Si bien uno puede pensar que es complicado opinar sobre un corto de apenas dos minutos de duración, incluso si se es muy cinéfilo, el hecho de descubrir los inicios de la animación en este arte, es motivo suficiente para ¨apasionarse¨ por el desafío echarle aunque sea un vistazo.
El corto hace uso de cortes de cámara precisos para dar la ilusión de dibujos que salen del papel cuando el dibujante extiende su mano y ¨extrae¨ sus propias creaciones. Esto se podría considerar como una bien lograda técnica de uso de efectos especiales que combina dibujos bidimensionales con personas y/u objetos reales, un claro precedente, de lo que años después serian películas como Roger Rabbit, y Space Jam. Para la época estoy seguro que debe haber sorprendido al público. No es un dato menor, por lo tanto, que uno de los máximos responsables de esta joyita sea James Stuart Blackton, un importante productor y director de ese tiempo, considerado además como ¨El Padre de la Animación¨, ¨protagonista¨ además del trabajo en cuestión. Destaco su nombre por ser el pionero en trabajar con técnicas revolucionarias, y dar a luz a uno de los más importantes géneros del séptimo arte (aunque este no sea completamente dibujado como su ¨Humurous Phases of Funny Faces¨ de 1907, considerado el primer trabajo animado al 100 por ciento y mostrado en cines).
Con un sentido del humor presente durante todo el brevísimo metraje), y un buen uso de métodos especiales, uno no puede sino sentirse encantado (valga la redundancia) ante este pequeño, pero destacable gemita del cine en pañales.
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Si bien uno puede pensar que es complicado opinar sobre un corto de apenas dos minutos de duración, incluso si se es muy cinéfilo, el hecho de descubrir los inicios de la animación en este arte, es motivo suficiente para ¨apasionarse¨ por el desafío echarle aunque sea un vistazo.
El corto hace uso de cortes de cámara precisos para dar la ilusión de dibujos que salen del papel cuando el dibujante extiende su mano y ¨extrae¨ sus propias creaciones. Esto se podría considerar como una bien lograda técnica de uso de efectos especiales que combina dibujos bidimensionales con personas y/u objetos reales, un claro precedente, de lo que años después serian películas como Roger Rabbit, y Space Jam. Para la época estoy seguro que debe haber sorprendido al público. No es un dato menor, por lo tanto, que uno de los máximos responsables de esta joyita sea James Stuart Blackton, un importante productor y director de ese tiempo, considerado además como ¨El Padre de la Animación¨, ¨protagonista¨ además del trabajo en cuestión. Destaco su nombre por ser el pionero en trabajar con técnicas revolucionarias, y dar a luz a uno de los más importantes géneros del séptimo arte (aunque este no sea completamente dibujado como su ¨Humurous Phases of Funny Faces¨ de 1907, considerado el primer trabajo animado al 100 por ciento y mostrado en cines).
Con un sentido del humor presente durante todo el brevísimo metraje), y un buen uso de métodos especiales, uno no puede sino sentirse encantado (valga la redundancia) ante este pequeño, pero destacable gemita del cine en pañales.
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