Ficha Van Damme's Inferno

6.38 - Total: 77

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Van Damme's Inferno (1)


krugerface

  • 1 Mar 2012

4


Empiezo un breve zapping con el piloto del Digital+ antes de irme a dormir. Esta noche se han dado todas las condiciones -trabajos de la universidad hechos, no hay fantasy de la Europa League al día siguiente y no he encendido el ordenador-. Veo que hacen ¨Van Damme¨s Inferno¨ en TNT. Mi cita con el maestro del séptimo arte es ineludible. ¿Quién dijo TCM Autor? Dejo puesto el canal y me voy rápidamente a coger una Copa marca Hacendado de la nevera. Esto hay que saborearlo bien. Vuelvo raudo y veloz y me coloco delante del televisor. No quiero perderme ni un segundo: cada minuto cuenta e incluso vale por dos.

La película empieza. Un nerviosismo que hacía tiempo que no experimentaba me recorre todo el cuerpo. El título ¨Inferno¨ hace presagiar algo de altura, mientras que el título español ¨Van Damme¨s Inferno¨ nos lo está diciendo abiertamente: esto va a ser un festival. Sé además que Avildsen -quien ahora prepara nueva peli- está detrás de las cámaras, que Pat Morita está delante de ellas y que sale Jaime Pressly, que no está muy buena, sino buenísima. Esto ya es la leche.

Lo primero que vemos son esas frases de tono poético con imágenes de un lobo de fondo y que están sacadas de una obra de los nativos americanos. La siguiente secuencia nos muestra a un Van Damme imperial a lomos de una moto, que se estropea y lo deja tirado en medio del desierto. La solución es sacar la botella de whisky y beber hasta olvidar el incidente. Esta es una película para machos que beben a palo seco.

Van Damme parece desmayarse y hace su aparición Danny Trejo, amigo del primero que se erige en una especie de espíritu guía. Van Damme se nos muestra como un hombre consumido por sus pecados -¨esa masacre me persigue, me atormenta¨ le espeta a Trejo recordando su paso por el ejército- y que tiene la intención de hacer ¨su último viaje¨. Entonces, aparecen unos matones de tres al cuarto y le pegan una paliza a nuestro héroe, robándole la moto que le quería regalar a su amigo Danny ¨Machete¨ Trejo, pero tienen la desgracia de no acabar bien el trabajo -Petey, interpretado por Jonathan Avildsen, hijo del director, no posee el suficiente valor para pegarle dos tiros y los dirige hacia el suelo-. No saben lo que acaban de hacer. Van Damme tiene un objetivo: recuperar su moto. Y yo flipando en la comodidad de mi cama ya no pienso que esto sea la leche. Esto, en realidad, es ESPECTACULAR.

En el pueblo en el que se instala Van Damme para trazar su plan la mayoría de los personajes son realmente pintorescos y las actuaciones de los intérpretes son totalmente patéticas. Hasta Pat Morita parece un pato mareado con exceso de alucinógenos. Los comentarios tontamente jocosos y las bromas lamentables se suceden una tras otra, demostrando un sentido del humor cercano a la gilipollez más absoluta. Los diálogos sin trasfondo y el lenguaje escatológico se repiten en una espiral que provoca la mayor de las carcajadas. Y para rematarlo descubrimos que Tom O¨Rourke sólo escribió este guión para el cine -la puerta sonó de forma estruendosa cuando cualquier productor se la cerró en todas sus narices-. Y yo alucinando en la comodidad de mi cama ya no pienso que esto sea espectacular. Esto, en realidad, es LA POLLA -una de las expresiones de uso habitual en la película-.

Los grandes momentos se suceden y te comen las neuronas: esta obra de arte está tan alejada de nuestra comprensión que ni con toda nuestra capacidad intelectual podríamos descifrar sus intenciones. El flechazo de Van Damme con Ronda (Gabrielle Fitzpatrick) -aquí nuestro referente en cuanto a películas de acción le dispara un ¨está muy buena¨ mirándola fijamente, pero resulta que se refería a la tarta de manzana que como, y los dos ríen como idiotas mientras que el espectador mantiene los ojos abiertos como platos- o el momento porno de nuestro tipo duro -mientras que se cepilla a una chica, le suelta a la otra: ¨después te toca a ti¨- nos quieren decir algo: esto lo vas a recordar toda tu vida.

Para cuando te quieres dar cuenta ya nada importa. Ya da igual que hubiera sido mejor que Van Damme hubiera hecho ¨su último viaje¨; o que Trejo hubiera acabado junto a su cuerpo con una voz en off que nos provocara una reflexión que hiciera ganar a la película varios enteros. Tu nota ya está condicionada subjetivamente, porque sabes que aunque quieras guardar las formas y le pongas un 4, en tu corazón tiene reservado un 10.

El final místico que propone esta pieza inolvidable te hace cambiar tus convicciones personales y provoca el descubrimiento de que hay un Dios en este mundo que no es el que todos pensábamos. La película se convierte en leyenda y me voy a dormir con una sonrisa en los labios y la sensación de que no puede pasar nada malo: mi salvador es Van Damme.



Me gusta (1) Reportar

Ver todas las crítica

Tendencia de puntuaciones

0
0%
1
1%
2
3%
3
7%
4
12%
5
14%
6
10%
7
18%
8
6%
9
7%
10
16%