Colonial Conquest II (1994)

Sinopsis:

¨Colonial Conquest II¨ es un juego de estrategia ambientado en el espacio, totalmente ajeno al antiguo juego de SSI. En cambio, se dice que sus principales inspiraciones son el juego shareware ¨Conquest¨, que se remonta a los primeros años de Amiga, y ¨Civilization¨ de Sid Meier.

Como un pequeño grupo de refugiados del vasto imperio espacial, recientemente te has asentado en un sector + deshabitado, construyendo tu primera base, cuando descubres que la vecindad ya está poblada por una raza guerrera de máquinas inteligentes. Las máquinas se mueven de planeta en planeta con su nave nodriza, a veces construyendo asentamientos para producir más buques de guerra, a veces conquistando asentamientos humanos.

La pantalla principal te presenta una serie de sistemas solares con planetas adecuados para su asentamiento. Al hacer clic en un sistema, aparece una pantalla que no es diferente de la vista de la ciudad de ¨Civilization¨, donde colocas edificios y ordenas la construcción de naves (tan pronto como hayas construido un puerto espacial). Cada colonia debe producir suficiente energía y alimentos para abastecer a los colonos, cuyo número crecerá si hay un excedente adecuado. Los colonos que no participan en la producción de alimentos pueden producir recursos utilizando robots mineros, o pueden convertirse en científicos o soldados (si has construido un cuartel y te queda suficiente energía). Otras estructuras en la colonia son graneros, viviendas, invernaderos, universidades, plantas de energía (solar, fisión o fusión), hospitales y defensas terrestres. Dado que solo se pueden erigir 28 edificios en un planeta, debes elegir cuidadosamente qué construir a medida que crece tu colonia, o derribar edificios antiguos para dar lugar a otros.

Con solo un planeta para comenzar, tu curso de acción típico es construir un puerto espacial y construir una nave colonial, cargada con hasta cuatro de tus colonos existentes. A medida que llegan a un nuevo planeta, puedes optar por establecer una colonia si el ambiente se ve bien; algunos planetas tienen muchas tierras de pasto para el crecimiento de la población, otros tienen recursos minerales, mientras que algunos consisten principalmente en desierto o hielo. Existen estructuras especiales para derretir el hielo o regar el desierto, pero la construcción de estos recursos cuesta.

Se puede construir una gran cantidad de naves espaciales, desde pequeños cazas hasta grandes destructores y estrellas de batalla. Las naves de guerra lucharán contra otras naves espaciales o destruirán las defensas terrestres, mientras que las naves coloniales y los transportes de tropas transportan humanos. Esto último es necesario para conquistar un planeta propiedad del enemigo. También puedes construir satélites espías para enviar a otros sistemas, donde indicarán si hay edificios en el suelo o si hay naves en órbita, para que no tengas que enviar un grupo de colonos desarmados a los brazos de las máquinas. Instalar puertas estelares en la órbita de una estrella permite un viaje instantáneo entre sistemas, a costa de la energía.

Si las máquinas invaden un planeta humano, destruyen estructuras innecesarias y ponen a los humanos a trabajar para suministrar los recursos necesarios para construir máquinas soldado y sus naves. Su nave nodriza se mueve de un sistema a otro y es inmensamente más fuerte que cualquier nave humana.

Aunque tus colonos han dejado atrás el Imperio, algunos burócratas imperiales menos rígidos a veces contactan contigo para ofrecerte comprar su excedente de alimentos o vender buques de guerra usados. Descubrir vida en tus nuevas colonias también te otorga una bonificación en forma de barcos o recursos.

Si dedicas a la investigación a algunos de tus colonos, alcanzarás niveles tecnológicos más altos, desbloqueando nuevos tipos de naves y estructuras, incluidos cañones interplanetarios, escáneres espaciales y perturbadores antiespía. La investigación se duplica si construyes una universidad en tus planetas.