Ficha Final Fantasy IV: The After Years


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Críticas de Final Fantasy IV: The After Years (1)




Jack el Destripador

  • 11 Feb 2017

8


De normal no me gusta jugar dos JRPG en un mismo trimestre, me resulta bastante pesado, pero siendo este una secuela directa de ¨Final Fantasy IV¨ hice una excepción. Además, a la hora de jugar a ambas entregas me hice el pack que sacaron para PSP, el cual viene con contenido adicional, y así poder ¨vivir¨ la experiencia completa. Tras un buen descanso de un mes de terminar ¨Final Fantasy IV¨, me puse con dicha secuela.

Antes que nada debo mencionar que en esta crítica cuento al Interludio, una especie de juego corto único para la edición completa de ¨Final Fantasy IV¨, al que cuento como un capitulo más de ¨The After Years¨ debido a su escasa duración. Una especie de prologo, vamos, aunque es cierto que en cuanto a mecánica de juego se basa más en el original que en su secuela.

Interludio es un capitulo chorra que narra un extraño suceso, o una especie de anécdota, ocurrida entre el nacimiento de Úrsula y los primeros signos de vida de Ceodore, tan extraño e ¨inolvidable¨ que los personajes no hacen mención alguna en ¨The After Years¨, pese a mostrarse los primeros pasos del siniestro plan que tendrá su culmen en dicha secuela. Pese a lo chorra que llega a ser, ayuda a entender más cosas de la ¨Chica Misteriosa¨ que tanto por culo nos dará más hacía delante. Además, es corto (2 horas como máximo) y fácil, por lo que si se está interesado en saber más del mundo de ¨Final Fantasy IV¨ vale bastante la pena probar.

En cuanto a ¨The After Years¨ en sí, primero hay que destacar los numerosos cambios en cuanto a mecánica de juego y estructuración de la historia se refiere. Debo reconocer que en comparación con el original, ¨The After Years¨ posee una mejor mecánica de juego, aunque en cuanto a historia, pese a estar mejor estructurada, carece de momentos emotivos. La razón de esto es simple: con respecto a la mecánica de juego, ¨The After Years¨ introduce nuevos aspectos estratégicos al juego a tener muy en cuenta, siendo el primero y más importante el ciclo lunar. Dicho ciclo, basado en la teoría de la influencia de la Luna sobre la Tierra más allá de la marea, se basa en que cada fase lunar repercute en el poderío de la persona en las distintas artes (lucha, magia nigga y magia blanca, además de habilidades especiales), con el enemigo sufriendo naturalmente de esto también. Vamos, que en resumidas cuentas, si tenemos problemas con un usuario de la magia nigga es cuestión de que durmamos la mona o que simplemente dejemos pudrirse la PSP o lo que sea con lo que estemos jugando el juego con tal de que la fase lunar cambie a nuestro favor. Al principio no tendremos necesidad de hacer uso de esto, pero en los últimos cuentos o en las mazmorras de desafíos esto será más que necesario. Eso si, no se nos dice nunca la razón de porque en su predecesor y en Interludio no ocurría esto y aquí sí; el otro factor estratégico son las llamadas ¨cooperaciones¨, que consisten en que varios personajes realicen un ataque conjunto a cambio de puntos de magia. Esto es bastante útil en caso de que un personaje no cometa el daño deseado, ya que los puntos de daño que pueden ocasionar los dos personajes se mezclan. Lo malo, es que consume su tiempo el realizarlas y, por lo tanto, es bastante probable que con cierto enemigo sea preferible hacer que los personajes ataquen por separado.

En cuanto a la estructuración de la historia, el sistema por capítulos/historias/cuentos (o como prefieras llamarlos), hace que el jugarlo sea una experiencia bastante única, con cada capítulo centrándose en un par de personajes, hasta que en los dos últimos se empiezan a reunir. Es bastante curioso ver los cameos de alguno de los personajes (o escuchar mencionarlos) en capítulos que no son los suyos, para luego jugar a su capítulo y ver el porque de esto, y como al final se nos será fácil hacer una línea temporal mental sobre lo ocurrido, con el capítulo final dándonos a entender muchas cosas, no solo del mundo de ¨Final Fantasy IV¨, sino del universo de ¨Final Fantasy¨ en general (al parecer los juegos están más relacionados de lo que en un principio podamos pensar). Igualmente, y como ya he dicho, el juego carece de momentos emotivos, y la historia, aunque termine siendo buena, lo es más por desarrollo que por historia en sí.

La razón de esto último es simple: la historia es la misma que la del juego original, salvo por algunos cambios que tienen que ver con los nuevos personajes y cambios ocurridos en el mundo desde el final del original. De hecho, a lo largo de los capítulos viviremos situaciones de deja vú, que hasta los mismos personajes sienten. Esto está hecho claramente a postas, ya sea para despertar el lado nostálgico de los fanáticos que llevan 10 años sin jugar el original (algo que naturalmente no va servir porque cualquier persona con dos dedos de frente preferiría jugar el juego original antes de jugar a este), para ahorrarse guión, o porque forma parte de su plan de conquista mundial. Al final termina siendo una mezcla de ambas cosas, porque los creadores se las ingenian para entrelazar estos sucesos con los nuevos y darnos una entrega con un desarrollo de cine. Vamos, que es como la séptima entrega de ¨Star Wars¨ pero anterior, y mejor hecho.

Hay una cosa a tener en cuenta en cuanto a la exploración se refiere. El mundo del juego original se repite, y por lo tanto, carece de completo sentido el que el jugador lo explore. Es por ello que el juego es completamente línea, y por lo que, salvo excepciones, debemos pasar por los mismos escenarios que antes. Los nuevos escenarios, son desvíos alternativos del juego original o algunas modificaciones en el entorno por motivos de la trama del juego. El mundo a evolucionado un poco, por lo que encontraremos alguna que otra diferencia también: los chocobos nigger están en peligro de extinción, presuntamente por culpa de su adorable compatriota de raza aria; Square ha trasladado sus oficinas de Gnomolandia a un sitio desconocido (algo me dice que quebró y se fusionó a otra compañía, no preguntéis porqué), y una nueva luna a aparecido al lado de la estándar y ha caído un meteorito de ella que ha derretido algo de terreno de Fabul, pero en serio, ¿a quien coño le importa la luna? ¡¡¡Lo jodidos chocobos negros están en peligro de extensión y el único ejemplar de chocobo rosa ha sido secuestrado por Square!!! ¿Algo habrá que hacer con ellos no?

Naturalmente, y debido al pasar del tiempo, no solo el mundo y entorno de ¨Final Fantasy IV¨ han cambiado, los personajes antiguos también han cambiado bastante, hasta incluso en su retrato, pero ya no solo físicamente, sino también mentalmente. Cécil se ve más sabio, Palom se ve más pasota y rebelde, Porom se ve más sosa (y debido a la incapacidad de los creadores de hacer un crecimiento lógico del personaje, le han cambiado el color del pelo), Rydia se ve tan sumisa como siempre, Edge ha madurado y así un largo etcétera. Vale la pena mencionar un comentario que Cid le hace a Porom con respecto a su cambio de imagen: le dice que podrá hacerle competencia a Rydia. Nada más leer esto me puse buscar hentai de ¨The After Years¨ y puedo asegurar perfectamente que pese a la enorme cantidad de presencia femenina en el juego con respecto al original, Rydia ocupa un 99.99% de este (de Porom solo me encontré con una imagen pedofílica que comparte con su hermano, una incestual y otra de la que desconoces con quien lo está haciendo. Cualquier otra imagen en la que aparezca será en compañía de Rydia). Con respecto a las otras chicas... bueno... parece que a los fans del juego no les van las cuarantañeras, enanas regordetas y artistas marciales bien tapadas, por lo que salvo algún que otro cómic o alguna imagen por ahí tirada, poca cosa se puede ver de ellas.

Continuando hablando de los personajes, cabe destacar que el juego está repleto de muertes opcionales, siendo las más fáciles de parar la de los aprendices de Edge, más que nada porque son las únicas muertes que dan a entender que se pueden evitar. Sabiendo esto, y dependiendo de si somos alguien que no quiera que muera ningún personaje de la trama porque nos la suda que esta requiera de sangre, visceras, muerte y demás vejaciones, o somos unos cínicos de mierda a los que nos gusta decidir quien vive o no, dejaremos morir a la mayoría de los personajes o no. Por mi parte, me contente con dejar morir a dos de los aprendices de Edge, a los muñecos de Luca y a Golbez (a los eidolones los dejé vivir porque sabía que me iban a facilitar las cosas). Una vez leí por Internet alguien que preguntaba: ¨¿Quien coño quiere ver morir a Golbez?¨. A lo que yo me pregunto: ¨¿De verdad a alguien le importa un personaje al que los autores les ha dado pereza dibujar un rostro y que lo único que hace en todo el juego es de ir de tío molón?¨. Sea como sea, la muerte de dichos personajes no influye demasiado en el desarrollo de la trama, simplemente se obvia su existencia, cortando todas las escenas en las que aparecen.

En cuanto a los nuevos personajes, no hay nada de lo que preocuparse. Pese a que el juego da a intuir que va a tratar el tema de que ¨las nuevas generaciones superarán a las generaciones pasadas¨, no restan importancia a los viejos, teniendo la mayoría de los personajes una gran importancia.

El juego tiene una dificultad más compensada de lo que llegaba a ser el juego original (creo que el problema de la dificultad era propio de la versión occidental), especialmente gracias a las Mazmorras de Desafío, de las que hablaré en el próximo párrafo. Eso si, la mazmorra final resultará ser de lo más frustrante, y no por dificultad, ya que es fácil nivel a los personajes ahí, sino a la enorme cantidad de pisos (unos 34) y de jefazos contra los que nos tenemos que enfrentar, la mayor parte de los cuales son sacados de otros ¨Final Fantasy¨ (del 1 al 6). Esto último no es ningún spoiler, ja que las probabilidades de que alguien sepa reconocer a dichos jefazos (por lo menos de los tres primeros juegos que es donde menos trasfondo tenían), es bastante ínfima (más aún por el cambio gráfico). El jefazo final llega a ser más fácil que en ¨Final Fantasy IV¨, con solo su segunda forma presentándonos algún problema.

Por último, debo destacar las Mazmorras de Desafío. Hay un conejo que ya salía en el juego original llamado Nombiri que se presentaba como una especie de místico capaz de cambiarle el nombre a tus personajes. Este conejo vuelve en esta entrega sufriendo esta vez una crisis existencial. Al parecer se acaba de dar cuenta de que a casi nadie le mola poner un nombre a un personaje que ja tiene, a menos que sea por mofa, por lo que por primera vez en su vida decide hacer algo verdaderamente útil. Ese algo es dar a los personajes un desafío adicional similar a las mazmorras que se desbloqueaban al final del juego original. Una vez terminado un determinado capítulo, podemos ir en busca del tal Nombiri, ahora llamado Retiri por razones obvias, para que nos teletransporte a la mazmorra propia del capítulo. Esto, junto a la estructuración por capítulos anteriormente mencionada, ofrece una buena oportunidad de mejorar a los personajes, para así, en el último capitulo, transferir los progresos y empezar bastante chetado. Es por ello, que a diferencia del juego original, hay un mayor incentivo a la hora de completar dichas mazmorras, de hecho, yo, para evitarme muermos futuros como si pasaba en el juego original, me tome la molestia de hacerlas.

Cada mazmorra de desafío esta completamente adaptada a los personajes de su propio capítulo, siendo así bastante variadas y requiriendo de diferentes estrategias. Claramente esto quiere decir que la dificultad también variará. Por ejemplo, la mazmorra de Yang y Úrsula es jodidamente fácil, con los personajes teniéndo que moverse todo el rato hacía delante mientras tratan de mejorar, mientras que la de Palom es jodidamente difícil y soporífera, con un jefazo bastante pesado de derrotar. Por suerte, no hace falta que completemos todas las mazmorras, con que nos dediquemos a hacer las mazmorras de los personajes que de seguro vamos a escoger en el último capitulo basta. Como bien dice el conejo cada vez que accedemos a entrar en una de ellas, el repetir merece la pena, porque cada vez el cofre final tendrá un nuevo contenido.

Al final ¨The After Years¨ llega a estar a la altura de su predecesor, además de ofrecernos una buena oportunidad para reencontrarnos con sus personajes y recibir alguna que otra revelación importante, cosas que hacen de él un juego imprescindible para jugar en caso de gustarnos la saga. Si en ¨Final Fantasy IV¨ me gustaba sus personajes y su historia, aquí me gusta más la estructuración de esta y los nuevos cambios en la mecánica de juego, que hacen de él un juego más divertido para jugar.



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