¨Flyng Edge¨, la misma compañía que produjo ¨Bart vs. The Space Mutants¨ & ¨Virtual Bart¨ produjo este ¨Bart´s Nightmare¨. El juego consistía en que a Bart se le perdía la tarea mientras dormía y en sus sueños debia buscar cada hoja perdida.
En mi perdido Sega Genesis de la infancia, reproductor de videojuegos de 16-bits, pude jugar a este peculiar juego en el que uno manejaba a Bart en el mundo de sus sueños, en múltiples niveles aleatorios. Algunos ejemplos de esos niveles eran: Bart siendo superhéroe, Bartzilla combatiendo al ejército y arrasando una ciudad, Bart escapando de Itchy y Scratchy en una casa de las risas o Bart en condición de explorador buscando huevos exóticos. Todos los niveles eran de enorme dificultad y como eran aleatorios uno no tenía idea de lo que le podía esperar, además de que al ser un espacio onírico en el cual se desarrollaba la simple historia todo era muy flashero, una larga retahila de delirios.
Justamente, el extraño ambiente onírico arduo de comprender y la excesiva dificultad de cada nivel sin tutorial ni opciones de configuración previos, le quitaban atractivo al juego haciendo que no siempre fuera entretenido jugarlo.
Neasu
6
¨Flyng Edge¨, la misma compañía que produjo ¨Bart vs. The Space Mutants¨ & ¨Virtual Bart¨ produjo este ¨Bart´s Nightmare¨. El juego consistía en que a Bart se le perdía la tarea mientras dormía y en sus sueños debia buscar cada hoja perdida.
En mi perdido Sega Genesis de la infancia, reproductor de videojuegos de 16-bits, pude jugar a este peculiar juego en el que uno manejaba a Bart en el mundo de sus sueños, en múltiples niveles aleatorios. Algunos ejemplos de esos niveles eran: Bart siendo superhéroe, Bartzilla combatiendo al ejército y arrasando una ciudad, Bart escapando de Itchy y Scratchy en una casa de las risas o Bart en condición de explorador buscando huevos exóticos. Todos los niveles eran de enorme dificultad y como eran aleatorios uno no tenía idea de lo que le podía esperar, además de que al ser un espacio onírico en el cual se desarrollaba la simple historia todo era muy flashero, una larga retahila de delirios.
Justamente, el extraño ambiente onírico arduo de comprender y la excesiva dificultad de cada nivel sin tutorial ni opciones de configuración previos, le quitaban atractivo al juego haciendo que no siempre fuera entretenido jugarlo.
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