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Una película impropia de su director. Oliver Stone siempre fue un tipo polémico y director de films de gran calidad, lo que aquí tenemos no dista mucho de las comerciales obras de Michael Bay o de la productora de Jerry Bruckheimer.
Un thriller de cine negro, donde el tráfico de drogas es la causa de tanta violencia desatada.
El pobre John Travolta se convierte en un secundario cómico, con un personaje que sufre más que hace y al final se convierte en el héroe siendo un chaquetero (va con el que más le interesa hasta que le aprietan).
Está claro que la buena época de Oliver Stone ya pasó, una última época viviendo de documentales, secuelas incoherentes y poco más... al final recurrimos a lo sencillo, thriller simple con acción videoclipera, incorporamos unas cuantas caras conocidas de secundarios y ponemos a tres jóvenes de moda: John Carter y Kick-Ass en el papel masculino, y Blake Lively como la niña de sus ojos, a la cual ambos se follan en una relación muy liberal.
Pero es secuestrada por una mala malísima que al final tiene buen corazón, Salma Hayek.
En realidad el cruel villano es el secuaz de Salma, Benicio del Toro.
Y al final, ¡sorpresa! Tenemos la versión realista (la mejor) y la versión tópica de los Estadounidenses, que es con la que cierra una aventura de narcotraficantes, surferos cultivadores de marihuana y uno de ellos un Navy Seal retirado, policías corruptos pero sentimentales al igual que el capo mayor de los narcos…
Encima es una adaptación de un libro, me gustaría saber si es 100x100 una correcta adaptación o han adaptado lo que les ha salido de los huevos recurriendo a lo simple.
Una tremenda decepción de película.
Lo mejor, la actuación de Salma Hayek y Blake Lively, ambas en cualquier caso han estado impresionantes.

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