Pocos juegos hay basados en el ¨Dragon Ball¨ original en comparación con la enorme cantidad basados en ¨Dragon Ball Z¨, pero en estos pocos podemos encontrarnos con grandes joyas como esta que nos ayudarán a tener un respiro de los incesantes juegos de lucha de ¨Dragon Ball Z¨.
La principal virtud de este ¨Dragon Ball: Origins¨ es del genial uso que se le aplica a la pantalla táctil de la DS. Mover a Goku por el escenario con el lápiz es un gozo total y aún más mientras oimos la banda sonora por la que se compone el juego. Las formas en los que realizar los ataques son bastante ingeniosas, lo suficientemente ingeniosas como para ser difíciles de olvidar. Pero lo mejor de todo, sin lugar a dudas, es rememorar la serie con este juego. El juego adapta perfectamente la primera parte de la serie, terminando tras el enfrentamiento contra Jackie Chum, y es muy útil para cuando tenemos olvidada la serie y no nos la queremos volver a tragar.
El único problema, es que termina por volverse repetitivo tras acabar varias etapas. Puesto que durante todo el juego no pararemos de recorrer los campos y mazmorras tratando de llegar al final del nivel y acabando con los enemigos que hay, resolviendo puzzles simples que terminan consistiendo en lo mismo hasta que lleguemos al castillo de Pilaf que es donde cambian un poquito. Lo bueno es que parece que los autores eran consciente de esto y en todos los episodios de las dos últimas etapas se juegan de una forma un tanto distinta, aunque adaptados al contexto que ocupan. De normal, es a partir de la etapa del conejo cuando el juego se nos empieza a volver cansino, por lo que se podría decir que por suerte no tarda mucho en remontar. Ahora, eso si, ciertos niveles de las etapas anteriores a las del entrenamiento del maestro Tortuga se salen un poco respecto a los otros niveles.
Otro problema se encuentra en los niveles extras a desbloquear. Son un ñoñazo total, con una historia ridícula basada en que tenemos que encontrar cierta cosa y reciclan escenarios, lo que hace que no valgan la pena probar, muy al contrario de las historias alternativas que se nos ofrecían en los juegos de ¨Dragon Ball Z¨ que eran de lo mejor de esos juegos.
Entre los niveles que se salen del esquema inicial del juego, tenemos varios en los que manejaremos a la nube Genki. Son niveles simples, fáciles y cortos pero aún así sirven de alivio para cuando nos cansemos de los otros. Luego tenemos los niveles donde pasaremos directamente al combate contra un jefazo, que suelen ser los más divertidos, luego los de la etapa de entrenamiento con el maestro Tortuga, que destaca el minijuego de repartir los vasos de leche, y por últimos los niveles de la etapa del Torneo, que son de los mejores, especialmente la lucha contra Jackie Chum, que es de las más intensas y divertidas que nos ofrecen el juego, además de ser un auténtico desafío al no poder recuperarnos comiendo comida ni doparnos con las pociones de fuerza. De hecho, esta etapa es tan buena que hasta sus niveles extras son los mejores y más dignos que nos ofrecen el juego, además de ser los más rejugables.
Los combates contra jefes en etapas anteriores pueden llegar a resultar ser desafiantes, y muchas veces implican realizar ciertas acciones para poder derrotarlos, pero todo termina siendo cuestión de gastar las pociones y comida para finalmente poder derrotarlos.
Una última razón por la que este juego vale la pena es porque es de los pocos donde Bulma sirve de utilidad. En esta ocasión ella es nuestra compañera en los niveles donde ella esta presente, y puede noquear a los enemigos con su pistola y demás armas que podemos comprar para ella. La pena es que claramente ella no puede enfrentarse a los enemigos jefes puesto que en la serie ella no estaba presente en esos momentos.
Tras terminar el juego no hay mucho que podamos hacer. Simplemente volver a entrar en los niveles para poder ver si logramos la colección completa de figuritas coleccionables que no sirven una mierda y que ni nos pasaremos para ver como son. Los únicos niveles rejugables en este juego son los del torneo y los que llevan directamente en la lucha contra un jefe.
Es posible que la cosa hubiese sido mejor si el juego hubiese ofrecido algun modo donde poder realizar los minijuegos o algunas acciones que se hacían en el modo historia puesto que esto lo hubiese hecho más rejugable. Un modo versus hubiese sido genial, y si en los niveles extras hubiesen dado la opción de manejar a otro de los personajes de la serie sería aún más mejor y el juego hubiese recibido más puntos por mi parte.
Sea como sea, ¨Dragon Ball: Origins¨ se trata de un genial juego ideal para rememorar la primera parte de la serie y cuyo estilo de juego será lo suficientemente atractivo como para atraernos y pegarnos unas viciadas con él hasta que nos lo terminemos.
Jack el Destripador
7
Pocos juegos hay basados en el ¨Dragon Ball¨ original en comparación con la enorme cantidad basados en ¨Dragon Ball Z¨, pero en estos pocos podemos encontrarnos con grandes joyas como esta que nos ayudarán a tener un respiro de los incesantes juegos de lucha de ¨Dragon Ball Z¨.
La principal virtud de este ¨Dragon Ball: Origins¨ es del genial uso que se le aplica a la pantalla táctil de la DS. Mover a Goku por el escenario con el lápiz es un gozo total y aún más mientras oimos la banda sonora por la que se compone el juego. Las formas en los que realizar los ataques son bastante ingeniosas, lo suficientemente ingeniosas como para ser difíciles de olvidar. Pero lo mejor de todo, sin lugar a dudas, es rememorar la serie con este juego. El juego adapta perfectamente la primera parte de la serie, terminando tras el enfrentamiento contra Jackie Chum, y es muy útil para cuando tenemos olvidada la serie y no nos la queremos volver a tragar.
El único problema, es que termina por volverse repetitivo tras acabar varias etapas. Puesto que durante todo el juego no pararemos de recorrer los campos y mazmorras tratando de llegar al final del nivel y acabando con los enemigos que hay, resolviendo puzzles simples que terminan consistiendo en lo mismo hasta que lleguemos al castillo de Pilaf que es donde cambian un poquito. Lo bueno es que parece que los autores eran consciente de esto y en todos los episodios de las dos últimas etapas se juegan de una forma un tanto distinta, aunque adaptados al contexto que ocupan. De normal, es a partir de la etapa del conejo cuando el juego se nos empieza a volver cansino, por lo que se podría decir que por suerte no tarda mucho en remontar. Ahora, eso si, ciertos niveles de las etapas anteriores a las del entrenamiento del maestro Tortuga se salen un poco respecto a los otros niveles.
Otro problema se encuentra en los niveles extras a desbloquear. Son un ñoñazo total, con una historia ridícula basada en que tenemos que encontrar cierta cosa y reciclan escenarios, lo que hace que no valgan la pena probar, muy al contrario de las historias alternativas que se nos ofrecían en los juegos de ¨Dragon Ball Z¨ que eran de lo mejor de esos juegos.
Entre los niveles que se salen del esquema inicial del juego, tenemos varios en los que manejaremos a la nube Genki. Son niveles simples, fáciles y cortos pero aún así sirven de alivio para cuando nos cansemos de los otros. Luego tenemos los niveles donde pasaremos directamente al combate contra un jefazo, que suelen ser los más divertidos, luego los de la etapa de entrenamiento con el maestro Tortuga, que destaca el minijuego de repartir los vasos de leche, y por últimos los niveles de la etapa del Torneo, que son de los mejores, especialmente la lucha contra Jackie Chum, que es de las más intensas y divertidas que nos ofrecen el juego, además de ser un auténtico desafío al no poder recuperarnos comiendo comida ni doparnos con las pociones de fuerza. De hecho, esta etapa es tan buena que hasta sus niveles extras son los mejores y más dignos que nos ofrecen el juego, además de ser los más rejugables.
Los combates contra jefes en etapas anteriores pueden llegar a resultar ser desafiantes, y muchas veces implican realizar ciertas acciones para poder derrotarlos, pero todo termina siendo cuestión de gastar las pociones y comida para finalmente poder derrotarlos.
Una última razón por la que este juego vale la pena es porque es de los pocos donde Bulma sirve de utilidad. En esta ocasión ella es nuestra compañera en los niveles donde ella esta presente, y puede noquear a los enemigos con su pistola y demás armas que podemos comprar para ella. La pena es que claramente ella no puede enfrentarse a los enemigos jefes puesto que en la serie ella no estaba presente en esos momentos.
Tras terminar el juego no hay mucho que podamos hacer. Simplemente volver a entrar en los niveles para poder ver si logramos la colección completa de figuritas coleccionables que no sirven una mierda y que ni nos pasaremos para ver como son. Los únicos niveles rejugables en este juego son los del torneo y los que llevan directamente en la lucha contra un jefe.
Es posible que la cosa hubiese sido mejor si el juego hubiese ofrecido algun modo donde poder realizar los minijuegos o algunas acciones que se hacían en el modo historia puesto que esto lo hubiese hecho más rejugable. Un modo versus hubiese sido genial, y si en los niveles extras hubiesen dado la opción de manejar a otro de los personajes de la serie sería aún más mejor y el juego hubiese recibido más puntos por mi parte.
Sea como sea, ¨Dragon Ball: Origins¨ se trata de un genial juego ideal para rememorar la primera parte de la serie y cuyo estilo de juego será lo suficientemente atractivo como para atraernos y pegarnos unas viciadas con él hasta que nos lo terminemos.
Reportar