Alex Kidd and the Enchanted Castle se trata de la verdadera secuela de Alex Kidd, y no Lost Stars o cualquier gilipollez que Sega hizo relacionada con el personaje.
Nuevamente tendremos los combates de ¨piedra, papel, tijeras¨, pero en esta ocasión a saco, y hechos de una forma más original y divertida, pudiendo conseguir los items ganando a nuestros adversarios.
El juego en general es corto, mucho más que el original de la Master System, y eso que la Mega Drive es más nueva, y a lo largo de nuestra aventura nos enfrentaremos con una gran variedad de enemigos, entre ellos Jason, que aparece en el nivel del bosque cortando arboles con el hacha mientras lleva su particular máscara.
En esta ocasión los puñetazos de Alex Kidd no solo destruirán piedras, sino que permitirá lanzarlas disparadas al enemigo o enemigos que estén cerca.
Hay dos tipos de cofre: el rojo, que es en el que nos encontraremos el dinero; y el negro, que es en el que de vez en cuando nos encontraremos alguna vida extra pero en las veces que no lanzará bombas.
Nuevamente podremos conducir los vehículos de la anterior parte, pero lamentablemente serán muy pocas las ocasiones en las que podremos usar. La moto solo recuerdo haberla usado dos veces, por que en la resta de niveles los escenarios no estaban hechos para poder conducir perfectamente con ella, y el helicóptero solo lo use una vez, pero más que nada porque era preciso para pasar un nivel.
Al final llegaremos al castillo, que a pesar de no ser tan difícil como el que aparecía en el primer juego, nos hará pasar mal cuando no sepamos por donde ir.
Al final de cada ciertos niveles nos enfrentaremos a un jefazo. Algunos no sabrán perder y nos darán una excusa para volver a jugar al ¨piedra, papel, tijeras¨, otros aceptarán rápidamente su derrota, y el último claramente tras derrotarle en este minijuego vamos a tener que reventarle a hostias para que acepte su derrota.
El final dentro de lo que cabe esta bastante bien y nos permitirá ver al padre de Kidd, que se encuentra lejos de ser como te lo pintaban en la mierda de High-Tech World, pero el efecto ¨abrazo¨ de Kidd es bastante cutre y cuesta darse cuenta de que han parado al personaje en mitad de su abrazo como si se tratase del final de alguna serie de animación tipo Marco.
La música muy buena, y te puede hacer sentir una sensación de nostalgia al instante.
Por lo demás un clásico que vale completamente la pena de jugar, y aun más sabiendo que es la única parte de este personaje que conserva le escencia del original.
Jack el Destripador
8
Alex Kidd and the Enchanted Castle se trata de la verdadera secuela de Alex Kidd, y no Lost Stars o cualquier gilipollez que Sega hizo relacionada con el personaje.
Nuevamente tendremos los combates de ¨piedra, papel, tijeras¨, pero en esta ocasión a saco, y hechos de una forma más original y divertida, pudiendo conseguir los items ganando a nuestros adversarios.
El juego en general es corto, mucho más que el original de la Master System, y eso que la Mega Drive es más nueva, y a lo largo de nuestra aventura nos enfrentaremos con una gran variedad de enemigos, entre ellos Jason, que aparece en el nivel del bosque cortando arboles con el hacha mientras lleva su particular máscara.
En esta ocasión los puñetazos de Alex Kidd no solo destruirán piedras, sino que permitirá lanzarlas disparadas al enemigo o enemigos que estén cerca.
Hay dos tipos de cofre: el rojo, que es en el que nos encontraremos el dinero; y el negro, que es en el que de vez en cuando nos encontraremos alguna vida extra pero en las veces que no lanzará bombas.
Nuevamente podremos conducir los vehículos de la anterior parte, pero lamentablemente serán muy pocas las ocasiones en las que podremos usar. La moto solo recuerdo haberla usado dos veces, por que en la resta de niveles los escenarios no estaban hechos para poder conducir perfectamente con ella, y el helicóptero solo lo use una vez, pero más que nada porque era preciso para pasar un nivel.
Al final llegaremos al castillo, que a pesar de no ser tan difícil como el que aparecía en el primer juego, nos hará pasar mal cuando no sepamos por donde ir.
Al final de cada ciertos niveles nos enfrentaremos a un jefazo. Algunos no sabrán perder y nos darán una excusa para volver a jugar al ¨piedra, papel, tijeras¨, otros aceptarán rápidamente su derrota, y el último claramente tras derrotarle en este minijuego vamos a tener que reventarle a hostias para que acepte su derrota.
El final dentro de lo que cabe esta bastante bien y nos permitirá ver al padre de Kidd, que se encuentra lejos de ser como te lo pintaban en la mierda de High-Tech World, pero el efecto ¨abrazo¨ de Kidd es bastante cutre y cuesta darse cuenta de que han parado al personaje en mitad de su abrazo como si se tratase del final de alguna serie de animación tipo Marco.
La música muy buena, y te puede hacer sentir una sensación de nostalgia al instante.
Por lo demás un clásico que vale completamente la pena de jugar, y aun más sabiendo que es la única parte de este personaje que conserva le escencia del original.
Un 8.
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