Kid Dracula se trata de una especie de parodia o spin-off de Castlevania en el que manejamos a un pequeño y encantador Dracula.
He jugado a la versión de la Game Boy, la única que llego aqui, y que básicamente es lo mismo que la original de la NES y con muchos de los escenarios y enemigos de esta, pero en formato secuela, donde tendremos que enfrentarnos de nuevo a Garamoth que quiere venganza.
Aunque no he jugado a la versión de la NES he podido ver los suficientes videos sobre ella como para saber que la de la Game Boy es prácticamente mejor, en especial por ser más cómica y cachonda que la de la NES.
A lo largo de los 8 niveles tendremos que manejar al Kid Dracula, un personaje que no tardará en caernos simpático y que parece sacado de algún manga, aunque en realidad sea un personaje original de Konami. Hay muchas referencias a Castlevania original, la mayor parte localizadas en el primer nivel, que se desarrolla en el castillo, donde nos podremos encontrar con los enemigos típicos de Castlevania, entre ellos la Muerte, que será nuestro maestro.
Kid Dracula tiene la capacidad de lanzar bolas de fuego capaces de derrotar a los enemigos desde una larga distancia, además de hacer de estas más potentes tras mantener pulsado el botón de ataque, pero también realiza un montón de conjuros que se desbloquearán a medida que vayamos superando los niveles y que serán esenciales para acabar el juego. Entre ellos destaca su capacidad de transformarse en murciélago, la de lanzar murciélagos a los enemigos y la de antigravedad, por no hablar del paraguas que se nos concederá por el final del juego y que deberemos usarlo muy a menudo si no queremos que nos maten muchas veces.
La mayor parte de los elementos cómicos se encuentran en los jefes, y ahí es donde esta la razón de porque la versión Game Boy es más cachonda que la de la NES. Se trata de que deberemos derrotar dos veces al mismo jefe, que adquiere diferentes formas de ataque en cada una. Solo hay que ver lo que pasa tras derrotar a dos de los fantasmas que aparecen como jefes del primer nivel para que nos demos cuenta de lo mucho que nos vamos a reir con el juego.
También de los jefes destaca un hombre con una mascara de hockey que sin duda alguna es el del juego Splatterhouse (más que nada porque Jason no usa escopeta) del que si somos unos malpensados nos descojonaremos cuando trata de coger el hacha.
En el caso de que no nos queden muchas vidas, siempre podemos probar suerte con los minijuegos a los que podremos acceder si tenemos los suficientes coins, y en el caso de no tener los suficientes, siempre podremos probar suerte en la ruleta de la suerte (valga la redundancia)
Por lo demás se trata de un juego muy entretenido y muy recomendable que nos sorprenderá con su peculiar sentido del humor y por la simpatía que transmite el personaje y del que vale completamente la pena probarlo aunque solo sea una vez.
Jack el Destripador
8
Kid Dracula se trata de una especie de parodia o spin-off de Castlevania en el que manejamos a un pequeño y encantador Dracula.
He jugado a la versión de la Game Boy, la única que llego aqui, y que básicamente es lo mismo que la original de la NES y con muchos de los escenarios y enemigos de esta, pero en formato secuela, donde tendremos que enfrentarnos de nuevo a Garamoth que quiere venganza.
Aunque no he jugado a la versión de la NES he podido ver los suficientes videos sobre ella como para saber que la de la Game Boy es prácticamente mejor, en especial por ser más cómica y cachonda que la de la NES.
A lo largo de los 8 niveles tendremos que manejar al Kid Dracula, un personaje que no tardará en caernos simpático y que parece sacado de algún manga, aunque en realidad sea un personaje original de Konami. Hay muchas referencias a Castlevania original, la mayor parte localizadas en el primer nivel, que se desarrolla en el castillo, donde nos podremos encontrar con los enemigos típicos de Castlevania, entre ellos la Muerte, que será nuestro maestro.
Kid Dracula tiene la capacidad de lanzar bolas de fuego capaces de derrotar a los enemigos desde una larga distancia, además de hacer de estas más potentes tras mantener pulsado el botón de ataque, pero también realiza un montón de conjuros que se desbloquearán a medida que vayamos superando los niveles y que serán esenciales para acabar el juego. Entre ellos destaca su capacidad de transformarse en murciélago, la de lanzar murciélagos a los enemigos y la de antigravedad, por no hablar del paraguas que se nos concederá por el final del juego y que deberemos usarlo muy a menudo si no queremos que nos maten muchas veces.
La mayor parte de los elementos cómicos se encuentran en los jefes, y ahí es donde esta la razón de porque la versión Game Boy es más cachonda que la de la NES. Se trata de que deberemos derrotar dos veces al mismo jefe, que adquiere diferentes formas de ataque en cada una. Solo hay que ver lo que pasa tras derrotar a dos de los fantasmas que aparecen como jefes del primer nivel para que nos demos cuenta de lo mucho que nos vamos a reir con el juego.
También de los jefes destaca un hombre con una mascara de hockey que sin duda alguna es el del juego Splatterhouse (más que nada porque Jason no usa escopeta) del que si somos unos malpensados nos descojonaremos cuando trata de coger el hacha.
En el caso de que no nos queden muchas vidas, siempre podemos probar suerte con los minijuegos a los que podremos acceder si tenemos los suficientes coins, y en el caso de no tener los suficientes, siempre podremos probar suerte en la ruleta de la suerte (valga la redundancia)
Por lo demás se trata de un juego muy entretenido y muy recomendable que nos sorprenderá con su peculiar sentido del humor y por la simpatía que transmite el personaje y del que vale completamente la pena probarlo aunque solo sea una vez.
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