Méliès se consagró con este corto como rey de la exposición múltiple y el stop motion, perfeccionando su técnica para ofrecernos cabezas flotantes que se transforman en notas musicales en unos cables eléctricos usados como partituras. Original y divertido, este corto tiene una bonita sorpresa final, propia de gran prestidigitador.
Críticas: 2
alainen
10
Melies es un gran director. Con viaje a la luna nos lo demostro y con esta tambien demostro que sabe hacer cine. Divertido corto que cuenta como un compositor hace musica de una manera diferente. Sencillamente recomendable.
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