Final de la primera trilogía de ¨Alone in the Dark¨, en la que de nuevo manejaremos a Carnby que se volverá a meter en un caso de corte sobrenatural, que llega a estar a la altura de la segunda parte pero no llega ni por asombro a superar al primer juego.

En esta ocasión Carnby llegará a un pueblo fantasma donde un equipo de filmación trata de rodar un western a petición de una amiga suya que forma parte del reparto. No tardará en enfrentarse a una banda de cowboys zombies empleando para ello su ingenio y sus armas.

Si hay algo que podemos destacar del juego es la posibilidad de reducir el nivel de díficultad, lo que hará del juego menos insufrible y evitará que vivamos la misma experiencia que vivimos en el ¨Alone in the Dark 2¨. También se ha mejorado un poco la jugabilidad, además del apartado de los gráficos, y se ha equilibrado la mezcla de aventuras gráficas y acción con toques de survival horror.

También hace que sume puntos el factor sorpresa, ya que a lo largo del juego encontraremos conexiones entre el caso en que esta metido Carnby con los casos que resolvió en el anterior juego, volviendo a escuchar el nombre de Jack el Tuerto y del Destrezo y su relación con el malvado de este juego.

Si hay otra cosa más que cabría destacar son los enfrentamientos contra los jefes y la resolución de alguno de los problemas que nos planteará el juego, como es el caso de la soga y el experto en vudú.

También hay que destacar que, al igual que el anterior juego, habrá un enorme cambio de jugabilidad al tener que manejar a otro personaje en cierto momento del juego. Dicho personaje es una especie de puma que ataca con sus garras y que va más rápido, siendo bastante divertido surcar las calles de la ciudad fantasma con él, además de que resulta bastante original la forma de cargarse a los hombres lobos con este animal.

Por otra parte, el juego tiene ciertos elementos que no me terminan de convencer. Entre ellos, se encuentra la dificultad a la hora de encontrar ciertos elementos vitales para la trama, aunque esto se compensa con que es imposible encontrarse con un callejón sin salida. Por ejemplo, si nos olvidamos coger la bala de oro para cargarnos al primer jefe vaquero, podemos golpearle con el látigo para recoger una bolsa de monedas de oro con las que derrotarle. Bastante ingenioso a decir verdad.

Luego, sobre las distintas formas de morir, son escasas, pero las que hay son bastante graciosas. Me quedo sin lugar a dudas con la muerte que ocurre si bajamos el cuerno incorrecto al buey al principio del juego.

Sobre la música, es buena, pero es una pena que se necesite las pistas originales para poder escucharlas dentro del juego.

Luego tenemos las cinemáticas, bastante bien hechas y completamente memorables, que hacen que el juego rebose de gran calidad.

Por lo demás el juego rebosa de la misma carisma y originalidad de sus antecesores y merece completamente la pena probarlo, aunque también es de entender que haya gente que no le acabe de convencer del todo, debido a la sombra que le hace la original.

Recomendable.

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no le llega ni a las suelas de los botines al primero pero aun asi le da mil vueltas al segundo asi k creo k si merece la pena jugarlo...

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