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Si ya la primera parte fue una sorpresa de por sí en todos los aspectos, está sin duda vuelve a conseguir ese mismo resultado y con detalles brillantes.
En primer lugar aplaudir, de corazón, al trabajo realizado por Sylvester Stallone desde siempre.
Un actor que empezó siendo el Al Pacino o el Robert de Niro de segunda fila, y alcanzó un estatus que para mi, le dejó a la par de ambos (y solo hay que ver ¨Copland¨ para que quede aún más claro).
Durante una carrera de más de 40 años y más de 40 películas, Stallone nunca se dejó abatir y siempre perseveró como el que más, aunque durante una época lo pasó realmente mal con película que no llegaban al resultado esperado, pero que aún así no cayó en el triste pozo que sus demas compañeros, a los que ahora aquí, ha rescatado y les vuelve a llevar a la gran pantalla, esa que no veían sus películas desde hacía ya demasiado tiempo.
Dolph Lundgren, un actor que para mi siempre pudo haber llegado a algo más, dejando un legado de grandes películas durante los ochenta y mediados de los noventa, es aquí uno de los protagonistas que más me ha gustado, con diálogos muy graciosos y situaciones exclusivas para él, y no para destacarle por encima de los demás, sino para demostrar que tiene un gran talento.
Por otro lado, Stallone recupera a un Van Damme que no pasa por su mejor época, con un caso similar al de sus compañeros de reparto, Lundgren o Norris.
Y nuevamente vemos que Van Damme tiene un rol muy distinto a como siempre le vimos, a parte de ser el villano, no solo se dedica a dar patadas voladoras, también a demostrar cáracter para ser el acertado malo de la película.
Enfrentar a Stallone contra Van Damme es algo que mucha gente siempre quisó ver y por fin se ha cumplido.
Con ¨Los Mercenarios 2¨ lo que puedes esperarte es sencillo: muchísima acción.
La obra maestra del cine de acción de está época.

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