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Una comedia de historia simple y trama más vista que el tebeo, pero que aún así consiguió hacerme llorar de risa en algunas secuencias (el momento de las pastillas mezcladas y sus consecuencias después, fue el momento cumbre).
La historia comienza sin ningún tipo de novedad, Travolta en horas bajas de dedica a volver a sus épocas doradas con gracias y una aceptable actuación. En cambio, Williams, se encuentra en horas bajas e intenta cubrir sus defectos con muecas, al estilo de Jim Carrey.
De todas formas, ambos interpretes hacen un buen papel. No se puede negar su calidad.
Aunque lo mejor de todo es volver a ver a Lori Loughlin en la gran pantalla, y a Kelly Preston con John Travolta, que creo que desde 1989 no habían vuelto a coincidir en la misma película.
Pero claro, como toda película de humor para toda la familia, siempre tiene que haber la parte triste donde alguien la ¨caga¨ y la parte ñoña, donde intentan arreglarlo.
Creí que el final sería mucho más humorístico, pero me equivoqué. De todas formas ha sido graciosa, entretenida y al menos me ha hecho reír un par de veces.

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