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Está es una de esas películas que si se hubiese hecho en los años ochenta con mejores (y más) medios para los efectos visuales, le daría cierto encanto y no el momento vergonzoso de ver ¨fantasmas¨ que no son otra cosa que 5 extras disfrazados con un traje blanco que se nota a leguas, sobre todo cuando entrenan a Jackie y se ven las costuras (en los costados).
¿Y esas pelucas rojas? ¿Y esas faldas? vale... por que son fantasmas, sino pensaría que Jackie esta aprendiendo los 5 puños gracias a una tribú africana... ¡por dios! es vergonzoso...
Lo mejor de todo es que es una de esas películas que le quitas esos patéticos momentos y se convierte en una de las mejores actuaciones de kung-fu de sus clásicos de los 70.
Con un rencoroso y cruel villano que va eliminando uno a uno a los jefes de los clanes para hacerse él, el jefe supremo de todos ellos.
Siendo invencible por su técnica aprendida por un libro que fué robado al templo Shaolin y que solamente un libro ya desaparecido puede contrarrestar.
Jackie lo encuentra cuando descubré que la biblioteca del templo ha sido encantada por un grupo de fantasmas, que no son otra cosa que los 5 maestros del desaparecido libro que todos buscan.
Jackie entrenado en la técnica, sin miedo y con valor decide enfrentarse a él, y desenmascarar a los que han ido asesinando y culpabilizando a inocentes monjes shaolin.

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