Pues no es Marisol santo de mi devoción; cuando comienza a cantar las ventanas de mi casa echan a temblar, ¡y es que sus quiebros son tan estridentes! La relación con su abuelo es lo más destacado de este film que a medida que va avanzando torna en gran mazacote.
Parnaso
4
Pues no es Marisol santo de mi devoción; cuando comienza a cantar las ventanas de mi casa echan a temblar, ¡y es que sus quiebros son tan estridentes! La relación con su abuelo es lo más destacado de este film que a medida que va avanzando torna en gran mazacote.
Me gusta (0) Reportar