Críticas de La Guerra de Ysaak: Luna de Plutón 2 (1)
Sandrujo
19 Jul 2019
10
Quien haya leído mi reseña de El Festival de la Blasfemia sabe mi opinión sobre los “libros” de YouTubers: en su mayoría no son más que una forma glorificada de revista de actividades de verano para las que no tengo interés ni tiempo. También sabrá aquel que Dross es mi excepción a la regla.
Desde que Luna de Plutón salió allá en 2015, el que me dio una grata sorpresa, he estado atento a sus empresas literarias (además de su canal, del que he sido suscriptor por muchos años), y aquí llega el anuncio de Luna de Plutón II: La Guerra de Ysaak a principios de este año. Me tomé mi tiempo en empezar a leerlo (tenía muuuuuuuuuuuuuuuchos -y aún los tengo- libros en mi librero esperándome), pero finalmente me hice el espacio para retomar la odisea espacial que arranqué dos años atrás.
La ciencia ficción, quiero aclarar, no es lo mío. No tengo gran contacto con autores de la gama, tampoco tengo gran interés en ello. Si me interesa como va la historia, la leeré, pero no es un género que activamente elija día a día. Aclarado esto, espero alejar todas las posibles dudas y/o comentarios de “N0 sbs lo q es la siensia fixion”, porque no, quizás no lo sepa, pero tampoco me importa mucho. Mi reseña se centra específicamente en mi experiencia con la lectura y no en “a ver con qué otros autores establecidos puedo comparar a Dross”.
La Guerra de Ysaak, a grandes rasgos, se centra en un mundo alejado del Sistema Solar denominado Yóvedi, donde animales antropomórficos (FURRY ALERT) se han desarrollado como la clase dominante. Un martes cualquiera, mientras la gente iba a comprar los ravioles congelados para cenar frente al equivalente Yovediano de Bailando por un Sueño, un ser extraño decide invadir el mundo, y es encontrado por nuestro protagonista, Ysaak, y un amigo suyo. Poco tiempo tardan en conocerse sus malas intenciones y en atacar a la población del planeta, la que se ve forzada a pedir ayuda a otros seres. Quien contesta la llamada de auxilio es uno de los personajes de la anterior novela: Hathor, un elfo con poderes superiores a los de su especie.
Y eso es sólo lo que ocurre en las primeras 100 páginas. La Guerra de Ysaak es una novela larga, no le demos vueltas a eso. No solamente porque está cargada de eventos y puntos de vista diferentes intercalados, sino porque por momentos incurre en escenas algo innecesarias (o fácilmente condensables) y en grandilocuencia. En lo personal, ninguno de estos factores me resulta menos atractivo, pero me parece pertinente mencionarlos puesto que es un punto que puede ser negativo para aquellos acostumbrados a lecturas más cortas o que no tienen un gusto particular por la lectura misma.
Al igual que con el anterior installment, La Guerra de Ysaak posee personajes interesantes: Hathor, quien puede ser un pelín exasperante en su actitud de eterno rebelde, es un protagonista digno, con las características clásicas de tal y una inocencia que se traslada desde su presentación en Luna de Plutón; Ysaak, como representante de los ideales de Yóvedi, es otro que agrada, y que explora el contacto entre culturas diferentes y las posibilidades de aprendizaje y experiencias propias que surgen de este (aunque desgraciadamente quede bastante opacado por Hathor); y por último, mi personaje favorito siendo el gran villano de la historia: Pumo. A la mierda, la cantidad de cosas que podrían haber salido muy mal con la creación de este personaje. Por momentos consideraba su motivación ridícula, pero hay que recordar que es un ser completamente ilógico, una quimera, no obedece a nada de lo que nosotros consideremos normal, y sus reacciones son prueba de esto. Al final termina siendo un villano con el que no se puede empatizar, pero tampoco se puede odiar.
En cuanto a la narrativa, como dije antes, peca de grandilocuencia y de momentos de relato inconsecuente que le quitan ligereza al ritmo, pero no comprenden algo que haya afectado muy negativamente mi experiencia. La trama me ha parecido interesante, si bien repite algunos patrones de la entrega anterior (sacrificio, traición, un par de deus-ex-machina grandes como un Ogro, entre otros), han sido los personajes, nuevamente, los que me han mantenido enganchado e interesado en el destino de Yóvedi.
Resumiendo, La Guerra de Ysaak es una digna secuela a un debut literario que disfruté bastante, y otra probada de un mundo creado por Dross que está expandiéndose más y más. Decir que no espero lo que vaya a sacar sería mentir descaradamente, y mi abuela me educó muy bien como para hacerlo.
Sandrujo
10
Quien haya leído mi reseña de El Festival de la Blasfemia sabe mi opinión sobre los “libros” de YouTubers: en su mayoría no son más que una forma glorificada de revista de actividades de verano para las que no tengo interés ni tiempo. También sabrá aquel que Dross es mi excepción a la regla.
Desde que Luna de Plutón salió allá en 2015, el que me dio una grata sorpresa, he estado atento a sus empresas literarias (además de su canal, del que he sido suscriptor por muchos años), y aquí llega el anuncio de Luna de Plutón II: La Guerra de Ysaak a principios de este año. Me tomé mi tiempo en empezar a leerlo (tenía muuuuuuuuuuuuuuuchos -y aún los tengo- libros en mi librero esperándome), pero finalmente me hice el espacio para retomar la odisea espacial que arranqué dos años atrás.
La ciencia ficción, quiero aclarar, no es lo mío. No tengo gran contacto con autores de la gama, tampoco tengo gran interés en ello. Si me interesa como va la historia, la leeré, pero no es un género que activamente elija día a día. Aclarado esto, espero alejar todas las posibles dudas y/o comentarios de “N0 sbs lo q es la siensia fixion”, porque no, quizás no lo sepa, pero tampoco me importa mucho. Mi reseña se centra específicamente en mi experiencia con la lectura y no en “a ver con qué otros autores establecidos puedo comparar a Dross”.
La Guerra de Ysaak, a grandes rasgos, se centra en un mundo alejado del Sistema Solar denominado Yóvedi, donde animales antropomórficos (FURRY ALERT) se han desarrollado como la clase dominante. Un martes cualquiera, mientras la gente iba a comprar los ravioles congelados para cenar frente al equivalente Yovediano de Bailando por un Sueño, un ser extraño decide invadir el mundo, y es encontrado por nuestro protagonista, Ysaak, y un amigo suyo. Poco tiempo tardan en conocerse sus malas intenciones y en atacar a la población del planeta, la que se ve forzada a pedir ayuda a otros seres. Quien contesta la llamada de auxilio es uno de los personajes de la anterior novela: Hathor, un elfo con poderes superiores a los de su especie.
Y eso es sólo lo que ocurre en las primeras 100 páginas. La Guerra de Ysaak es una novela larga, no le demos vueltas a eso. No solamente porque está cargada de eventos y puntos de vista diferentes intercalados, sino porque por momentos incurre en escenas algo innecesarias (o fácilmente condensables) y en grandilocuencia. En lo personal, ninguno de estos factores me resulta menos atractivo, pero me parece pertinente mencionarlos puesto que es un punto que puede ser negativo para aquellos acostumbrados a lecturas más cortas o que no tienen un gusto particular por la lectura misma.
Al igual que con el anterior installment, La Guerra de Ysaak posee personajes interesantes: Hathor, quien puede ser un pelín exasperante en su actitud de eterno rebelde, es un protagonista digno, con las características clásicas de tal y una inocencia que se traslada desde su presentación en Luna de Plutón; Ysaak, como representante de los ideales de Yóvedi, es otro que agrada, y que explora el contacto entre culturas diferentes y las posibilidades de aprendizaje y experiencias propias que surgen de este (aunque desgraciadamente quede bastante opacado por Hathor); y por último, mi personaje favorito siendo el gran villano de la historia: Pumo. A la mierda, la cantidad de cosas que podrían haber salido muy mal con la creación de este personaje. Por momentos consideraba su motivación ridícula, pero hay que recordar que es un ser completamente ilógico, una quimera, no obedece a nada de lo que nosotros consideremos normal, y sus reacciones son prueba de esto. Al final termina siendo un villano con el que no se puede empatizar, pero tampoco se puede odiar.
En cuanto a la narrativa, como dije antes, peca de grandilocuencia y de momentos de relato inconsecuente que le quitan ligereza al ritmo, pero no comprenden algo que haya afectado muy negativamente mi experiencia. La trama me ha parecido interesante, si bien repite algunos patrones de la entrega anterior (sacrificio, traición, un par de deus-ex-machina grandes como un Ogro, entre otros), han sido los personajes, nuevamente, los que me han mantenido enganchado e interesado en el destino de Yóvedi.
Resumiendo, La Guerra de Ysaak es una digna secuela a un debut literario que disfruté bastante, y otra probada de un mundo creado por Dross que está expandiéndose más y más. Decir que no espero lo que vaya a sacar sería mentir descaradamente, y mi abuela me educó muy bien como para hacerlo.
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