Si se puede resumir este videojuego de alguna manera lógica, lo ideal sería calificarlo como una versión excesivamente infantilizada de Street Fighter, y desde luego no es para nada descabellado.

Ya sé que comparar este producto totalmente desconocido e incomprendido con la famosa saga de lucha libre es un ultraje, pero eso es lo que es (al menos a mi me lo parece): Un elenco de personajes ficticios cuya única misión consiste en arrearse sopapos entre ellos pero con la diferencia de que, en el presente DRA, no hay ninguna trama, ningun argumento ni ninguna historia en el desarrollo, nada de nada, es un juego sencillo sin más, pensado únicamente para divertirse zurrando al adversario de turno.

Es muy fiel a les tres primeras series de Digimon, tomándose las imagenes de los niños elegidos y el aspecto estético de los Digimon muy en serio, sumando la colaboración de los actores de doblaje de las series de anime para este producto, y esta es su mayor virtud a parte de la banda sonora, que se encajona en la tracdición del anime y resulta divertida y marchosa a pesar de que termina haciéndose repetitiva a medida que pasa el tiempo.

Como defectos principales se pueden citar una calidad gráfica poco más que justa (muy lejos de la asombrosa calidad de los videojuegos de SEGA de los noventa), la dificultad que entraña mover los personajes, el escaso arsenal de movimientos de los que disponen y, especialmente, un nivel de jugabilidad muy escaso y que, al tiempo, acaba cansando.

Los videojuegos de la saga Digimon nunca han conseguido despegar por más variantes que haya (algo que quedó sobradamente claro desde el lanzamiento del primero de todos: Digimon World) debido principalmente a la inaptabilidad de esta espectacular saga de anime al mercado videojugabilístico, y Digimon Rumble Arena es un claro ejemplo de ello; Fue un fracaso de ventas, aburría sobremanera a los pocos que lo probaron y no gozaba de una estética muy atractiva si se lo comparaba con sus principales competidores.

Hubiera estado bien la inclusión de un modo aventura con niveles que superar y enemigos a los que machacar, eso le habría dado un sentido y un argumento que entretuviese a los gamers.

A parte de la fidelidad extrema que presenta a las series de anime, Digimon Rumble Arena no tiene ningún detalle espectacular que lo haga merecedor de un reconocimiento espectacular... Bueno, sí, quizás durante la primera media hora entretenga bastante (eso sí es cierto), pero al pasar la primera o poco más, dan ganas de apagar e irse por ahí.

Reportar