RoboWarrior, juego difícil donde los haya. Si vais a jugarlo creyendo que vais a jugar a otro Bomberman, mejor no lo hagáis.
Manejaremos a una especie de robot que aterriza a un planeta completamente hostil, en el cual no tardara en recibir una calurosa bienvenida.
En el juego deberemos de recoger por cojones una serie de items que saldrán a la luz si reventamos los obstáculos, ya que sino, no duraremos nada.
Los enemigos son muy variados, más incluso que en el Bomberman original, y lamentaremos esto, ya que cada uno tiene su propia forma de jodernos la partida, y si a esto le sumamos a que las bombas no tardarán en explotar, no sera de extrañar que no acabemos la primera fase.
Pero si hay una cosa que nos joderá más es que lo más seguro es que demos vueltas y vueltas por el tablero hasta que nos demos cuenta de que hay que recoger una llave que nos permitirá pasar al siguiente nivel, pero la verdad es que no nos aburiremos en todo ese tiempo en el que demos vueltas y vueltas tratando de encontrar dicha llave. Y en fin, si creeis que por ser de la NES tendrá pocos niveles, la lleváis clara. 8 fases, cada una de 5 o 10 niveles, ya no me acuerdo, llenas de sufrimiento, sangre, sudor y lágrimas, que nos hará replantear si es una buena idea continuar con el juego, y aun más cuando vemos que en ciertos niveles iremos a oscuras y deberemos ingeniarnoslas para esquivar a los enemigos.
Los jefes finales, aunque poco imaginativos nos darán un gran dolor de cabeza, aunque esto no sea comparable con el que nos dará el juego en general, y es recomendable guardar gran parte de nuestros items para lanzarselos en una gran ofensiva.
La vida es de los más particular. Va reduciendose a medida que avanzamos en el juego y esta divida como máximo por cuatro fases representadas por una especie de condensadores. Si el enemigo nos ataca, la barra se reducirá un poco, pero si una bomba nos revienta en la puta cara, puedo aseguraros que si tenemos 4 condensadores acabaremos por quedarnos con la mitad.
El final, bastante bien, aunque sabremos de primeras que no nos podrá compensar el sufrimiento que no ha hecho llevar le juego.
Por lo demás, se recomienda jugarlo sin intención de acabar el juego, si no quieres llevarte más de un trauma y quieres disfrutar como Dios manda del juego.
Por lo demás, le doy un 7, más que nada porque me ha hecho ver lo mucho que me gusta el viejo Bomberman y por el buen rato que me ha hecho pasar a pesar del cambio de jugabilidad respecto a la saga original.
Jack el Destripador
7
RoboWarrior, juego difícil donde los haya. Si vais a jugarlo creyendo que vais a jugar a otro Bomberman, mejor no lo hagáis.
Manejaremos a una especie de robot que aterriza a un planeta completamente hostil, en el cual no tardara en recibir una calurosa bienvenida.
En el juego deberemos de recoger por cojones una serie de items que saldrán a la luz si reventamos los obstáculos, ya que sino, no duraremos nada.
Los enemigos son muy variados, más incluso que en el Bomberman original, y lamentaremos esto, ya que cada uno tiene su propia forma de jodernos la partida, y si a esto le sumamos a que las bombas no tardarán en explotar, no sera de extrañar que no acabemos la primera fase.
Pero si hay una cosa que nos joderá más es que lo más seguro es que demos vueltas y vueltas por el tablero hasta que nos demos cuenta de que hay que recoger una llave que nos permitirá pasar al siguiente nivel, pero la verdad es que no nos aburiremos en todo ese tiempo en el que demos vueltas y vueltas tratando de encontrar dicha llave. Y en fin, si creeis que por ser de la NES tendrá pocos niveles, la lleváis clara. 8 fases, cada una de 5 o 10 niveles, ya no me acuerdo, llenas de sufrimiento, sangre, sudor y lágrimas, que nos hará replantear si es una buena idea continuar con el juego, y aun más cuando vemos que en ciertos niveles iremos a oscuras y deberemos ingeniarnoslas para esquivar a los enemigos.
Los jefes finales, aunque poco imaginativos nos darán un gran dolor de cabeza, aunque esto no sea comparable con el que nos dará el juego en general, y es recomendable guardar gran parte de nuestros items para lanzarselos en una gran ofensiva.
La vida es de los más particular. Va reduciendose a medida que avanzamos en el juego y esta divida como máximo por cuatro fases representadas por una especie de condensadores. Si el enemigo nos ataca, la barra se reducirá un poco, pero si una bomba nos revienta en la puta cara, puedo aseguraros que si tenemos 4 condensadores acabaremos por quedarnos con la mitad.
El final, bastante bien, aunque sabremos de primeras que no nos podrá compensar el sufrimiento que no ha hecho llevar le juego.
Por lo demás, se recomienda jugarlo sin intención de acabar el juego, si no quieres llevarte más de un trauma y quieres disfrutar como Dios manda del juego.
Por lo demás, le doy un 7, más que nada porque me ha hecho ver lo mucho que me gusta el viejo Bomberman y por el buen rato que me ha hecho pasar a pesar del cambio de jugabilidad respecto a la saga original.
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