Julio César (Enrique Herrera), escritor de radionovelas guiñolescas, está muy alterado de los nervios, así que se hace atender por el Dr. Jiménez (Alberto Galán) que le recomienda una institución en la que le darán una terapia para curarse de estos miedos. En pos de no exponerse a la mala publicidad, se camufla con el seudónimo de Justiniano Conquián. Por casualidad, un taxidermista (Joaquín + Pardavé) también se llama así. Su caso es distinto: es heredero potencial de un millonario patrimonio, pero solo será reconocido legalmente si cumple una peculiar condición en el testamento, teniendo que pasar un mes entero en el tenebroso castillo de los Conquián, compitiendo por supuesto con otros herederos de la fortuna. El enroque magistral es el siguiente: el Dr. Jiménez es sobornado por un primo de Justiniano para que envíe al falso Conquián al castillo del terror, haciéndole creer que es el sanatorio.
Sinopsis:
Julio César (Enrique Herrera), escritor de radionovelas guiñolescas, está muy alterado de los nervios, así que se hace atender por el Dr. Jiménez (Alberto Galán) que le recomienda una institución en la que le darán una terapia para curarse de estos miedos. En pos de no exponerse a la mala publicidad, se camufla con el seudónimo de Justiniano Conquián. Por casualidad, un taxidermista (Joaquín + Pardavé) también se llama así. Su caso es distinto: es heredero potencial de un millonario patrimonio, pero solo será reconocido legalmente si cumple una peculiar condición en el testamento, teniendo que pasar un mes entero en el tenebroso castillo de los Conquián, compitiendo por supuesto con otros herederos de la fortuna. El enroque magistral es el siguiente: el Dr. Jiménez es sobornado por un primo de Justiniano para que envíe al falso Conquián al castillo del terror, haciéndole creer que es el sanatorio.