Ufff, Brutal!!! Pobre Nicole, la mataste mil veces XD
Jajaaja el pelo de Sara debió ser como el de Rapunzel que lo jalaste tan largo y asi pudiste XD Joder, lo de Trini fue aterrador. Es que hay tiempos donde esas cosas se ponen de moda, de esperar que se duerman y echarles acido o cosas asi....
Leccion aprendida: Jamas acosar a tus amigos porque se terminan convirtiendo en asesinos seriales brutales...
Estuvo muy bueno. Es entretenido y partes con gore. Yo le voy a dar un 8 de 10 y solo porque le falto la banda sonora jajaajaja Pero en serio es muy bueno. Gracias por compartir ;)
¿No te enteraste del plot-twist del final?
Resultó que la protagonista había preferido suicidarse, pero su alma quedó anclada en el mundo de los vivos (ya fuese por rencor o castigo divino) para permitirle vengarse... y una vez hecho, ella se daría cuenta de que se condenó a sí misma pululando eternamente por la Tierra. No sé si me he explicado bien.
Lo que pretendí con este relato era sorprender al lector con un final inesperado, pero parece que no me lo curré demasiado...
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ADC
#1
- SE LO MERECÍAN (escrito por ADC) -
El colegio. Ese sitio donde supuestamente imparten educación, pero bien que el personal pasa por alto el bullying que puede arraigarse en esa especie de cárcel infantil. ¿Tienes suerte de que algún profesor pille a tus acosadores deleitándose con tu sufrimiento? Los castigará para que posteriormente se desfoguen contigo como si tú hubieras tenido la culpa de todo. ¿Se lo comentas a tus padres y éstos contactan con los de tus acosadores para intentar solucionar el problema? El mismo resultado dará.
Por tanto te preguntarás, con la ira corroyéndote las entrañas, cómo librarte de este maltrato que te tocó sufrir porque a Dios le había parecido divertido. Pues tengo buenas y malas noticias para ti. Las malas las dejaré para el final, así que empezaré por contar cómo logré que se hiciera justicia:
Yo era una chica con una hermosa cabellera negra, pero el resto de mi físico debió ser lo bastante mediocre como para que me convirtiese en el juguete de esas matonas llamadas Nicole, Sara y la líder Trini con quienes decidí ajustar cuentas durante una noche:
Fui a casa de Nicole, me colé por una ventana, me aseguré de que los padres no estaban y, una vez dentro del dormitorio de esa perra en el piso superior, la sorprendí enrollando los cables de sus auriculares en el cuello. Mientras forcejeaba entre gimoteos, la arrastré hasta el baño para sumergir su cabeza en el váter reiteradamente. En cuanto ella dejara de moverse, la arrojé por la ventana para que terminase aterrizando sobre una mesa de picnic que de seguro le rompió más de un hueso. Próxima víctima: Sara.
Por desgracia, los padres de Sara estaban en casa, así que tuve que urdir un plan para que ellos no molestaran y lo único que se me ocurrió fue esperar a que Sara se separase de ellos y poder llamar así su atención por medio de diversos ruiditos. En cuanto asomase la cabeza por una ventana, la jalé del pelo hacia afuera para molerla a golpes sin piedad. En cuanto percibiese la cercanía de los padres, sostuve bien fuerte la cabeza de Sara y la impacté contra la fachada con el fin de destrozarle el cráneo y darme a la fuga. Ya sólo quedaba la zorra de Trini.
Afortunadamente los padres no estaban, aunque tuve que discurrir un poco para realizar una venganza basada en los tipos de acoso que sufrí. Me habían hecho guarradas en los baños de la escuela, me habían acorralado en sitios remotos para vapulearme y también me estropearon algunos trabajos. ¿Cómo podría hacerle pagar a Trini por eso último? Pues coger un bote de amoniaco y verter el contenido sobre su cara aprovechando que estaba dormida en su cama. Mientras se retorcía de dolor por los severos daños que estaba sufriendo ese semblante del que tanto presumía allá donde fuese bajo kilos de maquillaje, arranqué varias páginas de sus cuadernos y la obligué a tragárselas hasta asfixiarla, por si el amoniaco no la mataba antes.
Bien, supongo que ya habréis adivinado que las malas noticias que tenía yo para vosotros constaban de las consecuencias, es decir, me encarcelarían o me condenaban a muerte por semejante fechoría. Pues os equivocasteis: La mala noticia es que esa misma noche hice algo que, pese a haberme permitido vengarme, justificó el por qué regresé a casa para ver a mis padres desconsolados mientras descansaban enfrente de casa unos coches de policía junto con una ambulancia. Algo que jamás pensé que acarrearía unas consecuencias tan fatales como el seguir aquí, sin saber lo que me deparará el futuro, tras haber visto cómo era transportado sobre una camilla mi propio cadáver, aún con las marcas en el cuello de la soga con la que yo me había ahorcado
Publicado el 17-04-2021 11:14
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