Ficha Shinmai Maou no Testament


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Críticas de Shinmai Maou no Testament (2)




Mad Warrior

  • 8 Nov 2022

3



Llega a nuestro mundo de las profundidades del averno, del reino de los monstruos, los demonios y la brujería, una chica traicionada y abandonada a la que hay que proteger por todos los medios.
Es la mismísima hija de Satán y necesita un héroe a su lado...

De todas las imitaciones surgidas de la costilla de la celebérrima saga creada por Ichiei Ishibumi en 2.008, ¨Shinmai Mao no Testament¨ es desde luego una de las más recordadas...aunque en absoluto de las mejores. En realidad se engendra a raíz del éxito de ¨Hagure Yusha no Estetica¨, novela ligera de Tetsuto Ueso que seguiría el proceso habitual hasta convertirse en serie de animación; no era de extrañar que los fans pidieran un trabajo de similares características, y lo llevó a cabo casi a rajatabla, regresando al subgénero de la fantasía donde demonios y humanos luchan mano a mano contra las fuerzas del Mal.
De este modo en una esquina del gran espejo de Issei Hyodo y Rias Gremory se reflejan Basara Tojo y Mio Naruse, pareja que lleva aguantando (en mi opinión incomprensiblemente) una serialización de cinco años sin dar signos de agotamiento y termina estrenándose en su versión anime bajo la batuta de Hisashi Saito, prolífico animador y director de larga carrera conocido en estos últimos tiempos por ocuparse de la saga de (la terrible) ¨Sora no Otoshimono¨. Y se estrena a inicios de un 2.015 cuyo panorama está plagado de productos similares (más la 3.ª temporada de esa imbatible ¨High School DxD¨...).

Basara debe recibir como hermanas a Mio y la pequeña Maria ya que su padre Jin se ha vuelto a casar (curioso, no suele haber progenitores/adultos alrededor); a pesar de la ingente cantidad de estereotipos, de promulgar un humor absurdo basado en los equívocos de tono picante y de un giro del todo inesperado que nos devuelve a la enésima fotocopia de Rias y a otro joven guerrero duro e inteligente, se va construyendo un primer capítulo prometedor. Pero la realidad se rompe y ya estamos inmersos en la fantasía, a partir de una tragedia familiar que ha llevado a Mio a ser carne de cacería para las criaturas del Inframundo y para los héroes de la tierra de los guerreros, a la cual pertenece Basara.
No obstante estas aproximaciones aventurescas, llenas de violentas secuencias de acción muy bien orquestadas por Saito, toman un desvío tan chirriante en el siguiente capítulo que acabará marcando el anime hasta el final (abierto, pues sólo los tres primeros volúmenes de la historia son adaptados aquí). La culpa recae sobre uno de los elementos habituales de la temática abierta por Ishibumi: el ¨contrato¨ humano-demonio que une las almas de la pareja protagonista, modelada siguiendo el patrón de Akatsuki y Miu de su previa ¨Hagure Yusha¨.

Por encima de los arranques ¨tsundere¨ y sensual personalidad de ésta cobra importancia el chico, cuyo pasado, traumático, está manchado por la violencia, la traición y el exilio, no muy distinto del de Mio o de otros secundarios que pivotarán a su alrededor, convirtiéndose en un héroe de manual, noble y benevolente, lo cual le emparenta más con el Takeru Kusanagi de ¨Tai-mado Gakuen: 35.º Shiken Shotai¨ (cuya novela ligera llegó antes); y éstos, en el desarrollo de la serie, se irán tropezando con un cliché tras otro (el obligatorio escenario escolar, donde la pareja compartirá aventuras cotidianas y romances celosos) y conocidos personajes-tipo.
Mientras cada episodio se divide en una mitad de enrevesadas intrigas y épica acción y otra enfocada al humor delirante y a un ¨fan service¨ lindando con lo ¨hentai¨, tanto más ofensivo cuanto que no sólo deja como meros objetos de burda sexualización a casi todas las féminas, sino que resulta ser algo ¨necesario¨ para el argumento (la estimulación sexual como catalizador de la fuerza física y espiritual, lo que recuerda a la muy anterior ¨Dakara Boku wa ¨H¨ ga Dekinai¨), la estructura narrativa presenta básicamente a una serie de enemigos que van tras las cabezas de Mio y (la depravada súcubo e instigadora de los enredos) Maria, a quienes debe proteger Basara.

Esto lo precipita todo a la repetición y, por tanto, al absoluto tedio, sin una auténtica evolución de los personajes ni de la situación. Por otra parte Ueso hace ahínco en el papel de Basara, pues Mio nunca deja de ser la princesita en apuros (gracias a ello se refuerza también el poder del personaje masculino y así los toques de misoginia), en su constante de la piedad y el perdón a lo largo y ancho de la serie, contagiada directamente por su espíritu honorable, y en la culpa y la redención como los motivadores de madurez emocional.
Sin dejar lo rutinario, ¨Shinmai¨ gana algo de interés en su último tramo ¨isekai¨, gracias a sus buenas dosis de acción y fantasía oscura y a uno de los villanos más pérfidos que un servidor haya visto; pero molesta en exceso su concesión al ¨harem¨, por mucho que sirva para desdibujar la personalidad heroica del protagonista y hacerla más ambigua y retorcida. Estos ingredientes, con todo lo malo que conlleva, aseguraron el éxito a Saito y Production IMS, tanto que lograría lo que otras series de igual temática y condición no pudieron: la puerta a una 2.ª temporada.

En ella, y ya que la competencia con ¨HSDxD¨ estaba muy reñida, se haría más énfasis en lo absurdo y en la exposición de erotismo, además de abrirse subtramas que poco tenían que ver con el argumento base y aparecer nuevos personajes (no precisamente necesarios) o extenderse otros (de entre los que destacan la aquí aún relegada misteriosa enfermera Chisato).
Dado que la novela prosigue, el tiempo dirá si su adaptación causa el mismo efecto en los fans que la saga de Ishibumi como para seguir manteniéndose en emisión. En mi opinión mucho más potencial demostraron las estrenadas unos meses después ¨Tai-mado Gakuen¨ y ¨Rakudai Kishi no Cavalry¨.



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ADC

  • 10 Apr 2020

9


No voy a negar que se parece un montón a ¨High School DxD¨, pero me ha parecido mejor, además de contar con un prota honorable. Es uno de los animes más ecchi que he visto, pero también de los más entretenidos narrativamente hablando, y la loli súcubo Maria es toda una loquilla, jejeje (aunque la pelirroja Mio me cayó mal por parecer otra insoportable tsundere). Su segunda temporada no me gustó tanto pero me ha dejado satisfecho y sin ganas de seguir viendo más.



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