocante a la escenografía decir que la cosa está bien medida, que la luz tenue fascina y en ello mete, causando paz. Demás que es bien desarrollada la histori e vives en propias carnes sus aflicciones.
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