Dempsey Killebrew tiene que reparar la vieja casa familiar y limpiar su nombre ante el FBI. La vida en un pueblo no es a lo que está acostumbrada esta chica de la capital, pero este pesado trabajo podría convertirse en un trabajo de amor.
Cuando su jefe, de una empresa de relaciones públicas de Washington, se ve envuelto en un escándalo político, la novata Dempsey Jo Killebrew se queda sin dinero, + sin empleo y sin hogar. No tiene más remedio que aceptar la oferta de su padre de ayudarla a reformar Birdsong (Canto de aves), la vieja casa que acababa de heredar en Guthrie, Georgia. Según él, solo hará falta un poco de pintura y de cariño para convertir la deteriorada mansión victoriana en una fuente de ingresos.
Pero a Dempsey le aguarda una sorpresa al llegar a Guthrie. ¨Cacas de aves” sería un nombre más apropiado para esa mohosa pocilga con ventanas tapadas con plástico y un jardín lleno de porquería. También hay una vieja insufriblemente gruñona, pariente lejana de Dempsey, que dice tener derecho a ocupar la casa y no quiere irse. ¡Jamás!
Además, en Guthrie todos parecen conocer su negocio, desde un agente inmobiliario con mucha labia hasta un guapo abogado dueño del periódico local. No estaría mal si no fuera por los molestos agentes del FBI que se presentan ante Dempsey esperando sacarle información sobre su ex jefe.
Sinopsis:
Dempsey Killebrew tiene que reparar la vieja casa familiar y limpiar su nombre ante el FBI. La vida en un pueblo no es a lo que está acostumbrada esta chica de la capital, pero este pesado trabajo podría convertirse en un trabajo de amor.
Cuando su jefe, de una empresa de relaciones públicas de Washington, se ve envuelto en un escándalo político, la novata Dempsey Jo Killebrew se queda sin dinero, + sin empleo y sin hogar. No tiene más remedio que aceptar la oferta de su padre de ayudarla a reformar Birdsong (Canto de aves), la vieja casa que acababa de heredar en Guthrie, Georgia. Según él, solo hará falta un poco de pintura y de cariño para convertir la deteriorada mansión victoriana en una fuente de ingresos.
Pero a Dempsey le aguarda una sorpresa al llegar a Guthrie. ¨Cacas de aves” sería un nombre más apropiado para esa mohosa pocilga con ventanas tapadas con plástico y un jardín lleno de porquería. También hay una vieja insufriblemente gruñona, pariente lejana de Dempsey, que dice tener derecho a ocupar la casa y no quiere irse. ¡Jamás!
Además, en Guthrie todos parecen conocer su negocio, desde un agente inmobiliario con mucha labia hasta un guapo abogado dueño del periódico local. No estaría mal si no fuera por los molestos agentes del FBI que se presentan ante Dempsey esperando sacarle información sobre su ex jefe.