La mejor película del francés.
“Gracias por el chocolate” es una película que no me cansaría de ver.
Es brillante, desasosegante, ATERRADORA.
Cuenta la historia de Mika Müller, una exitosa empresaria, y el modo en que su vida da un giro cuando una joven se presenta en su casa diciendo que podría ser la hija de su marido.
A partir de ese momento, la estabilidad familiar se verá amenazada y Mika tejerá (nunca mejor dicho) un plan para devolver la paz.
Claude Chabrol es un director que me fascina y, con esta trama, era muy difícil que decepcionara. Afortunadamente, no lo hizo; sin embargo, muchas personas la infravaloraron injustamente, alegando que nada podría superar a “La ceremonia”.
Pues, en mi opinión, “Gracias por el chocolate” le pega tres mil vueltas a “La ceremonia” (que también me encanta).
Isabelle Huppert compone un personaje frío y calculador. Vamos, típico de la actriz que, una vez más, está impresionante. Sin dudas, lo mejor de la película. Una mujer que hace que te creas todo lo que dice, incluso cuando sabes que piensa lo opuesto.
Como en todas las películas de Chabrol, cada uno de los diálogos tiene un mensaje oculto, es decir, si un personaje dice “te presento a mi novia”, en realidad quiere decir “espero que no atormentes a esta”. En el film, cada conversación tiene un toque subliminal y en todo momento sabes reconocerlo.
Imperdible película, recomendable a todo el mundo, ya que no es la típica francesa plagada de planos fijos y extraños.
Es fácilmente digerible hasta para el público no acostumbrado a este cine de intriga.
El mejor thriller de Chabrol y (no exagero) uno de los mejores de la historia, a la altura de cualquier película de Alfred Hitchcock.
LO MEJOR: Isabelle Huppert. El guión y la dirección. El incesante piano que crea una sensación de agobio cada vez que es tocado.
LO PEOR: la infravaloración e inevitable comparación con “La ceremonia”.
Carpini
7
La mejor película del francés.
“Gracias por el chocolate” es una película que no me cansaría de ver.
Es brillante, desasosegante, ATERRADORA.
Cuenta la historia de Mika Müller, una exitosa empresaria, y el modo en que su vida da un giro cuando una joven se presenta en su casa diciendo que podría ser la hija de su marido.
A partir de ese momento, la estabilidad familiar se verá amenazada y Mika tejerá (nunca mejor dicho) un plan para devolver la paz.
Claude Chabrol es un director que me fascina y, con esta trama, era muy difícil que decepcionara. Afortunadamente, no lo hizo; sin embargo, muchas personas la infravaloraron injustamente, alegando que nada podría superar a “La ceremonia”.
Pues, en mi opinión, “Gracias por el chocolate” le pega tres mil vueltas a “La ceremonia” (que también me encanta).
Isabelle Huppert compone un personaje frío y calculador. Vamos, típico de la actriz que, una vez más, está impresionante. Sin dudas, lo mejor de la película. Una mujer que hace que te creas todo lo que dice, incluso cuando sabes que piensa lo opuesto.
Como en todas las películas de Chabrol, cada uno de los diálogos tiene un mensaje oculto, es decir, si un personaje dice “te presento a mi novia”, en realidad quiere decir “espero que no atormentes a esta”. En el film, cada conversación tiene un toque subliminal y en todo momento sabes reconocerlo.
Imperdible película, recomendable a todo el mundo, ya que no es la típica francesa plagada de planos fijos y extraños.
Es fácilmente digerible hasta para el público no acostumbrado a este cine de intriga.
El mejor thriller de Chabrol y (no exagero) uno de los mejores de la historia, a la altura de cualquier película de Alfred Hitchcock.
LO MEJOR: Isabelle Huppert. El guión y la dirección. El incesante piano que crea una sensación de agobio cada vez que es tocado.
LO PEOR: la infravaloración e inevitable comparación con “La ceremonia”.
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