¨20.000 Leguas de Viaje Submarino¨ es un juego desaprovechado que no merece la pena jugar.
Básicamente el juego consiste en estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, convirtiéndose muchas veces en un juego de ensayo-error. Siendo un juego donde solo disponemos de tres habitaciones que ¨explorar¨, si es que consideramos explorar toquetear varias cosas que no nos servirán de nada y andar de un lugar a otro, este método de aventura es el más apropiado, pero lamentablemente el juego carece de música (en la versión para Amiga solo la tiene la pantalla de titulo) y hay pocas cosas que hacer, por no decir que no hay nadie con quien hablar y pasar el rato.
Sabiendo esto, solo hay tres métodos para pasar el rato. Mirar los peces a partir de la sala principal, toquetear el mapa o tocar el piano en el despacho del capitán Nemo para para tocarle los cojones a este, siendo esto último lo que como minimo entretiene, además de ser la única forma de escuchar un sonido en el maldito juego (si Nemo no nos obligara a dejar de tocarlo sería la única razón por la que volveriamos a jugar al juego). Por suerte la navegación es sencilla jugandose solo con la tecla enter y las teclas de flecha, por lo que no gastaremos un mínimo esfuerzo en este juego, pero esta falta de movimiento junto con la falta de música e interactividad es lo que en parte hace del juego más soporifero.
Si tenemos la suficiente paciencia y no terminemos por abrir la trampilla del submarino estando bajo el agua para suicidarnos y acabar con nuestro sufrimiento en este maldito juego, ¨disfrutaremos¨ de unos minijuegos. Hasta donde he podido llegar a jugar, hay unos cuantos: El primero es el de frenar el Nautilus. Nemo nos deja los honores de hacerlo y tenemos que bajar unas palancas, pero lamentablemente Nemo no tiene ganas de repetirnos lo que tenemos que hacer y nos será difícil saber lo que nos estaba tratando de decir, por no decir que si no lo hacemos no podremos salir del lugar. El segundo es un nivel de caza donde a lo ¨Space Harrier¨ deberemos cargarnos a unos bichos. Este es, probablemente, el más divertido de los minijuegos, pero claramente, al decir el más divertido no digo que sea la hostia. El último que llegué a probar es uno donde entramos en una isla desierta y deberemos mover a nuestro personaje a través de las viñetas de un cómic para poder encontrar un tesoro. Este es simplemente una pendejada.
El problema del juego esta en que tarde o temprano caeremos en la desesperación, nos aburriremos y empezaremos a toquetear cosas con la intención de acelerar los acontecimientos del juego y poner fin a nuestro sufrimiento. El juego no tiene función de guardado, algo que hubiese venido bien porque así se podría jugar a partes y no sería necesario volver a repetir la misma mierda y los mismos movimientos una y otra vez.
Lo salvable en este juego son los controles y lo detallado de las imágenes que se nos presentan, pero a partir de aquí no hay nada más.
Jack el Destripador
3
¨20.000 Leguas de Viaje Submarino¨ es un juego desaprovechado que no merece la pena jugar.
Básicamente el juego consiste en estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, convirtiéndose muchas veces en un juego de ensayo-error. Siendo un juego donde solo disponemos de tres habitaciones que ¨explorar¨, si es que consideramos explorar toquetear varias cosas que no nos servirán de nada y andar de un lugar a otro, este método de aventura es el más apropiado, pero lamentablemente el juego carece de música (en la versión para Amiga solo la tiene la pantalla de titulo) y hay pocas cosas que hacer, por no decir que no hay nadie con quien hablar y pasar el rato.
Sabiendo esto, solo hay tres métodos para pasar el rato. Mirar los peces a partir de la sala principal, toquetear el mapa o tocar el piano en el despacho del capitán Nemo para para tocarle los cojones a este, siendo esto último lo que como minimo entretiene, además de ser la única forma de escuchar un sonido en el maldito juego (si Nemo no nos obligara a dejar de tocarlo sería la única razón por la que volveriamos a jugar al juego). Por suerte la navegación es sencilla jugandose solo con la tecla enter y las teclas de flecha, por lo que no gastaremos un mínimo esfuerzo en este juego, pero esta falta de movimiento junto con la falta de música e interactividad es lo que en parte hace del juego más soporifero.
Si tenemos la suficiente paciencia y no terminemos por abrir la trampilla del submarino estando bajo el agua para suicidarnos y acabar con nuestro sufrimiento en este maldito juego, ¨disfrutaremos¨ de unos minijuegos. Hasta donde he podido llegar a jugar, hay unos cuantos: El primero es el de frenar el Nautilus. Nemo nos deja los honores de hacerlo y tenemos que bajar unas palancas, pero lamentablemente Nemo no tiene ganas de repetirnos lo que tenemos que hacer y nos será difícil saber lo que nos estaba tratando de decir, por no decir que si no lo hacemos no podremos salir del lugar. El segundo es un nivel de caza donde a lo ¨Space Harrier¨ deberemos cargarnos a unos bichos. Este es, probablemente, el más divertido de los minijuegos, pero claramente, al decir el más divertido no digo que sea la hostia. El último que llegué a probar es uno donde entramos en una isla desierta y deberemos mover a nuestro personaje a través de las viñetas de un cómic para poder encontrar un tesoro. Este es simplemente una pendejada.
El problema del juego esta en que tarde o temprano caeremos en la desesperación, nos aburriremos y empezaremos a toquetear cosas con la intención de acelerar los acontecimientos del juego y poner fin a nuestro sufrimiento. El juego no tiene función de guardado, algo que hubiese venido bien porque así se podría jugar a partes y no sería necesario volver a repetir la misma mierda y los mismos movimientos una y otra vez.
Lo salvable en este juego son los controles y lo detallado de las imágenes que se nos presentan, pero a partir de aquí no hay nada más.
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