Bueno, esto sí que es un claro exponente de minimalismo cinematográfico, jeje. Sólo una secuencia le basta a este director para intentar asustar al espectador, con una figura monstruosa acechando a una niña que juega de forma inocente. No nos cuenta prácticamente nada, sólo juega con la insinuación. Eso sí, los tenebrosos sonidos de fondo están muy logrados.
tallero
5
Bueno, esto sí que es un claro exponente de minimalismo cinematográfico, jeje. Sólo una secuencia le basta a este director para intentar asustar al espectador, con una figura monstruosa acechando a una niña que juega de forma inocente. No nos cuenta prácticamente nada, sólo juega con la insinuación. Eso sí, los tenebrosos sonidos de fondo están muy logrados.
Reportar