Críticas de INFERNUM Z. La batalla de San Cabritos (1)
jasonrex
15 Dec 2023
10
¡¡¡Hilarante!!! ¿Recuerdas todas esas historias sobre los afables aldeanos? Pues entonces no visites San Cabritos porque no saldrás vivo de allí. Aunque claro, para llegar primero tendrás que cruzar media salamanca, y teniendo en cuenta que hay zombis por todas partes no te va a resultar sencillo. No obstante, siempre puedes hacer un alto en el camino en “El Cortijo“ un acogedor establecimiento hotelero (muy al estilo de “Abierto hasta el amanecer“) en el que podrás descansar en una cómoda habitación, negociar con su departamento de compras, disfrutar de una copa en compañía de los mejores mercenarios, criminales y buscavidas del páramo para, en cuanto amanezca, continuar tu viaje. Eso, claro está, siempre y cuando hayas sobrevivido a la noche. Incluso aunque lo hayas hecho no estarás a salvo, pero no te preocupes; en caso de que aparezcan los zombis, “El Cortijo“ es el mejor lugar en el que podrías estar. Siempre que no... bueno, también a Ferranzo le gusta disfrutar de algunas comodidades.
El problema es que el complejo hotelero está demasiado cerca de San Cabritos. Un pueblo amurallado con un alcalde exferroviario que idolatra a Lina Morgan, un cura que echa en falta la antigua tradición de colgar llos testículos de los enemigos del campanario y que da “clases particulares“ a la mujer que le limpia la sacristía, un enorme y malhumorado toro y su manda campando a sus anchas por las inmediaciones, y un montón de habitantes que hacen todo lo que les dice el alcalde... y lo que les sale de debajo de la boina. Ninguna de las dos opciones es buena, pero al menos ambas les proporciona abono “natural“ para los calabacines de sus huertas.
En esta entrega los protagonistas están viajando de Sanabria a Ciudad Rodrigo, pero cuando se vean obligados a desviarse... el Cortijo y San Cabritos les estaban aguardando. Y no solo a ellos.
Una especie de “camarote de los hermanos Marx“, pero con intrigas, muchas peleas, una orden de monjes guerreros cuyo cuartel está situado en la fortaleza portuguesa de Braganza, el ejército español, parte del portugués, un concejal que trafica con armas y marihuana, “el Fary“ un entrañable “taxista“ que conduce un camión blindado (por el mismo y sus inútiles ayudante) con el que lo mismo traslada supervivientes de un lugar a otro que recoge chatarra por el páramo, y... la Brigada Pesada Cabriteña.
Un apocalipsis de acción y risas.
jasonrex
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¡¡¡Hilarante!!! ¿Recuerdas todas esas historias sobre los afables aldeanos? Pues entonces no visites San Cabritos porque no saldrás vivo de allí. Aunque claro, para llegar primero tendrás que cruzar media salamanca, y teniendo en cuenta que hay zombis por todas partes no te va a resultar sencillo. No obstante, siempre puedes hacer un alto en el camino en “El Cortijo“ un acogedor establecimiento hotelero (muy al estilo de “Abierto hasta el amanecer“) en el que podrás descansar en una cómoda habitación, negociar con su departamento de compras, disfrutar de una copa en compañía de los mejores mercenarios, criminales y buscavidas del páramo para, en cuanto amanezca, continuar tu viaje. Eso, claro está, siempre y cuando hayas sobrevivido a la noche. Incluso aunque lo hayas hecho no estarás a salvo, pero no te preocupes; en caso de que aparezcan los zombis, “El Cortijo“ es el mejor lugar en el que podrías estar. Siempre que no... bueno, también a Ferranzo le gusta disfrutar de algunas comodidades.
El problema es que el complejo hotelero está demasiado cerca de San Cabritos. Un pueblo amurallado con un alcalde exferroviario que idolatra a Lina Morgan, un cura que echa en falta la antigua tradición de colgar llos testículos de los enemigos del campanario y que da “clases particulares“ a la mujer que le limpia la sacristía, un enorme y malhumorado toro y su manda campando a sus anchas por las inmediaciones, y un montón de habitantes que hacen todo lo que les dice el alcalde... y lo que les sale de debajo de la boina. Ninguna de las dos opciones es buena, pero al menos ambas les proporciona abono “natural“ para los calabacines de sus huertas.
En esta entrega los protagonistas están viajando de Sanabria a Ciudad Rodrigo, pero cuando se vean obligados a desviarse... el Cortijo y San Cabritos les estaban aguardando. Y no solo a ellos.
Una especie de “camarote de los hermanos Marx“, pero con intrigas, muchas peleas, una orden de monjes guerreros cuyo cuartel está situado en la fortaleza portuguesa de Braganza, el ejército español, parte del portugués, un concejal que trafica con armas y marihuana, “el Fary“ un entrañable “taxista“ que conduce un camión blindado (por el mismo y sus inútiles ayudante) con el que lo mismo traslada supervivientes de un lugar a otro que recoge chatarra por el páramo, y... la Brigada Pesada Cabriteña.
Un apocalipsis de acción y risas.
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