Alex Kidd se trata de un juego bastante innovador. Una mezcla entre plataformas y aventura, bastante difícil, en el que, el que consigamos acabar el juego o no, dependerá del uso que hagamos de los vehículos y el que sepamos como esquivar todos los obstáculos que tratarán de acabar con nuestra aventura.

En alguno de los niveles, en el inicio, habrá una tienda en la que podremos comprar el vehículo idóneo para la misión más algunos items que nos serán de utilidad a la hora de acabar el juego. Como dije anteriormente, el hecho de que acabemos o no el juego, se basara en el uso que hagamos de dichos. Basándonos en esto, tendremos que tratar de llegar lo más lejos con nuestro vehículo, hasta que nos lo destrocen, aunque lamentablemente hay un bug al final de un nivel que no nos dejará pelear contra el jefazo a menos que nuestro helicoptero se destruya, pero lamentablemente no podemos volver hacía atrás para que nos lo destrocen. Otra de las razones por las que sera mejor tratar de llegar al final de la meta con el vehiculo es por el oso que aparece como jefe en uno de los niveles, al que podemos atropellar con la moto, y quitarle bastante vida, hasta que esta quede hecha pedazos, pero tras esto, un solo golpe bastará para derrotarlo.

Otra de las mejores características del juego, y razón por la que este es tan especial, es por los combates de piedra, papel y tijeras, de los cuales yo gane todas de chorra. La primer vez que nos enfrentemos con los jefes en este modo estos simplemente desaparecerán, pero a mitad del juego volveremos a enfrentarnos a ellos y no pudiendo admitir su derrotar nos atacarán y claramente tendremos que machacarles. Pero no os preocupeis, siguen un patrón y son demasiado fáciles si le comparamos con lo que en realidad es el juego. El jefazo final ya ni os digo, simplemente hay que esquivar una bolita que escupe de la boca y arrimarse a el todo lo posible, para luego reventarle a hostias.

A lo largo del juego nos encontraremos con una serie de bloques que nuestro aventurero protagonista tendrá que romper, pero hay que tener cuidado porque podemos encontrarnos con la sorpresa de que dentro hay un fantasma, y no hay nada más peor que encontrarnos con ellos, ya que solo los podremos esquivar tratando de pasar la pantalla en la que te encuentras.

Pero lo más difícil son los castillos, en los que tendrás que arreglártelas para esquivar los obstaculos y encontrar el camino correcto. Hay dos en total y el más difícil claramente es el último.

Tras derrotar al jefe nos encontraremos con la sorpresa de que deberemos sortear un nivel más, en el que deberemos arreglárnoslas para encontrar la combinación correcta que hará que se nos aparezca una corona capaz de hacer volver todo a la normalidad. Dicha combinación la tendremos que poner saltando a unos cuadros con un símbolo distinto cada uno. Si fallas se te aparecerá un fantasma y tendrás que tratar de hacerlo de nuevo, y en fin, dejémoslo en que la combinación es ¨un poco¨ larga.

Por lo demás se trata de un juego bastante original y con una buena banda sonora, del cual tendremos ganas de volver a jugar y aun más sabiendo que es uno de los dos únicos juegos de la saga Alex Kidd que sigue el mismo planteamiento del piedra, papel, tijeras.

Recomendable. Un 8.

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El Mario de Sega, así, sin más. Ni Sonic (del que fuí fan, que conste) ni gaitas: ésta era la verdadera y genuina ¨mascota¨ de Sega. El desarrollo era tremendamente variado y original para la época y el apartado técnico, sublime para tratarse de una 8 bits. Un gran clásico, tanto personaje como videojuego, que pide a gritos ser redescubierto.

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