Una reunión de antihéroes se da cita en un refugio en medio de un páramo nevado.
La situación hostil no tarda en hacer acto de presencia. Cualquier personaje que va apareciendo a lo largo de los primeros minutos no inspira confianza, ni siquiera el propio Kurt Russell, con ese carácter cruel hacia la rehén que transporta.
Tarantino me hizo pensar que su octava película es todo un homenaje al cine de Sam Peckinpah, pero no únicamente al de este gran director, sino también algo de Leone, John Ford e incluso Howard Hawks. Pues lo que tenemos en nuestras manos podría ser perfectamente la combinación de Grupo Salvaje, La Diligencia y Rio Bravo.
Es curioso que tras tantos años dedicado a componer grandes bandas sonoras, algunas inolvidables y otras inmortales, el maestro Morricone recibe su merecidísimo galardón por el trabajo aquí expuesto, que no es ni de largo el mejor. Aunque es una gran banda sonora, todo hay que decirlo...
Tarantino vuelve a recurrir a sus actores fetiche; alguno de ellos en la cuerda floja de su carrera (Michael Madsen), y otro desaparecido del panorama (Bruce Dern).
Pero lo curioso o incluso sorprendente, y que ni ella misma esperaba, es la parte que le tocó a Jennifer Jason Leigh, una actriz que empezó pisando fuerte, una esplendida carrera y de pronto se quedó a medio camino. Aparece Quentin le ofrece un papel en un rol bastante secundario pero con importancia, y ¡zas! nominada a mejor actriz.
Gran parte del metraje se desarrolla en el interior de la cabaña de Minnie, y es ahí donde nuestras protagonistas destacan papeles y roles. El gran Russell se los come a todos mientras sigue con vida. Después le cede el relevo a Jackson que ya venía apretando, pero la sorpresa la ofrece Walter Goddins en el último tercio del largometraje, quien sin duda se alza como gran revelación ofreciéndonos una completa actuación, desde personaje misterioso y odioso, poco fiable y además sureño, pero que en ningún momento mintió sobre su posición y se enfrentó como su estrella indica, contra los criminales, apoyado o apoyando a quien más odiaba. Excelente.
Black Metal
7
Una reunión de antihéroes se da cita en un refugio en medio de un páramo nevado.
La situación hostil no tarda en hacer acto de presencia. Cualquier personaje que va apareciendo a lo largo de los primeros minutos no inspira confianza, ni siquiera el propio Kurt Russell, con ese carácter cruel hacia la rehén que transporta.
Tarantino me hizo pensar que su octava película es todo un homenaje al cine de Sam Peckinpah, pero no únicamente al de este gran director, sino también algo de Leone, John Ford e incluso Howard Hawks. Pues lo que tenemos en nuestras manos podría ser perfectamente la combinación de Grupo Salvaje, La Diligencia y Rio Bravo.
Es curioso que tras tantos años dedicado a componer grandes bandas sonoras, algunas inolvidables y otras inmortales, el maestro Morricone recibe su merecidísimo galardón por el trabajo aquí expuesto, que no es ni de largo el mejor. Aunque es una gran banda sonora, todo hay que decirlo...
Tarantino vuelve a recurrir a sus actores fetiche; alguno de ellos en la cuerda floja de su carrera (Michael Madsen), y otro desaparecido del panorama (Bruce Dern).
Pero lo curioso o incluso sorprendente, y que ni ella misma esperaba, es la parte que le tocó a Jennifer Jason Leigh, una actriz que empezó pisando fuerte, una esplendida carrera y de pronto se quedó a medio camino. Aparece Quentin le ofrece un papel en un rol bastante secundario pero con importancia, y ¡zas! nominada a mejor actriz.
Gran parte del metraje se desarrolla en el interior de la cabaña de Minnie, y es ahí donde nuestras protagonistas destacan papeles y roles. El gran Russell se los come a todos mientras sigue con vida. Después le cede el relevo a Jackson que ya venía apretando, pero la sorpresa la ofrece Walter Goddins en el último tercio del largometraje, quien sin duda se alza como gran revelación ofreciéndonos una completa actuación, desde personaje misterioso y odioso, poco fiable y además sureño, pero que en ningún momento mintió sobre su posición y se enfrentó como su estrella indica, contra los criminales, apoyado o apoyando a quien más odiaba. Excelente.
Gran trabajo de Tarantino.
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