Sinopsis:
Con la muerte del Último Guardián de la Perta, la amenaza que se había logrado mantener encerrada en la colina de Holy Wood desde hacía generaciones, vagaba libre una vez más por la superficie del Mundodisco...
Todo el mundo andaba algo descuidado y, lo que es peor, a todos se les ocurrían ideas constantemente. Nadie sospechaba cómo podían producirse, pero todos llegaban a la conclusión de que + aquello que acababan de hacer o pensar era lo correcto y, en cualquier caso, la cuestión es que funcionaba. Sin embargo, nadie sospechaba hasta qué punto las eran por completo incontrolables.
Silverfish, uno de los alquimistas que participó en el descubrimiento de la técnica asombrosa, vio muy pronto las posibilidades artísticas y educativas que se abrían ante él. Pero Y-Voy-A-La-Ruina Escurridizo, con la visión única de los comerciantes menos escrupulosos, no tardó en descubrir qué era lo que el público deseaba ver realmente, y Holy Wood no tardó en darle la razón.
Los actores no tenían demasiada importancia: si surgía algún problema, había toda una multitud de candidatos esperando ocupar su lugar..., o eso era lo que se creía inicialmente. Victor Tugelbend (que no sabía cantar, no sabía bailar, pero sabía esgrimir un poco una espada) y Theda Withel (Ginger para los amigos, procedente de un pueblo del que seguramente no habrás oído hablar) protagonizaron el primer gran éxito de Escurridizo, en los papeles estelares de Cohen el Bárbaro y La Mujer, respectivamente, y se encontraron convertidos en celebridades de la nueva industria...