Ficha The Fortress of Dr. Radiaki


  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun truco


Críticas de The Fortress of Dr. Radiaki (1)




Jack el Destripador

  • 16 Mar 2015

3


A primera vista ¨La Fortaleza del Dr. Radiaki¨ (titulo al que prefiero referirme a este juego pese a llegar a España con su titulo original), parece un juego ideal para echarse unas risas, pero no tardaremos en descubrir que esas risas van a terminar convirtiéndose en gritos de rabia y dolor.

Si vais a jugar al juego porque el argumento de este os ha parecido desternillante, mejor que paséis. Lo gracioso esta solo en los dos primeros niveles, con los cubanos castristas gritando ¨¡Ay mi cabesa!¨ cuando les golpeamos, ninjas aguardándonos en la oscuridad, hombres ratas con voces estupidas y lagartos juanchos dirigiéndose hacía nosotros con sus movimientos bruscos y sus ojos bizcos. El resto va a ser puro sufrimiento.

El juego empieza con una intro donde se nos explica toda la historia de fondo al estilo paranóico de las películas de los 60, lo que llega a chocar bastante puesto que los juegos de este tipo suelen empezar a saco. Tras una posterior introducción en formato texto de nuestro personaje recien llegado a la base del Dr. Radiaki deberemos empezar a acabar con los cubanos, ninjas, y hombres ratas a medida que tratamos de encontrar la entrada al siguiente nivel. Es en este primer nivel cuando empezaremos a toparnos con todos los fallos del juego. Un cutre diseño de nivel, con paredes con texturas idénticas y estructura laberíntica, que hacen casi imposible el guiarse, basándonos solo en las puertas, palancas y alguna estructura rara en el escenario para poder orientarnos. El simple hecho de hacer uso del mapa puede suponer un auténtico peligro, porque lejos de orientarnos, nos liaremos más.

Si con esto no hay suficiente, tenemos una banda sonora taladrante... taladrante porque hay un momento en el que se ralla, cosa que nos ayudará a entrar con mayor facilidad en la desesperación, ansiedad y locura en lugar de relajarnos y hace que pensemos en las cosas antes de hacerlas. Luego tenemos un horrible control, donde el Shift se utiliza para disparar y el Ctrl para abrir puertas, y el espacio para recargar. Lo gracioso es que no hay forma humana de arreglar este desastre porque a los creadores del juego no les ha pasado por poner una opción para cambiar los controles. El desmadre con los controles aumenta cuando nos hacemos con una pistola y tratamos de disparar. Hay un 99% de probabilidades de no darle a los enemigos con la pistola estando lejos, y lo gracioso es que los enemigos vienen con armas y tienen mejor puntería. Este problema se debe al hecho de que no se puede apuntar el arma, provocando que la única forma humana de disparar bien es acercarse mucho al enemigo, cosa que resulta ser un auténtico suicidio. Llega a ser más efectivo el bate o la katana que cualquier arma de fuego, pero el problema llega cuando entramos al 7 nivel (más o menos) y nos encontramos con los robots rusos, los cuales son bastante mortíferos. Otro problema se encuentra en el hecho de que nos costará encontrar a los enemigos una vez estos empiezan a dispararnos, especialmente los ninjas que hacen completamente honor a su nombre. Es por culpa de eso que no pararemos de correr el riesgo de morir, puesto que perderemos mucha vida por culpa de esas situaciones. Esto lleva a tener que actuar muchas veces con sigilo y atacar a los enemigos por detrás con el bate de beisbol.

El problema aumenta a medida que vamos avanzando a través de los niveles, con pasajes cada vez más laberintos y desesperantes, hasta el punto de que nos pasaremos todo el rato moviéndonos a ciegas por las paredes hasta que de pura casualidad encontramos un lugar donde no hayamos ido. El diseño de los niveles no solo llega a ser un fracaso en ese sentido, sino en otro si tenemos en cuenta los jefazos. Este juego tiene jefazos, y el primero de ellos casi ni se nota que es un jefazo... para mal. El primer jefazo es un shogun, armado claramente con una katana y nos lo encontramos tras abrir una puertas, con este yendo a por nosotros y matándonos en un santiamen. Dicha situación esta tan mal planteada que dudaremos de que sea un jefazo y pensaremos de que se trata simplemente de una habitación trampa. El juego esta lleno de habitaciones trampa, muchas de ellas imposibles de superar, por lo que el hecho de que el tio nos haga papilla y nos cueste mucho matar aún yendo con un puto lanzagranadas, sumándolo a que parece una figura de cera o una estatua, nos hará pensar de que se trata de una trampa, y seguiremos pensando igual hasta que nos pasemos 40 minutos yendo de un lugar para otro para estar lo suficientemente desesperados como para abrir la puertas, ir caminando todo el rato hacía atrás mientras lo disparamos. En 2 minutos habrá muerto (no voy en broma). Cierto, hasta ese punto no habían aparecido samurais, pero si vemos imágenes del juego, especialmente las que hay detrás de la portada del juego, veremos a un samurai a punto de follarse vivo al personaje, y en los últimos niveles nos los vamos a encontrar a montones, por lo que el enemigo no es tan único como aparenta. Por lo demás el resto de jefazos llama más la atención y no tardaremos en identificarlos como cuales.

No todo es malo en ¨La Fortaleza del Dr. Radiaki¨, el juego tiene muchas secuencias cinematográficas con actuación de voz e introducciones en formato texto de los niveles, cosa rara para el año que es y a la vez bastante irónica teniendo en cuenta que el argumento del juego no puede ser tomado en serio. Se podría decir que los creadores pusieron mucho más esmero en estos que en el juego en si. La actuación de voz es cutre pero graciosa, dando mayor carisma a los enemigos que nos encontraremos a lo largo del juego, y los textos de introducción a los niveles, narrados por el protagonista llegan a ser bastante desternillantes, ofreciendo pasajes bastante memorables e impredecibles. El argumento y desarrollo del juego lleva lugar a una sátira del exceso de patriotismo de Estados Unidos, con el personaje principal, un estadounidense, llegando a enfrentarse contra cubanos, japoneses, robots rusos, y un enorme bebé alemán, curiosamente los países con los que los estadounidenses llegaron a tener problemas. El Dr. Radiaki, a juzgar por su desquiciada forma de hablar, parece que habla una especie de mezcla de todos esos idiomas.

Pero hasta ahí llega todo. Llegar a terminar el juego ha sido toda una odisea, puesto que las texturas de algunos niveles volvían a repetirse en otros y la estructura laberíntica del escenario sumado con la música hacía de este insufrible. El juego es... o mejor dicho, se hace... muy largo, debido a los 20 niveles (más o menos) a superar. Ah, mejor pasaros por el menú de opciones antes de entrar en el juego. Como broma pesada los creadores del juego han puesto la dificultad difícil como la estándar, la cual se hace bastante imposible debido a la enorme cantidad de enemigos que contiene que no hacen justicia con los pésimos controles, por lo que si de verdad queréis sumergiros en esta chapuza haceros un favor y bajad la dificultad... a menos que queráis hacer uso de chetos, lo cual sería una pena porque no sufriríais tanto como yo lo he hecho.

En conclusión, ¨La Fortaleza del Dr. Radiaki¨ es uno de los peores shooters en primera persona en el mercado, quizás el peor, por lo que avisados estáis.



Reportar

Críticas: 1


Escribir crítica