El realizador relata que tan solo necesito 8 horas para escribir la historia, desde el primer concepto hasta el guion definitivo, y se basó en dos momentos decisivos de su vida: un accidente de coche y una conversación con un amigo deprimido.
“Todavía recuerdo la sensación de asfalto húmedo bajo mis dedos”, declara Tim Egan a tenor del accidente que sufrió y que influyo, sin duda, en la parte más física del corto, mientras que la experiencia depresiva de su amigo contiene la parte más mental de la narración.
Curiosidades: 2
Black Metal
Utilizando una premisa simple pero de gran impacto consiguió alzarse con el premio al mejor cortometraje en el último Festival de Sitges y en el Fantastic Fest.
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